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La habilidad 'ferrarista' de autocrearse problemas al renovar a Charles Leclerc
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MUCHO FLECOS ABIERTOS

La habilidad 'ferrarista' de autocrearse problemas al renovar a Charles Leclerc

Tan razonable es la renovación del piloto monegasco como incomprensible que no fuera unida al anuncio de continuidad de Carlos Sainz. Cosas que no cambian en Maranello

Foto: Leclerc renueva en Ferrari mientras que las opciones de Sainz se difuminan. (Europa Press)
Leclerc renueva en Ferrari mientras que las opciones de Sainz se difuminan. (Europa Press)

Puede interpretarse la introducción del presente texto como un alegato a favor de la renovación contractual de un piloto de nuestro país, pero no es el caso. Basta darse una vuelta por prestigiosos medios internacionales para comprobar que fuera de España, también resulta extraña la forma en la que Ferrari gestiona los contratos de sus pilotos. Te podrá gustar más o menos Charles Leclerc o Carlos Sainz, pero es un hecho objetivo, que ambos son la dupla más compensada del campeonato. Si algo funciona, ¿para qué tocarlo?

Pero en Ferrari, desafortunadamente, las cosas no siempre responden a la lógica. La Scuderia es el único equipo que ha sobrevivido desde que hace más de setenta años comenzara la competición. Algo bien estarán haciendo, por tanto. El problema es que ese genio único italiano que les hace tan especiales, con demasiada frecuencia también les traiciona. La renovación de Charles Leclerc es un ejemplo de crearse problemas donde antes no existían.

Cualquier equipo de la parrilla busca que sus dos pilotos rayen a un gran nivel y que estén muy parejos en competitividad. Con mayor razón aún si eres un equipo con aspiraciones a lograr el título mundial. Los problemas que acarrea esta situación de fricciones internas son preferibles a tener que poner todos los huevos en la cesta de un solo piloto para conseguir resultados y evolucionar un coche. Vean la progresión de un Mercedes beneficiado por dos pilotos muy parejos como son Hamilton y Russell a las dificultades de Aston Martin cuando Lance Stroll no puede dar la réplica a Fernando Alonso.

Sainz presiona mucho a Leclerc y Leclerc presiona mucho a Carlos. Las debilidades de uno, se hacen cada vez menos visibles gracias a las fortalezas del otro. Es evidente, que ahora mismo el problema que separa a Ferrari de ser campeones del mundo no está en sus pilotos, sino en el coche y en el muro de boxes. Parecía que todos los fallos de estrategia del equipo se iban a solucionar con Mattia Binotto fuera del equipo. De igual manera, con David Sanchez, el jefe de aerodinámica también fuera de Maranello, las carencias técnicas permanecen. El lío continúa.

Se acaba el periodo de gracia

Al jefe de equipo Frederic Vasseur el crédito se le va a agotar desde la primera sesión oficial de entrenamientos libres en Baréin. Si el nuevo Ferrari no demuestra ser un coche dominante desde el principio, el clamor de la grada va a empezar a dirigirse hacia él. En 2024, no podrá alegar problemas de la herencia recibida por su antecesor Binotto. El problema es que, a largo plazo, puede jugar aún más en su contra haber privilegiado de forma especial la renovación de Leclerc, y no haber asegurado simultáneamente la de Sainz.

No descubrimos nada diciendo que Leclerc es el favorito en Ferrari. Los tifosi en general le idolatran mucho más a él que a Sainz. Eso de Il predestinato es el típico recurso literario de la prensa italiana, siempre con el olfato muy afinado hacia el sentir de la grada. Leclerc tiene además una estrecha relación personal con el presidente John Elkann de la que carece Sainz. Y por si todo lo anterior fuera poco, el propio Frederic Vasseur debe su puesto al piloto monegasco y a su manager Nicolas Todt, socio suyo de toda la vida.

Carlos Sainz, conocedor de esta situación, quizá debería haber cultivado más su relación con los tifosi. No hace falta que te conviertas en Daniel Ricciardo, pero ante los seguidores más pasionales del campeonato, siempre viene bien tratar de emocionarles con cercanía o con guiños inesperados. Pero lo que es innegable, es que al madrileño hay que reconocerle una fortaleza mental fuera de lo común. Para la moral de un piloto, nada hay más descorazonador que ver que no eres el centro de atención del equipo. La mayoría se hundiría en una situación como la suya y él jamás ha bajado la cara. Se ha mostrado siempre fuerte, tanto como para desquiciar a Leclerc en numerosas ocasiones.

Y por ahí es donde pueden venir a largo plazo los problemas para Ferrari. Leclerc es posible que sea actualmente el único en la liga de velocidad pura de Max Verstappen. Pero la Fórmula 1 precisa de mucho más que flashes ocasionales para alcanzar la cumbre en lo que a pilotaje se refiere. Ahí están Lewis Hamilton y Fernando Alonso para demostrarlo. Leclerc no ha tenido un proceso de maduración similar al de SuperMax, su gran rival desde sus años del karting. Es posible que los títulos mundiales hayan ido haciendo un piloto más completo de uno y la ausencia de ellos haya pesado en la fragilidad mental del otro. Y este va a ser un problema que si Ferrari no gana pronto, no va sino a crecer.

placeholder Carlos Sainz reconoce que hay conversaciones para renovar. (EFE/Aitor Martín)
Carlos Sainz reconoce que hay conversaciones para renovar. (EFE/Aitor Martín)

Ojo con la dependencia

Volverse superdependiente de una figura en cualquier deporte de equipo es muy peligroso. Vean la situación del FC Barcelona post-Messi o en Honda HRC con Marc Márquez en MotoGP. Ferrari no ha especificado el número de años que ha renovado a Charles Leclerc, pero son muy ingenuos en Maranello si piensan que el monegasco va a esperar indefinidamente a que Ferrari le dé un coche ganador. A partir de 2025 el mercado de pilotos va a reactivarse porque muchos de los asientos codiciados pueden estar sujetos a vacantes.

En menudo lío se puede meter Ferrari, si por alguna cláusula de salida, Leclerc decide marcharse en un año a otro equipo y no tienen un piloto en casa como Sainz. Se rumorea que Alex Albon podría ser un posible sustituto del madrileño y es cierto que el tailandés ha hecho una buena temporada en Williams, pero, ¿garantiza eso que Albon va a estar a la altura de Leclerc como lo hacía Sainz? Es mucho suponer. Verstappen literalmente lo barrió cuando estuvo junto a él en Red Bull y puede que haya crecido como piloto, pero volvemos a lo mismo. Es un suponer lo de Albon, no algo garantizado como tienen en la actualidad con Sainz.

Por otra parte, en Italia el amor de los tifosi es tan pasional como voluble. Si le das a Leclerc todo lo que pide y se lo niegas a Sainz, tienes que justificar luego en pista que verdaderamente se justifica esa diferencia de trato. Si las victorias no llegan, si la superioridad sobre Sainz luego no se concreta, si las urgencias le provocan un día al monegasco agraviar a la grada, en Italia se pasa del calor al frío a ritmo de pole position. Sobre todo, cuando sabes que Sainz, no está reclamando nada más que lo que es justo después de lo demostrado en tres temporadas en la casa.

Sainz tiene opciones fuera de Ferrari y por eso no va a aceptar -y con razón- cualquier cosa que le propongan. Y hace bien. Quizá comenzar un camino junto a Audi en 2025 no de réditos triunfantes a corto plazo, pero al menos estás liderando un proyecto donde no tienes que soportar una serie de decisiones incomprensibles como las que vive en la actualidad. Con lo fácil que habría sido hacer una renovación simultánea de ambos pilotos y que luego el cronómetro marcara jerarquías. Pero no, han creado un problema en el equipo donde no lo había. Un ejemplo entre tantos de que en Ferrari a menudo ellos mismos son sus principales enemigos.

Puede interpretarse la introducción del presente texto como un alegato a favor de la renovación contractual de un piloto de nuestro país, pero no es el caso. Basta darse una vuelta por prestigiosos medios internacionales para comprobar que fuera de España, también resulta extraña la forma en la que Ferrari gestiona los contratos de sus pilotos. Te podrá gustar más o menos Charles Leclerc o Carlos Sainz, pero es un hecho objetivo, que ambos son la dupla más compensada del campeonato. Si algo funciona, ¿para qué tocarlo?

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