Un artista que no conoces ha hecho 'sold out' para un concierto de electrónica en una iglesia

Un artista desconocido —se presenta con el nombre NTRDNDNSP— ha vendido todas las entradas para su primer concierto de electrónica y flamenco que se celebrará este miércoles en la iglesia de San Antonio de los Alemanes de Madrid. Sin promoción, sin ruido. Con ganas y con el permiso de la Hermandad del Refugio que gestiona esta institución eclesiástica desde que se fundó en 1615. “Sí, tampoco es tanto aforo, pero que la gente vaya de buenas a primeras a ver una obra sin saber de quién es ni nada es sorprendentemente bueno. ¿Y, además, por qué no hacer un concierto de electrónica en una iglesia? Son prejuicios que muchas veces tenemos. Pues sí, se puede hacer”, confiesa este artista a El Confidencial visiblemente nervioso. Primera entrevista. Primero de todo. Y sold out.

Quedamos en el café Pavón del barrio de Lavapiés para charlar de este proyecto bastante experimental e inaudito. El artista no quiere dar muchos datos sobre quién es ni casi por qué lo hace. Ha trabajado mucho tiempo como DJ, pero no es músico profesional y se gana la vida con otro trabajo. “Es que, por mi experiencia, veo que a veces se valora más al artista que a la obra de arte que hace. Presenta disco Pepito, y ya como es Pepito se le hace más caso. Yo quiero que se valore la obra”, sostiene. Su nombre, NTRDNDNSP, que parte del verso de San Juan de la Cruz, “Entréme donde no supe/ y quedéme no sabiendo, /toda ciencia tracendiendo”, sí anuncia algo. Ese algo que, además, convenció a los hermanos del Refugio para abrir la iglesia a un concierto que va a despertar a todos los santos y santas de la sala.

Disco a fuego lento

El artista —vamos a llamarle así— comenzó a pergeñar este disco de electrónica y flamenco hará unos 9-10 años, mucho antes de que incursionaran por ahí con éxito El Niño de Elche, Rocío Márquez y Bronquio. “Vi que en el flamenco y la electrónica podía haber algo bastante poderoso por mera musicalidad y por la fortaleza de los dos géneros, por la emocionalidad. En el rock se había hecho bastante, pero en la electrónica menos, aunque sí lo hemos visto más ahora”, afirma rememorando lo que habían creado hace ya años Enrique Morente, su hija Soleá, los Lagartija Nicks, Los Planetas y los pioneros Ketama.

"Vi que en el flamenco y la electrónica podía haber algo bastante poderoso por mera musicalidad y por la fortaleza de los dos géneros"

Sin saber muy bien qué hacía, se apuntó a clases de flamenco para aprender todos los palos. “Estuve yendo cuatro años, me los aprendí y me los llevé a la electrónica”, cuenta. El que más confluyó con los ritmos electrónicos fue el compás de la bulería. “De hecho, el disco es una hora de bulería, pero es que ha salido así. La bulería es muy rica rítmicamente y permitía hacer muchas cosas. Su velocidad es la que mejor se adapta a lo que yo quería”, sostiene. En 2015, hizo las primeras pruebas, pero todo comenzó a coger fuerza en 2017. “Y desde entonces ha ido a fuego muy lento, pero sin parar. Yo he trabajado muy en precario porque no vengo de ser músico y todo me ha costado mucho más. No sé incluso si lo volveré a hacer”, señala.

También ocurrió algo que no debía haber sucedido: la enfermedad y fallecimiento de su madre, a quien está dedicado todo el trabajo. Después de haber vivido durante años en Madrid, se pidió una excedencia y regresó a Aranda de Duero donde vivía su madre enferma para cuidarla. “Mientras la cuidaba, lo veía más compatible. Estaba con ella y los ratos libres estaba con la música. Y me llenaba mucho. Empecé en casa, después alquilé un estudio, y ahí ya podía poner más volumen y fue ir aprendiendo sobre la marcha, con los sintetizadores, el software… Fue muchísimo trabajo, pero con lo justo las canciones empezaron a sonar. También aproveché mi experiencia de DJ para ver que eso tenía cuerpo. Con pocos elementos se podía armar algo bastante serio”, recuerda. Así, a las notas de la electrónica le fue metiendo la percusión, la rítmica, las palmas, sordas y abiertas, los tacones… Y, sí, también la mística.

Los místicos

Y aquí es donde entra la iglesia de San Antonio de los Alemanes, construida por el arquitecto Pedro Sánchez —también autor de la colegiata de San Isidro y uno de los más importantes del Barroco— a partir del hospital creado en 1604 bajo el reinado de Felipe III. Su primer nombre fue San Antonio de los Portugueses, pero, tras la separación de Portugal, tomó el gentilicio de los alemanes con el patrocinio de Mariana de Austria, entonces reina regente española y en una época en la que la comunidad de católicos alemanes era bastante numerosa en Madrid. Y es también a comienzos del XVII cuando se funda la Hermandad del Refugio que la gestiona y que se creó para ayudar a los miles de mendigos, enfermos, huérfanos, mujeres recién paridas y abandonadas que entonces pululaban por una capital que crecía sin orden ni concierto ni ayudas estatales para los más necesitados. Cuatro siglos después, siguen ofreciendo 200 cenas diarias para los pobres, según se destaca en su página web.

Y allí se plantó hace unos meses nuestro artista con un dosier bajo el brazo para contarles su proyecto. “Yo ya había oído que se hacía algo, aunque más de coro y más eclesiástico. Un día les mandé un e-mail y después fui a las oficinas y les expliqué el proyecto, y, aunque dudaron con la electrónica, les gustó”, señala. La mística fue lo que los animó. “En los últimos años, los he leído mucho, sobre todo a San Juan de la Cruz, y en el dosier hablaba mucho de ellos. Hay una parte de la mística que es desasirse y es limpiarse de cosas que te bloquean o contaminan la claridad, y esa parte fue la que les expliqué y les gustó. Tampoco es religioso, es más de sentido común, de quitarte de muchas tonterías, apegos y miedos, porque, al final, funcionamos así”, manifiesta.

Desde entonces, se ha enganchado a estas lecturas. “Todos tienen seis o siete pasos en común, y ese funcionamiento a nivel lógico, no religioso, me pareció bárbaro. Y, cuando lees más a San Juan o Santa Teresa, también ves que no están todo el día en el éxtasis, sino que fundan conventos, hablan con unos y con otros… Vamos, que tienen una vida superactiva. Así que toda esa parte me gustó mucho, sobre todo ahora con tanta red social, tanto yo… Ellos no, ellos quieren eliminar el yo, es lo primero que quieren hacer. Y eso me pareció muy verdadero, muy real”, afirma.

Está rodeada por frescos de Luca Giordano y Juan Carreño de Miranda, y es una de las iglesias madrileñas más espectaculares

La música electrónica sonará este miércoles entre paredes que suelen alojar rezos, oraciones y salmos. No habrá toques visuales, “porque la iglesia ya lo tiene todo y sería afearla”. Está rodeada por frescos de Luca Giordano y Juan Carreño de Miranda, entre otros, conformándose como una de las iglesias madrileñas más espectaculares. Será algo sencillo, pero espera que imponente. “La verdad es que me parece un regalo que me hayan ofrecido ese espacio. A veces es más fácil que una sala. Creo que es un estilo que pide este tipo de sitios más que un garito. Como algo solemne y artístico. Va a haber gente que se asuste e igual me hundo o no”, avisa con esa intranquilidad de estar ya en capilla. De algo se puede fiar: ya está todo vendido.