Adelgaza más de 25 kilos y ayuda a crear una nueva comunidad de 'runners'

Jennifer Vincent tiene 47 años y trabaja como directora de marketing de una empresa de Cambridge, en el estado norteamericano de Ohio. En enero de 2015, cuando tenía 42 años, pesaba 89 kilos, demasiados para una persona de su altura, por lo que los problemas no tardaron en llegar: tenía el colesterol muy alto y su médico le avisó de que tendría que cambiar su estilo de vida.

El problema es que, por aquel entonces, Jennifer trabajaba entre 50 y 60 horas a la semana. Tenía un grave problema de sedentarismo, ya que a las muchas horas que se pasaba sentada en su despacho había que añadir que apenas hacía deporte. Y para terminar de componer un cuadro problemático, se bebía entre 6 y 8 refrescos diarios y comía por impulso por culpa del estrés.

TE PUEDE INTERESAR

Cinco desayunos que te ayudarán a eliminar volumen en la tripa y a perder peso

EC

Todo eso le hizo entrar en una espiral de depresión y ansiedad que provocaba que no dejara de comer. Un círculo vicioso del que Jennifer no sabía cómo salir… hasta que se fijó en su hermana. Era todo lo contrario a ella: hacía mucho deporte, siempre estaba motivada y le animó a empezar a correr con ella para mejorar su estado físico y anímico. Ahí comenzó su cambio.

Los comienzos de una runner

Jennifer hizo caso a su hermana y se motivó para comenzar a correr. Se planteó entrenar para conseguir participar en una carrera de 5 kilómetros, pero los comienzos fueron duros: le daba vergüenza salir a la calle a hacer deporte con su físico, así que decidió empezar por la cinta de correr en casa. Primero fueron dos minutos, hasta que se agotaba; después, tres… y así fue convirtiéndose en una runner.

Me enganché a correr en el mismo momento en el que crucé la línea de meta de mi primera carrera de 5 kilómetros

A lo largo de los meses siguientes, Jennifer fue alargando sus entrenamientos y todo cambió el día que fue capaz de correr una milla, algo más de un kilómetro y medio, sin parar. Fue tal su emoción que se echó a llorar al contárselo a su marido y a su hija y ya solo podía pensar en el día que participaría en su primera carrera: ese día llegó en el mes de junio, cuando ya había adelgazado 10 kilos, y consiguió completar la prueba en 44 minutos. No podía ser más feliz.

Jennifer reconoce a Runner's World que "me enganché en el mismo momento en el que crucé la línea de meta". A partir de ese día siguió corriendo aún con más ganas y un año más tarde, en 2016, corría su primera media maratón: 21 kilómetros que completó en menos de dos horas 40. Ya no había quien la parara porque estaba logrando un doble objetivo: adelgazar y sentirse bien consigo misma.

La runner decidió que seguiría corriendo, en su camino para seguir perdiendo peso, pero en 2017 la cosa cambió: sus amigos habían visto su progreso y empezaron a pedirle ayuda para comenzar a correr. Lo hizo y el éxito fue tal que el número de amigos comenzó a crecer y hasta tuvo que crear un grupo de Facebook para poder estar todos conectados.

Deporte y dieta

Ese grupo no dejó de aumentar y Jennifer creó desafíos mensuales para correr y recaudar dinero que utilizarían para fines benéficos en su comunidad. Ella no solo había logrado adelgazar sino que, además, se había convertido en un miembro importante de una nueva comunidad: habría creado un grupo de runners del que se sentía muy orgullosa y eso le hizo ser una persona mucho más feliz.

TE PUEDE INTERESAR

¿Quieres adelgazar? No comas estos alimentos a partir de las cuatro de la tarde

ACyV

Pero para ser esa persona nueva, Jennifer tuvo que cambiar más cosas, y no solo su mentalidad. Reconoce que antes de comenzar a correr, su dieta era "terrible: consistía en fritos, comida rápida, dulces y refrescos. Había intentado hacer dieta antes, pero solo conseguía perder unos pocos kilos cada vez antes de rendirme".

Como parte de su transformación comenzó a comer de manera más saludable, incorporando a su dieta diaria alimentos que antes ni siquiera conocía. Empezó a tomar alimentos sin apenas grasa y batidos de proteínas, al mismo tiempo que eliminaba de su dieta los refrescos y los dulces. Y, además de correr, también comenzó a andar en bicicleta y a practicar yoga.

No hay que hacer caso de lo que digan los demás, solo importa lo que cada persona quiera y busque

Su transformación llevó a que, después de cinco años, Jennifer haya pasado de pesar 89 kilos a solo 62, perdiendo 27 en este proceso de adelgazamiento. Ya ha sido capaz de correr su primer maratón, en Chicago, y ya sueña con poder ir a Boston para participar en sus famosos 42 kilómetros.

Recomienda a quien quiera seguir su ejemplo para perder peso que no dé importancia a lo que piensen los demás, solo hay que salir a la calle y correr. Y, si es posible, que lo hagan acompañados ya que pueden ayudarse con la motivación necesaria cuando la necesiten. Ella lo hizo con su hermana y es la mejor decisión que tomó en su vida.