Los nervios de James y el Real Madrid (con trifulca en el Bayern de Múnich)

El futuro de James Rodríguez –ya tiene la nacionalidad hispano-colombiana– no está claro en Alemania y no se descarta que el Bayern de Múnich tome la decisión de devolver al colombiano al Real Madrid. Algo que puede no hacer ninguna gracia a Zidane. El entrenador francés fue la persona que le abrió la puerta del equipo blanco después de dejárselo claro en la final de la Champions contra la Juventus, en Cardiff, donde no contó con el futbolista ni para estar en el banquillo. Se quedó en la grada. Florentino Pérez, con la colaboración del agente de James –Jorge Mendes–, encontró la solución con una cesión al Bayern de Múnich por dos temporadas que finaliza este año.

James está de los nervios por la incertidumbre que rodea su futuro y no saber si se quedará en el Bayern de Múnich, tendrá que regresar al Real Madrid o hará las maletas a otro país. En el partido de este miércoles contra el Werder Bremen, correspondiente a la semifinal de la Copa de Alemania, volvió a ser suplente y jugó los últimos catorce minutos. En este tiempo se comprobó que está excitado. Fue protagonista de una pelea con los jugadores rivales y que fue provocado por una jugada en la que hizo una ‘rabona’. Desde ese momento, la tomaron contra el colombiano y se produjo el rifirrafe, con empujones, en el que James recibió la tarjeta amarilla.

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El partido acabó con la victoria del Bayern de Múnich en el campo del Werder Bremen (2-3) y la clasificación para la final de la Copa de Alemania que le enfrentará al RB Leipzig –25 de mayo en Berlín–. Pero James fue el protagonista negativo del partido. Suplente y excitado. Nervioso por las últimas palabras de su entrenador –Niko Kovac– que lo considera el jugador número 12. No es titular indiscutible, ha tenido diferentes fases de la temporada en la que parecía que podía quedarse, pero también ha protagonizado desencuentros con el técnico y ahora se acerca el final de la temporada y la gran decisión.

Dos años más con el Madrid

En el club bávaro van a hacer una reconstrucción en la plantilla y van salir jugadores importantes, como Ribéry y Robben, para hacer un proyecto nuevo. La eliminación en la Champions contra el Liverpool provoca una revolución. James puede estar en esa lista de bajas. Significaría que el Bayern de Múnich no ejecutaría la opción de compra de 42 millones de euros y lo devolvería al Real Madrid. James tiene contrato con el club blanco para las dos siguientes temporadas y su sueldo supera los 5 millones de euros netos. Si regresa al Real Madrid sería un obstáculo para la remodelación de la plantilla que pretende hacer Zidane –un equipo nuevo y diferente–. No le quiso hace dos años y no parece haber cambiado su opinión. Tampoco James se ha convertido en una estrella o un jugador imprescindible en su etapa en el Bayern de Múnich.

La incertidumbre con el futuro del jugador afecta a los planes del Real Madrid y el propio James. El representante Jorge Mendes tendrá que volver a buscar una solución al caso de un futbolista que sí le gustaría regresar al Madrid, donde tiene buenos amigos en la plantilla –en especial Marcelo y Benzema– y por el que Florentino pagó 80 millones de euros en 2014. La solución, si el Bayern no paga los 42 millones de euros, puede pasar por buscar otro equipo. Se empieza a hablar del interés de la Juventus por las buenas relaciones que tiene Mendes con el equipo italiano después de la operación de Cristiano Ronaldo.