3 trucos que debes utilizar para perder peso sin hacer dieta

Ya ha comenzado la operación bikini y sientes que cada día que pasa cuenta. Quieres adelgazar y decides escoger el plan de alimentación más restrictivo para perder peso cuanto antes. A tu vecino le ha funcionado, ¿por qué no iba a hacerlo contigo? ¡No lo hagas! Deja esa obsesión con la comida y olvídate de pasar hambre.

Existen una serie de cosas que puedes hacer para quitarte esos kilos que tanto te molestan y que no tienen que ver con la comida. Es cierto que la alimentación es una de las formasque conducen a mejores resultados a la hora de gozar de buena salud y tener un cuerpo diez, pero hay otras estrategias que puedes seguir sin necesidad de dejar de desayunar el donut que tanto te gusta o poner a raya los carbohidratos.

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A. López

Es importante motivarse y ser consciente de qué es lo que tienes que dejar de hacer porque no le viene bien a tu organismo. No solo vas a tener que cambiar de hábitos, también a empezar a cuidarte desde el principio.

Duerme más

Parece lógica pura, pero diversos estudios han demostrado la importancia de no dormir más de 5 o 6 horas, ya que se asocia a un aumento de la obesidad. Esto se debe a que el sueño insuficiente o de mala calidad ralentiza el metabolismo y puede aumentar la producción de insulina y cortisol. En ambos casos, se almacena más grasa. El sueño regula también las hormonas que controlan el apetito.

Otras investigaciones aseguran que las personas que descansan al menos siete horas comen menos azúcar o que acortar el periodo de sueño conduce a una mayor ingesta de alimentos por la noche y un aumento de peso.

Cómo comer

Te lo enseñaron de pequeño: mástica despacio, traga bien y espera entre bocado y bocado. Los consejos eran para hacer una buena digestión y no atragantarse, pero es que la rapidez con la que ingieres la comida tiene otros efectos peligrosos. Los investigadores del CIBEROBN y de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV) han publicado un estudio que relaciona directamente la velocidad con la que ingerimos los alimentos y el aumento de los triglicéridos en sangre.

Diversos estudios han demostrado la importancia de no dormir más de 5 o 6 horas, ya que se asocia a un aumento de la obesidad

Y no solo eso: varios estudios anteriores habían establecido una relación con el aumento de sobrepeso, obesidad y prevalencia de diabetes tipo 2, especialmente porque un repentino pico de ingesta de calorías puede interferir con las señales de saciedad que envía el cerebro, incapaz de procesarlo, lo que a la larga lleva a engordar.

Además, cuando te pongas frente al plato hazlo sin ningún dispositivo al lado tuyo. Debes estar mentalizado y saber qué es lo que estás haciendo. No te distraigas y establece una serie de normas que te hagan darte cuenta de lo que estás ingeriendo a cada momento. También es importante que te concentres en lo que puedes y no tomar. Ten el control y nunca deberás arrepentirte de nada.

Controla el estrés

Cuando estamos constantemente estresados, el cortisol puede permanecer en el torrente sanguíneo más tiempo, provocando que aumente el apetito. Un estudio demostró que las personas que se sometían a un programa antiestrés reducían su obesidad por lo que es positivo hacer actividades al aire libre para manejar este problema.

Deja claro por qué quieres perder peso. "Mientras que los hombres tienden a mantener claros sus objetivos generales para el resto de cosas, a menudo no piensan en la meta cuando se enfrentan a un plato que quieren comer", asegura Deborah Beck Busis, coautora de 'The Diet Trap Solution', a 'Men's Health'. "Haz una lista de las cinco o diez razones más convincentes para perder peso y léelas al menos una vez al día", añade.