La sanción no empaña el heroísmo de Alonso: la Fórmula 1 desde Dentro del Paddock

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Una sanción de broma no empaña el heroísmo de Alonso

Se acabó el Gran Premio de Austin y lo hizo con sabor amargo para los españoles. Carlos Sainz celebraba una enorme 'pole' conseguida el sábado, pero en la primera curva, George Russell tocó a su Ferrari lo suficiente para causar su abandono. No hubo mala fe en la acción del británico, fue un lance de carrera, un nuevo golpe de mala suerte para el madrileño. Bastante más cruel fue lo que sucedió con Fernando Alonso, quien sufrió un accidente que, perfectamente, podría haber sido de máxima gravedad. Su monoplaza voló, pero el asturiano consiguió una salvada histórica contra el muro y pudo continuar la competición. La carrera dejó una gran clave, el contraste entre la actuación de Alonso y la burocracia de la Fórmula 1, que acabó sancionándole con 30 segundos de penalización, pasando de su séptimo puesto al decimoquinto. Sin palabras. La organización fue capaz de destrozar, con esas erróneas decisiones, una actuación de época como la de Fernando. Esa es la imagen que transmite actualmente la FIA (Federación Internacional de Automovilismo).

Hubo numerosas incongruencias en la aplicación del reglamento. De hecho, hubo demasiado corporativismo por parte de la FIA 1 al optar por tomar decisiones burocráticas ante en esa épica actuación. Primero, Alpine no recibió llamadas de los comisarios en plena carrera, nadie les informó de los "problemas de seguridad" del coche, que perdió uno de sus espejos retrovisores después del accidente. Segundo, existe la incógnita de qué sucedió en la primera verificación tras la carrera. ¿Por qué la FIA no intervino ahí? Por último, la reclamación de Haas se aceptó pese a estar fuera de plazo. Atentos a las próximas palabras de Fernando Alonso... Vienen curvas.