Fernando Alonso y las grandes dificultades en México de acabar como el mejor 'del resto'

El Autódromo Hermanos Rodríguez es un circuito muy particular, no cabe duda. Es una de esas pistas inclasificables, porque los datos de cualquier otro circuito del campeonato no son extrapolables al trazado azteca. Los Alpine en este circuito, ya desde el mismo viernes, demostraron estar un escalón por debajo de la media de competitividad que vienen mostrando en las últimas carreras. Por eso, puede considerarse un buen resultado que sus dos coches hayan conseguido clasificar entre los diez primeros, porque realmente la cosa no daba para más. Será difícil en carrera ser el primero detrás de los inalcanzables Red Bull, Mercedes y Ferrari.

"Nos quedaba solamente un juego de neumáticos en la Q3 y ha sido un día difícil, -explicaba el piloto español-. Desde la última sesión de entrenamientos libres hemos perdido el ritmo y ya en la Q1 pasamos el decimotercero y en la siguiente fase fuimos el décimo por los pelos y ahora noveno, así que estoy contento". Efectivamente, tanto Fernando como su compañero de equipo, Esteban Ocon, estuvieron siempre a punto de quedarse fuera en los cortes y el tradicional pequeño bajón de competitividad de los sábados que sufren los Alpine, se acentuó un poco más en esta ocasión.

La principal razón estribaba con los cambios que tuvieron que hacer en el coche para que refrigerara mejor la parte motriz. Estos cambios en gran medida venían influidos por la menor densidad del aire, debido a la altitud de la capital mexicana. Esto significa, o radiadores de mayor tamaño o aberturas de toma de aire más grandes, lo que repercute en una peor aerodinámica.

Faltos de competitividad

Hay que tener en cuenta que en el circuito de ciudad de México, por sus peculiares características de trazado, asfalto poco adherente y la mencionada altitud, todos los coches van con la mayor carga aerodinámica posible. Si a pesar de llevar los alerones dimensionados al máximo al estilo Mónaco, veíamos más derrapes y deslizamientos en todos los coches que de costumbre, imaginemos el problema si, como le ocurrió a Alpine, tienen que estropear tu configuración ideal por necesidades técnicas.

"Perdimos algo de prestaciones hoy, por los cambios que hicimos para que el coche sobreviva a las temperaturas que tendremos en carrera", -argumentaba con una mueca de cierta impotencia Alonso -. "Luego los neumáticos blandos no nos han funcionado bien todo el fin de semana. Al final buscamos una vuelta limpia sin tener mucho lío, pero no hemos sido demasiado rápidos hoy". En los entrenamientos libres, el rendimiento de Fernando con el neumático medio fue bastante bueno, tanto como para ser puntualmente el más rápido con esa carcasa. Por eso, de cara a la carrera, las esperanzas pasan porque la adaptación al neumático medio y duro mejore mucho.

Lo probable será que Fernando comience la carrera con duros y haga dos paradas, de las cuales la última probablemente sea con los medios. Pero todo dependerá de que no aparezca ningún safety-car en pista y tenga que revisarse la estrategia sobre la marcha. "Lo importante es ver la bandera a cuadros el domingo y sumar algún punto. Saliendo por la zona buena intentaremos hacer una buena salida. Lando sale por delante, octavo (en el carril sucio), así que intentaré pasarlo en la salida y espero que tanto con los neumáticos medios como con los duros seremos un poco más rápidos", explicaba el asturiano.

Ánimo positivo

El ánimo de todos modos se percibía bueno en Fernando, no solamente porque la FIA le había devuelto los trabajadísimos puntos de la pasada carrera de Austin, sino porque una vez más consiguió aventajar a su compañero de equipo Esteban Ocon en la clasificación. El marcador en la actualidad está (12-8) a favor del asturiano a falta de tres carreras para acabar la temporada.

Ahora quedaría rematar la faena y el siguiente objetivo sería poder superar al francés también en la tabla clasificatoria de puntos del mundial de pilotos. Cuando fue preguntado por esta cuestión, el asturiano elegantemente se salió por la tangente: "Ha sido un año un poco raro, lo importante es ayudar a acabar Alpine cuarto en el mundial de constructores, quedan tres carreras para disfrutar con ellos, es el equipo de mi historia en la Fórmula 1 y el equipo que me dio la oportunidad de volver el año pasado a este deporte, así que voy a ayudarles hasta la última vuelta".

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La última parte de su discurso sí que es genuina y le honra hablar así de un equipo que, la verdad sea dicha, su rendimiento en pista y fiabilidad ha estado bastante por debajo de lo que cabe esperar de una escudería con la historia y los recursos de Alpine. Lo que hay que agradecerles es que nos ha devuelto al Alonso de las grandes ocasiones, el que no falla en los momentos críticos. La enésima prueba la dio en la clasificación del sábado, porque ante la imposibilidad de hacer dos intentos en Q3 como Ocon, hizo una vuelta a todo o nada y salió bien. Está claro que está en forma.