Te gastas 4.000 euros en tu bicicleta de montaña y no sabes sacarle todo el partido

La bicicleta es el equipamiento deportivo con mayor presencia en los hogares españoles, por delante de los aparatos de gimnasia o los balones de fútbol. La última 'Encuesta de hábitos deportivos' del Ministerio de Cultura y Deporte lo dejó claro. El ciclismo es la práctica deportiva más extendida entre el más amplio abanico de edades. Aunque no todo el ciclismo es igual.

La bicicleta sirve para el transporte y como vehículo de ocio. Va desde el que la utiliza para dar un simple paseo a la actividad más deportiva. En este último apartado, la bicicleta de montaña (también llamada 'mountain bike') supuso una auténtica explosión en el mercado, cuya onda expansiva se ha intensificado durante la pandemia. Las opciones para su práctica son diversas por sus múltiples categorías ('cross-country', descenso, enduro…), a lo que hay que unir la llegada de la bicicleta eléctrica, que permite un mayor radio de acción en numerosos terrenos de gran dificultad. Al mergen de su precio todas ellas exigen distintas habilidades técnicas.

La evolución de la bicicleta ha llevado a que esos precios hayan ampliado su horquilla hasta superar 4.000 euros con facilidad, y por encima de esta barrera en el caso de las eléctricas. Pero ¿sabemos montar de verdad en bicicleta y sacarle partido, sobre todo a mayor equipamiento y precio? No siempre. El ciclista y monitor Chus Castellanos se hizo muy popular en las redes sociales cuando Jesús Calleja, veterano presentador de televisión y aventurero, le pidió que puliera su técnica a pesar de su larga experiencia con la bicicleta de montaña en entornos muy exigentes de su tierra. El leonés reconoció que su tutor le cambió algunos esquemas encima de la bici.

"Una desproporción abismal"

Hay excepciones y varios tipo de niveles, pero hay que preguntarse si el ciclista medio está aprovechando el material (tipos de bicicleta, materiales, suspensiones, tijas telescópicas...) que ofrece el mercado. "La palabra sería abismal, esa desproporción es abismal", contesta tajante Chus Castellanos a El Confidencial. Ciclista desde su adolescencia, veterano competidor en enduro y descenso, se define "como alguien obsesionado desde pequeño en saber por qué me salían o no las cosas, y cuando desde el BMX pasé a la bicicleta, trasladé esta inquietud a la bici de montaña". Se convertía así en el pionero de la enseñanza del uso técnico deportivo de la bicicleta de montaña.

Desde su academia PlanetMtb, utiliza una metodología basada en su experiencia y años de docencia. "Deportes técnicos e individuales como el pádel, el golf, el esquí… tienen la tradición de la enseñanza, pero con la bicicleta de montaña también te puedes meter por lugares que requieren técnica… Dar clases en otros deportes está muy valorado, pero en la bici no. Es un elemento muy técnico de manejo donde hay un montón de variables, de cambios de masas energéticas que debes conocer para posicionarte entre ellas y, sobre todo, para evitarte caídas y disfrutar de la bici".

"Todos hemos aprendido a llevar el equilibrio desde pequeños y esto nos otorga un cierto grado de control para manejar una bici que cada uno desarrolla de manera personal con el ensayo y el error por dónde transita con ella. Dependiendo de esas necesidades, se generan de manera natural una serie de habilidades. Este modo de ensayo-error está instalado en la bicicleta porque no hay escuelas para conocer más allá del control del equilibrio y técnicas de conducción que parecen de sentido común. Provocando que no se busque qué más hay detrás del proceso de aprendizaje del equilibrio. Al llevar el equilibrio como puedes, obviamos la docencia de la conducción. Es más, una vez que has aprendido a llevar el equilibrio, parece que decir que vas a clases de bicicleta es negativo porque te infravalora", valora Castellanos sobre la ausencia de materia didáctica en contraposición a otros deportes populares como el fútbol o el tenis.

El ciclista elabora la idea clave para montar bien en terrenos con un mínimo de dificultad técnica. "Primero de todo, se trata de llevar tú la bici, no que la bicicleta te lleve a ti: una de las frases que decimos nosotros es que vamos a dejar de ser pasajeros para convertirnos en conductores. Hoy existe un nivel técnico muy alto de bicicletas, pero, en general, no sabemos llevarlas, sacarles partido. Ellas nos llevan a nosotros. Es como tener un Ferrari y no saber cambiar las marchas. Llevamos unos auténticos pepinos de bicis, pero no sabemos ordenar la energía o la acción motora que permite que la bici ejecute acciones. Aquí, aparte del equilibrio, se abre un mundo bastante más amplio de posibilidades cuando tú conduces la bicicleta y no eres un pasajero".

Los principales errores

Tras tantos años de experiencia, le pedimos a Castellanos que nos ilustre los errores más generalizados observados en el ciclista medio. "El grandísimo error es que la gran mayoría de la gente declina un tanto por ciento de responsabilidad a los brazos, que generan mucha tensión, lo que te impide manejar la bicicleta. El mayor error es intentar sustentar el cuerpo con los brazos cuando son realmente las piernas el elemento natural de equilibrio, y las que más fuerza tienen. Como en otros deportes, el tren inferior es tu principal arma, no solo de sustentación, sino del tratamiento de las energías". Pero también existen más mitos muy extendidos: "Otro falso es el del 'culo atrás', que, si bien es una maniobra que por supuesto funciona, el problema es que se trata de un recurso que sobreexponemos en todo tipo de circunstancias. En el 90% de las situaciones, no nos hace falta".

El uso del manillar también entra entre las carencias medias. “Mucha gente lo usa como si fuera un volante más que con el cuerpo, con inclinaciones lógicas, pero que requieren una técnica adecuada. Se trata de aplicar el sentido común, y todo está demostrado por la física para que esos movimientos sean nuestros aliados encima de la bici. Si en una curva nuestro cuerpo no se mueve como debería, no nos ayuda a un radio de giro apropiado. Y si se mueve más de lo que debe, esa misma masa energética te lleva al suelo. Tu tratamiento de pesos debe ser de manera consciente dirigido por ti, esto es muy importante. Cuando vamos despacio, la bici lógicamente no gira por tu inclinación, sino por el giro del manillar. Pero cuando vamos rápido, cambiamos ese giro por una angulación en que entra en juego todo este tipo de tratamientos de energía dirigidos por el cuerpo”.

¡Todo lo que puedo hacer!

No es la única tónica habitual basada en presunciones equivocadas. Con una bicicleta de montaña, ¿es más difícil subir con piedras, raíces y otros obstáculos, o bajar? "Te puedo decir que tienen los dos mismos componentes de técnicas, pero con la diferencia obvia de la velocidad. Bajas mucho más rápido y subes más lento. Pero en los dos se interactúa con los impactos de la misma manera. Diría que pueden ser similares, pero es cierto que los movimientos a mayor velocidad exigen un 'timing' que lo puede complicar más, pero no porque haya cosas mucho más diferentes. Lo que pasa es que hay que adaptarse a esa velocidad. Bajando te caes y subiendo pones el pie a tierra".

"En el fondo, montar en bicicleta son miles de detalles con millones de variables, pero que se reducen a dos movimientos que transcurren en dos ejes, el horizontal y el vertical. En estas dos líneas hay millones de circunstancias. Un bache a 20 kilómetros por hora no es igual que a 30", sentencia Castellanos.

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PREGUNTA. Vale, para ir terminando, una cuestión que quizá resulte obvia para un ciclista de su condición y experiencia. ¿Por qué le sigue gustando montar en bicicleta después de tantos años?

RESPUESTA. Porque me encanta gestionar yo todo tipo de circunstancias y situaciones, ya no solo buscando la adrenalina. No es solo desplazarte, que te dé el viento en la cara, sino que tengas que gestionar unas habilidades, unas destrezas, de una manera intuitiva y natural sin conocer el terreno, y con la mirada tienes que reconocerlo para que tú y la bici cabalguéis juntos. Me produce una sensación brutal.

P. ¿Y si tuviera que sintetizar qué aprecia en los ciclistas que empiezan a tener acceso a esas mismas habilidades?

R. Lo que veo cuando acabo un curso es la gratificación, el agradecimiento, lo que ves con ese mundo que se le abre a la gente, ese "¡todo lo que puedo hacer ahora!". Al final hemos abierto una puerta a algo que no es muy complicado de hacer, pero porque no teníamos esta llave para abrir la puerta.