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José Manuel Losada: "Estamos esclavizando culturalmente a personas de diferentes razas"
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José Manuel Losada: "Estamos esclavizando culturalmente a personas de diferentes razas"

Entrevistamos al catedrático de la Universidad Complutense de Madrid para hablar de su libro 'Mitocrítica cultural: una definición del mito', publicado recientemente por Akal

Foto: Fotografía cedida por José Manuel Losada.
Fotografía cedida por José Manuel Losada.

El currículo del profesor José Manuel Losada, catedrático de la Complutense, es sin duda tan admirable como envidiable: doctorado por la Sorbona, ha ejercido su labor investigadora en universidades como Harvard u Oxford e impartido clase en lugares tan diversos como Jerusalén, Montpellier o Múnich, entre muchos otros. También ha publicado 25 libros de crítica literaria y 200 artículos en revistas especializadas, además de ser fundador y editor de Amaltea. Revista de Mitocrítica. Y, centrándonos en los mitos, en noviembre de 2022 publicó Mitocrítica cultural: una definición del mito, en la editorial Akal.

Enfrentarse a las 832 páginas de Mitocrítica cultural no es tarea sencilla precisamente. El volumen pretende ofrecer (según sus propias palabras) "un estudio del mito dentro del mito (...) da pautas claras para localizar el mito en cualquier relato mítico". Pensando un poco, desde el que se decide acercarse valientemente a la Odisea al que se pone un capítulo de Los anillos de poder por la noche, nuestra vida está rodeada constantemente de mitos. Para entender mejor por qué son tan importantes y nos afectan tanto, hemos hablado con el profesor acerca de su libro.

PREGUNTA. Antes de nada y para ponernos en situación: ¿de qué hablamos cuando hablamos de mitos? ¿Por qué son tan importantes para el ser humano?

RESPUESTA. Me siento un poco abrumado al intentar contestar esto en unas líneas, después de haber dedicado una vida a estudiar los mitos. Lo que yo entiendo por mito es lo que hay en el libro: un relato con símbolos y temas de unos acontecimientos extraordinarios en los que hay al menos un personaje de carácter sobrenatural y sagrado, que además remite a unos comienzos. Pero más importante que la definición académica que te he dado, quizá yo diría que son relatos de intriga y esperanza: nos interesan porque siempre existe una intriga que es más cautivadora que los relatos reales y esperanzadora porque nos habla de algo muy íntimo, que es a dónde vamos y de dónde venimos.

"Cada cultura ha visto el comienzo de la vida o el final de una manera u otra, pero todas hablan de lo mismo: dónde vamos o de dónde venimos"

P. Podríamos decir que uno de los primeros mitos ya se encontraba en una de las primeras culturas. Con los sumerios aparece Gilgamesh, a quien menciona más adelante en el libro. Su epopeya se centra en lo más importante para el ser humano: la conciencia de que somos mortales y el miedo a desaparecer o que desaparezcan nuestros seres queridos. ¿Es esta la historia más antigua e importante del mundo?

R. De las más importantes, seguro. A mí Gilgamesh me fascinó cuando la leí y por eso hay bastantes referencias a ella en el libro (si no me equivoco, unas tres páginas). Es apasionante porque nos habla del miedo que tenemos a la muerte, pero en parte también a la vida. No hay miedo a la muerte si no tuviéramos miedo de saber de dónde venimos. Al final hay muchísimas historias que intentan explicarnos de dónde venimos, desde el Génesis a Prometeo, pero en Gilgamesh también está el miedo a no ser inmortales, porque al final todos tenemos esa ansia de inmortalidad. Somos incapaces de no pensar en el futuro, qué pasaría si cerrásemos los ojos del todo. Y eso es lo que más preocupa a Gilgamesh.

Foto: Fuente: iStock.

P. Hay un momento del libro en el que menciona el Fausto de Goethe y cómo va hibridando con mitologías antiguas como la griega, romana, bíblica... Es curioso cómo en Occidente las historias se van entrelazando unas con otras. Al final, me lleva a pensar que se cumple esa teoría de que solo existen en el mundo siete tramas básicas. ¿Por qué cree que los hombres contamos la misma historia una y otra vez?

R. Siempre se cuenta la misma historia porque nos atrae de mil maneras. Yo creo que porque la historia siempre es la misma. En mi opinión (habrá gente que diga lo contrario, lo respetaré), solo tenemos una naturaleza. Otra cosa es que haya muchas culturas y cada una cuente esa naturaleza a su modo. Decía Campoamor, si no me equivoco, en su poema Las dos linternas aquello de que "en el mundo traidor no hay verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con el que se mira". Cada cultura ha querido ver el comienzo de la vida o el final de la misma de una manera u otra, pero todas hablan siempre de lo mismo: dónde vamos o de dónde venimos.

"Tolkien inventó una nueva mitología: viene a decirnos que nuestro mundo necesita acceder al mito de otra manera"

P. También dice que "ni nuestro espacio ni nuestro tiempo son el espacio y el tiempo de los mitos", debido a la posmodernidad, la secularización, etcétera. Sin embargo, surgen cada vez más series de televisión y otros productos de consumo y la gente adora a personajes ficticios como en el pasado se adoraba a los santos. ¿Cómo ha evolucionado el concepto de mito en una sociedad paradójicamente antimitificación?

R. Es muy interesante eso que dices porque, por supuesto, no en todas partes se está viviendo una antimitificación, pero sí sucede en Europa occidental. De nuevo todo depende del cristal con el que se mire. Yo creo que los mitos están sufriendo un proceso de desmitificación desde la modernidad con la tendencia a la autonomía moral y filosófica enunciada por Descartes y expuesta por Kant. Todo esto ha provocado ese proceso de desmitificación. Al final hoy en día lo único que le queda a la gente de la complejidad que tienen los mitos es la intriga, los reducimos un poco. Por un lado, asistimos a la hibridación (los mitos ya no nos llegan en estado puro, sino mezclados con fantasía, esoterismo, ciencia ficción...). Luego hay otro asunto: estamos creando una nueva mitología. Es decir, hay modificaciones de antiguas mitologías como puede suceder como con Don Juan y Fausto, pero también hay mitologías nuevas como Juego de Tronos. En algún momento hay mitología, pero reducida al aspecto de intriga. Otro ejemplo es El Señor de los Anillos, llevado a la gran pantalla a principios de los 2000 y con la serie, que salió si no me equivoco el año pasado. Tolkien inventó una nueva mitología: viene a decirnos que nuestro mundo necesita acceder al mito de otra manera.

placeholder Escena de 'La casa del dragón', la precuela de 'Juego de tronos'. (EFE)
Escena de 'La casa del dragón', la precuela de 'Juego de tronos'. (EFE)

P. Esta es una reflexión personal, pero al final parece que cuando colapsa la civilización es cuando ya no se cree en nada. La sociedad está secularizada, no se cree en los mitos... Al final del Imperio romano, sucedió justo lo mismo.

R. Pues sí, es cierto eso que comentas. Al final los mitos, o una vertiente de los mitos, nos vienen a enseñar que no somos dioses y no podemos actuar como ellos ni con nosotros ni con los demás. Cuando el hombre comienza a ser el doctor Frankenstein acaba siendo asesinado o humillado por el monstruo. Los mitos nos enseñan justo eso. Y ahora, por ejemplo, lo estamos viendo con la Inteligencia Artificial, que ya han saltado las alarmas de los peligros que supone.

"Cuando el hombre comienza a ser el doctor Frankenstein, es asesinado o humillado por el monstruo. Los mitos nos enseñan justo eso"

P. Es muy interesante también la relación que establece entre la globalización y los mitos. Asegura que "ni los dioses ni Dios han querido a los hombres iguales, amorfos, indiferenciados". ¿Puede explicarlo mejor?

R. La tendencia a la globalización es enorme, de manera técnica y social, desde la II Guerra Mundial. Y, al final, esa globalización tiende a que todos seamos iguales. Cuanto más igual es el consumidor más fácil es consumir bienes en masa, al fin y al cabo. Las compañías como Amazon están vendiendo lo mismo, la energía que compramos aquí es la misma que en Siberia, incluso yo diría que los calcetines, las medias, el chocolate, las películas... son las mismas aquí que en Nueva Zelanda.

Foto: Hay varios centros especializados en criogenización. (Life Science Research Institute)

P. Al final, es eso que se dice del "peligro de la historia única", cuando un niño en... no sé, Angola, se siente más identificado con un niño de Minnesota que con otro niño de su propio país.

R. Claro, al final la globalización nos hace a todos iguales y los mitos justo demuestran que no es así. Cada mito viene de una cultura.

P. De hecho, ese problema es muy actual, porque mucha gente se queja de lo woke. Hace unas semanas, se debatía sobre La sirenita o ciertas series de Netflix como la reina Carlota o el documental de Cleopatra (que era un despropósito), y de cómo al final se están apropiando de historias de blancos con personajes negros, lo cual es contraproducente, porque se siguen dejando olvidadas las historias de las minorías para volver a contar lo mismo una y otra vez. ¿Qué opina al respecto?

R. Pues que llevas en eso toda la razón. Estamos haciendo, incluso, algo peor: esclavizar culturalmente a otras personas de diferentes razas, religiones, etcétera. No se puede imponer nuestra cultura y visiones absolutistas. Ayer una lideresa política decía que no hay relativismo cultural: ¡Claro que lo hay! No todas las culturas son iguales y hay que distinguir entre igualdad e igualitarismo. El ser humano tiene una dignidad infinita, pero no podemos pensar que todos debemos ser como Europa o como Estados Unidos. Eso me recuerda a, cuando hace años, se debatió sobre lo que había sucedido en Eurovisión porque un grupo español había acudido y cantado en inglés. Se definió con una palabra muy certera: papanatismo. A veces somos unos papanatas y queremos que la reina Carlota sea negra, es que es absurdo, es no respetar la cultura de cada persona y cada país, porque cuesta mucho más adaptarse a los demás e interesarse por otras historias.

"A veces somos unos papanatas y queremos que la reina Carlota sea negra porque es más fácil eso que interesarse o adaptarse a otras culturas"

P. Hay otro mito que en la actualidad parece estar de moda. En un determinado momento de la historia (con Milton, concretamente), la figura del diablo pasa a humanizarse y empatizamos con el ángel caído. En El paraíso perdido, él es el verdadero protagonista, la figura caída en desgracia que comienza una revolución. En la actualidad, desde Disney a Star Wars, se está tratando la figura del villano desde otro punto de vista: humanizándola y tratando de comprenderla. ¿Por qué cree que está sucediendo algo así?

R. Bueno, primero empatizamos mucho con el diablo por un motivo: porque es un sufriente. ¿Qué madre o padre no sufre cuando su hijo sufre? Es parte de esa empatía que hoy se nos transmite por el ángel caído porque, al final, ¿hay mayor sufrimiento que el alejamiento de Dios? Y en cuanto a los villanos, es cierto que antes los vaqueros eran los buenos y los indios los malos, y ahora ya no es así. La cultura clásica tradicional hasta bien entrado el siglo XX nos dibuja un mundo de dos colores: blanco y negro. La nueva sociedad ha traído un cromatismo de grises. Estamos puntualizando un poquito más, siendo más permisivos en el buen sentido de la expresión, comprendiendo a la gente porque no es fácil hacer todo bien y tampoco es fácil encontrarse gente que lo hace todo bien o mal (como los villanos).

placeholder 'Ángel caído', de Cabanel.
'Ángel caído', de Cabanel.

P. También dedica varios puntos a la magia y a los cuentos de hadas. ¿Por qué cree que las historias de fantasía han vuelto a cobrar tanta importancia en la actualidad?

R. Estamos en la sociedad de la imagen y el sonido, por algo hay tantos grados sobre imagen y comunicación, al final la imagen hoy en día no es como la de hace 50 años y es tremendamente móvil y adaptable.

"La sociedad ha cambiado, antes los vaqueros eran los buenos y los indios los malos. Ahora el cromatismo está lleno de grises"

P. Entonces, piensa que es más para entretener al público que para que la sociedad se evada.

R. Bueno, hay parte de ambas, pero está claro que la imagen en la actualidad es muy flexible y la fantasía (a la cual distingo del mito) tiene ese carácter de flexibilidad. Todas las historias de hadas, magos, o Pulgarcito por poner un ejemplo... dan mucho juego en la actualidad para explorar mediante la imagen.

P. También habla de personajes famosos que han sido mitificados. No sé, se me ocurre el Che Guevara o Audrey Hepburn. ¿Cree que en la actualidad siguen existiendo esos mitos o se requiere la distancia que proporciona el tiempo (y la muerte) para convertirse en un mito?

R. Yo no los llamo mitos, más bien pseudomitos, figuras o prototipos. Si pensamos cuál es el prototipo de un dictador pues pensamos en Napoleón, Hitler, Stalin... ¿el guerrero? Alejandro Magno, Che Guevara... ¿la mujer emprendedora? Marilyn Monroe o la propia Audrey. Son héroes y heroínas, por supuesto, pero si bien todo personaje mítico es un héroe, no creo que todo héroe sea mítico. Don Quijote es claramente el héroe en su historia, pero no es un mito porque para que haya mito tiene que haber una relación con lo sobrenatural.

"No sigo ninguna ideología, tengo miedo de ellas porque quieren que todos pensemos igual"

P. ¿Cuál es la conclusión final? ¿La ciencia y la ideología han acabado con el mito?

R. Uf, menuda pregunta. Aquí vas a permitirme que discrimine un poco: habría que distinguir de qué estamos hablando. La pseudociencia sí quiere acabar con el mito, porque lo necesita para sus propios fines. La ciencia experimental, la del laboratorio, no creo que tenga ningún problema con el mito porque su campo de acción es completamente distinto. La ciencia del mito o mitocrítica cultural (lo que he estudiado durante todos estos años) quiere demostrar que hay una auténtica ciencia del mito. En cuanto a la ideología... digamos que no sigo ninguna ideología, tengo miedo de ellas porque quieren que todos pensemos igual. Cada ideología ya se ocupa ella misma de acabar consigo misma tarde o temprano, no necesita del mito para eso. Pero, ¿qué pasa entonces con el mito? Pues que, mientras haya hombres y mujeres sobre esta Tierra que amen, sufran... habrá mitos.

El currículo del profesor José Manuel Losada, catedrático de la Complutense, es sin duda tan admirable como envidiable: doctorado por la Sorbona, ha ejercido su labor investigadora en universidades como Harvard u Oxford e impartido clase en lugares tan diversos como Jerusalén, Montpellier o Múnich, entre muchos otros. También ha publicado 25 libros de crítica literaria y 200 artículos en revistas especializadas, además de ser fundador y editor de Amaltea. Revista de Mitocrítica. Y, centrándonos en los mitos, en noviembre de 2022 publicó Mitocrítica cultural: una definición del mito, en la editorial Akal.

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