Fernando Alonso y un tercer puesto en parrilla que sabe casi a primero

Sin restar un ápice de mérito a Alpine, el quinto y sexto mejor tiempo en la clasificación de Esteban Ocon y Fernando Alonso necesita analizarse con cierta perspectiva. Gracias a las múltiples penalizaciones que afectaron tanto a su compañero de equipo como a Charles Leclerc y Max Verstappen, el asturiano arrancará tercero en la parrilla de salida del Gran Premio de Bélgica. Es una excelente noticia y una gran oportunidad de progresar en la tabla del mundial de pilotos, pero no hay que olvidar que había una diferencia de más de segundo y siete décimas entre el asturiano y Max Verstappen, autor del mejor tiempo.

El holandés demostró que está en otro planeta. Por tanto, es más concluyente analizar la competitividad del Alpine de Fernando respecto al Ferrari de Carlos Sainz, que realizó el segundo mejor tiempo, un segundo y una décima más rápido que el de su compatriota. Esta diferencia responde más fielmente a la situación de competitividad relativa entre ambos coches que se ha visto a lo largo de la temporada. La sorpresa inesperada fue superar a unos Mercedes, a los que ya se veía prácticamente al nivel de los mejores, caer de nuevo clamorosamente en competitividad.

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"Salimos terceros mañana, así que estamos en posición de pódium mañana, por lo menos en los primeros metros", afirmo entre risas Fernando. "La verdad es que muy contento de como ha ido y a ver si podemos tener una carrera tranquila. El coche ha ido bien todo el fin de semana, no tendría por qué ir mal en la carrera. Tendremos rivales fuertes con Hamilton y con Russell justo detrás y sobre todo con Max Verstappen que va a llegar muy rápido donde nosotros. Así que somos conscientes de ellos también, pero con los pies en el suelo intentar sumar buenos puntos".

Una competitividad genuina

Tiene razones para creer en la competitividad de su coche en Spa-Francorchamps el asturiano, porque si los dos monoplazas del equipo estuvieron entre los mejores, es señal clara que la velocidad de los Alpine es genuina, al menos a una vuelta. Algo también contribuyó que Ocon y Alonso hicieran una buena labor de equipo intercambiándose rebufos, pero esto también es algo que hicieron la mayoría de equipos. El punto fuerte, sin duda, fue la velocidad punta de los coches franceses, que demostró estar al nivel de los mejores. Aparte de los progresos de los motores, esto pudo lograrse gracias a llevar la configuración aerodinámica de alta velocidad más extrema. Esta circunstancia los penaliza bastante a los coches azules en el sector dos, que es el más revirado, pero al mismo tiempo permitirá en carrera defenderse mejor en las rectas, de los coches que vengan por detrás.

"Va a ser una carrera excitante", explicó Alonso sobre sus posibilidades en carrera. "Como ocurrió en Canadá, es otra nueva oportunidad de atacar entre los tres primeros. Me gustaría una carrera limpia donde poder capitalizar esta buena posición de salida. Nuestro objetivo sería estar entre los cinco o seis primeros cuando caiga la bandera de cuadros". Hace bien el bicampeón mundial en no subestimar a los Mercedes, porque con unas temperaturas ligeramente más cálidas en el asfalto, es previsible que el ritmo de carrera de los coches de Hamilton y Russell sea mucho mejor que lo que indica su velocidad a una vuelta.

La importancia del acierto estratégico

Hay que tener en cuenta que, con tantos coches rápidos que van a partir desde atrás, el trabajo desde el muro de boxes y en remoto desde Enstone va a ser clave. No solo habrá que tener un ojo con los coches con los que dispute posición Fernando, sino con la progresión de Max Verstappen y Charles Leclerc desde atrás que sin duda arriesgarán estratégicamente mucho, buscando ese momento del coche de seguridad en pista para sorprender. Una pista menos fría pudiera reducir levente la desventaja respecto a Red Bull y Ferrari, pero es una incógnita total la situación respecto a Mercedes.

La realidad es que entre la cantidad de penalizaciones que tenían muchos pilotos y la climatología cambiante, la mayoría de pilotos parten en carrera sin tener muy claro lo que se van a encontrar en términos de rendimiento. Lo normal, especialmente para los coches que parten por delante, será arrancar con el neumático de compuesto medio y decidir sobre la marcha si ir a una o dos paradas, dependiendo también de la posible aparición de un 'safety-car'. La clave será contener a los Mercedes en la primera vuelta, que no será nada fácil a tenor de la mayor velocidad de salida del ángulo de La Source, la primera curva después de la línea de salida. A partir de ahí, si hay ritmo de carrera, administrar los neumáticos lo mejor posible para tener flexibilidad estratégica.

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Visto lo visto en la configuración de la parrilla en Spa-Francorchamps, la FIA (Federacion Internacional de Automovilismo), tendrá que repensar todo el asunto de las penalizaciones establecidas para los cambios de motor y cajas de cambio, porque la situación rozó bastante lo esperpéntico ante la cantidad de pilotos que hicieron esas modificaciones. Al final, la norma ha perdido gran parte de su sentido original de reducir costes y muchos pilotos lo que acaban buscando es cuando y donde penalizar, para que el daño sea mínimo para el campeonato.

Este problema además se agudiza cuando has tenido una racha nefasta en el terreno de la fiabilidad, como ha sido el caso de Fernando al comienzo de la temporada. Junto al castigo de salir de la carrera sin puntos tienes que empezar con el lastre de las penalizaciones por los cambios no previstos en las unidades de potencia. Para la remontada del de Oviedo respecto a su compañero de equipo, en la clasificación del Mundial de pilotos, es, por tanto, fundamental que la fiabilidad acompañe.