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Síndrome del impostor: ¿cómo puedes combatirlo?
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Síndrome del impostor: ¿cómo puedes combatirlo?

¿Tienes una carrera profesional exitosa, todo el mundo te elogia por tus logros académicos y a pesar de todo crees que es por la buena suerte? Sufres esta afección

Foto: ¿Quién eres? (iStock)
¿Quién eres? (iStock)

¿Te consideras un fraude y temes que en cualquier momento todos los demás se vayan a enterar? Tranquilo, no estás solo. Un nuevo estudio ha descubierto que el 20% de las personas padecen el síndrome del impostor y, aunque no se sienten capaces, funcionan bien y son productivos en sus respectivos puestos laborales cuando trabajan.

Para combatir esos sentimientos negativos, los investigadores sugieren en 'The Daily Mail' que quedes con amigos o familiares fuera del entorno de tu oficina, tienda, consulta o supermercado porque "ayudará a tu situación general".

Foto: 'La pesadilla' de Henry Fuseli, 1781.

La última investigación, publicada por un equipo de la Universidad de Brigham Young, descubrió que esta afección es realmente común en el entorno laboral y en los estudiantes universitarios. "Un alto porcentaje de ellos sufren este problema", según los datos.

Qué es

Las personas que lo padecen tienen dificultades para asumir o interiorizar sus éxitos, incluso cuando todo el mundo a su alrededor es plenamente consciente de su competencia. Esta dificultad les lleva a vivir constantemente con la sensación de que tarde o temprano los demás se darán cuenta de su (falsa) incapacidad y destaparán su verdadera realidad.

Soñar que repites un examen está relacionado con esta afección: quienes lo sufren tienen la sensación de no estar nunca a la altura

La persona se siente como un fraude, como un impostor que esta constantemente a punto de ser descubierto, y cuando las cosas salen bien, tienden a interpretar sus éxitos como golpes de suerte o como el fruto de la competencia de sus compañeros o colaboradores.

El equipo, con fines de localizar esta enfermedad, realizó entrevistar a estudiantes en programas académicos de élite y determinó que la mejor manera de abordar el problema era buscar apoyo emocional en personas que no estudiaran o se relacionaran en ese ámbito con el individuo. Si lo hacían, los sentimientos de fraude aumentaban. Sin embargo, si contactaba con familiares y amigos fuera de su especialidad, o incluso con profesores, las percepciones de 'impostorismo' se reducían.

Aunque algunos simplemente intentaron ocultar sus sentimientos fingiendo que estaban seguros y entusiasmados con su desempeño, pero en realidad se cuestionaban continuamente, junto con la búsqueda de apoyo social, el estudio también descubrió formas negativas con las que los estudiantes enfrentaron esta afección como los videojuegos.

Valor incuestionable

Neil Armstrong, Michele Obama, Howard Schultz o Sheryl Sandberg han reconocido padecer este síndrome. Sin embargo, independientemente del status, parece que muy pocos están exentos: siete de cada diez personas declaran haberlo padecido. "Curiosamente, son personas de una valía incuestionable", asegura 'Forbes'.

Las personas que lo padecen tienen dificultades para asumir sus éxitos, incluso cuando todos a su alrededor son conscientes de su competencia

Además, algunos expertos aseguran que nuestros sueños son un reflejo de nuestras preocupaciones cotidianas. Si soñamos con aulas universitarias, pizarras y exámenes en lugar de presupuestos, fechas límite y correos electrónicos es porque se trata de una experiencia universal en la que la mayor parte de ciudadanos del mundo occidental fueron puestos a prueba por primera vez.

Este tipo de viaje onírico está relacionado con el síndrome del impostor. Quienes lo sufren tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces, o de ser un fraude. Sentirse así aumenta tus niveles de estrés, afecta a tu productividad laboral y te hace soñar con estos momentos tan incómodos.

Apoyo social

Como consecuencia las personas tienden a reaccionar tomando decisiones que en ocasiones son auténticos actos de autosabotaje. Estas decisiones son el resultado de su actitud o postura ante sus creencias tóxicas y pueden agruparse en dos grandes categorías: rendirse ante la supuesta evidencia que describe la creencia o tratar de compensarla de alguna manera.

Para combatir esos sentimientos negativos, los investigadores sugieren que quedes con amigos o familiares fuera del entorno laboral

El síndrome no está ligado a la enfermedad mental y sus efectos solo aparecen en los entornos laborales, por eso no forma parte del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales, un compendio elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, en sus siglas en inglés) que sirve como referencia a los especialistas de todo el mundo. Pero eso no significa que no sea importante tenerlo en cuenta.

"La raíz del problema es pensar que la gente no te ve como realmente eres", explica Bryan Stewart, profesor de contabilidad y coautor del estudio. "Creemos que a la gente le gustamos por algo que no es de verdad y que no nos agradará si descubren quiénes somos en realidad. Es importante crear culturas donde las personas hablen de fracasos y errores para organizarnos y pedir ayuda cuando la necesitemos", concluye.

¿Te consideras un fraude y temes que en cualquier momento todos los demás se vayan a enterar? Tranquilo, no estás solo. Un nuevo estudio ha descubierto que el 20% de las personas padecen el síndrome del impostor y, aunque no se sienten capaces, funcionan bien y son productivos en sus respectivos puestos laborales cuando trabajan.

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