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¿Quieres perder peso? Olvida todo lo que creías saber sobre dietas y ejercicio físico
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NUEVAS ALTERNATIVAS

¿Quieres perder peso? Olvida todo lo que creías saber sobre dietas y ejercicio físico

Muchas veces intentamos adelgazar siguiendo viejas creencias o mitos que no tienen ningún apoyo científico. En este artículo se desgranan tres nuevas alternativas para perder peso

Foto: Fuente: iStock
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Los falsos mitos para perder peso que damos por ciertos suelen carecer, además, del apoyo científico oportuno. Por este motivo, es conveniente olvidar todo lo que creemos saber sobre dietas y ejercicio físico porque, básicamente, son conceptos incorrectos en su gran mayoría.

Incluso la información y los consejos que nos dan los médicos son erróneos o están anticuados, por lo que sirven de poco hoy en día. De hecho, se estima que se necesitan 17 años para que los descubrimientos científicos calen en la forma de trabajar de los doctores y modifiquen sus conocimientos a la hora de enfrentarse a los problemas de peso o la obesidad.

Foto: ¿Es cierto que la sal engorda? (iStock)

El problema es que incluso las fuentes más fiables, como son las revistas médicas, suelen dar pie a inexactitudes. El New England Journal of Medicine aseguró recientemente que “las falsas creencias sin respaldo científico sobre la obesidad son omnipresentes” en el sector médico y científico.

"Las falsas creencias y sin respaldo científico sobre la obesidad son omnipresentes"

Se podrían encontrar respuestas fiables si uno mismo se leyera y estudiara los 500.000 artículos científicos publicados sobre el tema, teniendo en cuenta una media de 100 nuevas reseñas cada día. Sin duda, una tarea pesada y abrumadora y que, está lejos de que alguno de nosotros quiera llevar a cabo.

Nuevas alternativas

Sin embargo, el doctor Whit Roberts de Health Utah asegura que hay una alternativa ante esta maraña. “La solución pasa por recurrir a los expertos que han dedicado su vida a seleccionar los artículos de investigación más importantes o, mejor, a los médicos que siguen a esos expertos”, asegura Roberts, que es uno de esos médicos. En este sentido, destaca tres alternativas fascinantes de los que probablemente nunca haya escuchado y que pueden impulsar nuestros esfuerzos para perder peso.

El primero de ellos es la cronobiología o, lo que es lo mismo, el estudio de cómo los ritmos del sol, la luna y las estaciones afectan los ciclos mentales, físicos y emocionales de nuestro cuerpo. De hecho, la máxima de que “el desayuno es la comida más importante del día” parece ser finalmente correcta, ya que el cuerpo trata las calorías consumidas por la mañana de manera diferente a las consumidas por la noche.

placeholder La carne de pollo engorda, a pesar de lo que nos han dicho toda la vida (Unsplash/Philippe Zuber)
La carne de pollo engorda, a pesar de lo que nos han dicho toda la vida (Unsplash/Philippe Zuber)

Por la mañana, el cuerpo necesita recargase de energía para afrontar las tareas del día a día, por lo que convierte los alimentos en glucógeno, una molécula que almacena energía a corto plazo, por lo que, para lograr esa energía, el cuerpo quema esos depósitos de grasa. Sin embargo, por la noche nuestro organismo se prepara para descansar y almacena las calorías consumidas en la cena como grasa a través de una molécula de almacenamiento de energía a largo plazo.

Foto: Un producto light no tiene por qué ser saludable (EFE/Stephanie Lecocq)

Por lo tanto, “saltarse la cena es mucho más efectivo que saltarse el desayuno para perder peso. En igualdad de condiciones, se pierde más peso ayunando por la noche que por la mañana”, afirma Roberts.

Las bacterias malas y la carne de pollo

La segunda verdad absoluta es que las bacterias malas en el intestino provocan un aumento de peso. Tory, una mujer de 43 años, ganó 18 kilos en solo seis meses a pesar de estar haciendo dieta. Después de ir al médico y ver que tanto sus hormonas como el tiroides estaban en orden, ella seguía aumentando de peso.

Desesperada acudió a Roberts que le hizo un examen exhaustivo y evaluó su historial médico previo. Tory había tomado dos tratamientos de antibióticos por una infección grave de los senos paranasales antes del aumento de peso. Esos antibióticos acabaron con gran parte de sus bacterias (las buenas y las malas). Pero, cuando las colonias de bacterias volvieron a crecer, las malas ganaron terreno a medida que consumía refrescos azucarados y golosinas de las que estas bacterias se alimentan preferentemente. Una vez detectado el problema, la paciente perdió hasta 20 kilos, al tiempo que aumentó su energía vital y desapareció la ansiedad.

La carne de pollo engorda más que la carne de vacuno ¡Hemos sido engañados toda la vida!

La última pasa por una afirmación difícil de creer, pero que está avalada por la ciencia. La carne de pollo engorda más que la carne de vacuno ¡Como lo lees! Hemos sido engañados toda la vida. Ha quedado demostrado que comer una pechuga de pollo cada 10 días puede causar un aumento de peso significativo. Por eso, no es de extrañar que tanta gente esté luchando para adelgazar mientras su dieta le obliga a comer pechuga de pollo todos los días.

Los falsos mitos para perder peso que damos por ciertos suelen carecer, además, del apoyo científico oportuno. Por este motivo, es conveniente olvidar todo lo que creemos saber sobre dietas y ejercicio físico porque, básicamente, son conceptos incorrectos en su gran mayoría.

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