Así adelgazó 45 kilos y solucionó sus problemas de salud
La obesidad va acompañada también de otras enfermedades que pueden hacerte la vida imposible. Tomar medidas contra ella es lo mejor que puedes hacer por ti
Si quieres perder peso y mejorar tu salud, lo mejor que puedes hacer es inspirarte en alguien. Conocer la historia de personas que como tú, quisieron cambiar y lo consiguieron, te ayudará a esforzarte y ser consciente de que puedes llegar a donde quieras.
Para comenzar este viaje de adelgazamiento no es necesario cambiarlo todo de la noche a la mañana, puedes ir a poco a poco estableciendo metas a corto plazo que no te cuesten mucho e ir aumentándolas cuando te veas capaz. No te rindas, no pasa nada por fallar, lo importante es que continúes en el camino.
Christine Trimpe, de Berkley, Michigan, tiene 52 años y sobrepeso desde la universidad. Lo intentó todo por controlar sus kilos: programas famosos de dietas, pastillas, un régimen de conteo de calorías... y nada dio los resultados que tanto le habían prometido. Nada funcionó a largo plazo. Su salud se encontraba en uno de los peores puntos que recordaba, pero descubrió la solución que acabó por salvarle la vida.
Solucionar tus malos hábitos alimenticios puede ser la clave para no solo adelgazar sino curar otras enfermedades relacionadas con el sobrepeso
A medida que engordaba luchaba con su fatiga extrema, vista nublada, dolores de rodilla, manos hinchadas y depresión. "Pasé mucho tiempo recostada en el sofá durmiendo la siesta y evitando vivir", asegura en 'Reader's Digest'. Además, un par de años antes le diagnosticaron apnea obstructiva del sueño y comenzó a experimentar cólicos menstruales graves.
¿La clave?
Su ginecólogo ordenó ecografías pélvicas y abdominales. Las exploraciones revelaron que Trimpe tenía quistes ováricos, su médico le diagnosticó algo aún más grave: la enfermedad del hígado graso no alcohólico, una condición que se produce por una acumulación de grasa dentro de las células hepáticas. Es el tipo más común esta afección y aproximadamente un tercio de los estadounidenses la padecen, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. ¿Lo peor de todo? Que va en aumento.
A nivel mundial adecta al 20-40% de la población. En España, la frecuencia de hígado graso en la población general en el año 2016 era del 22,9% (10.532.000 casos) estimándose que para 2030 esta frecuencia aumentará al 27,6% (cerca de 12.700.000 personas), según un estudio publicado en el 'Journal of Hepatology'.
Los médicos pueden detectar esta enfermedad con análisis de sangre, pruebas de imagen o una biopsia del órgano. Como no tiene síntomas obvios a menudo se detecta tarde cuando el órgano ya ha sufrido un daño grave, por eso se lo conoce como un asesino silencioso. La gran mayoría de pacientes que acuden a una consulta de hepatología para ser evaluados es porque, o bien se han hecho una ecografía abdominal por cualquier otro motivo que ha mostrado que tienen grasa en el hígado, o bien porque un análisis de rutina ha revelado que tienen las transaminasas altas.
¿Qué se puede hacer?
Esta acumulación de grasa va asociada, habitualmente, a la obesidad y a las enfermedades relacionadas con ella, como la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia o síndrome metabólico. En la mayoría de los pacientes, no tendrá mayores consecuencias. Pero en torno a un 20% de ellos desarrollará NASH, una enfermedad progresiva que provoca fibrosis hepática. Si no se trata a tiempo puede derivar en cirrosis y como consecuencia necesitar un transplante.
A medida que cogía peso luchaba con su fatiga extrema, mente nublada, dolores de rodilla, manos hinchadas , depresión e hígado graso
Solucionar tus malos hábitos alimenticios puede ser la clave para curarte. Al menos, en esta estadounidense funcionó. Así empezó la dieta cetogénica, un enfoque extremadamente bajo en carbohidratos que obliga al cuerpo a quemar grasas en lugar de azúcar para obtener energía.
Algunos expertos desconfían del plan de alimentación, pero investigaciones previas sugieren que puede ayudar a personas como Trimple. Así pues se puso manos a la obra: 5% de carbohidratos, 20-25% de proteínas y 70-75% de grasas saludables. "No podía creer lo llena que me sentían con este plan de alimentación. Podía pasar horas sin comer. Solo el primer mes me quité 6 kilos", asegura.
En un año adelgazó 45 y los síntomas de esta enfermedad hepática habían desaparecido por completo. Además, las siguientes ecografías revelaron que sus quistes se habían reducido. Así que decidió compartir su historia para que otros como ella puedan disfrutar de los beneficios de unos correctos hábitos alimenticios. "Querer cambiar tu estilo de vida solo es el primer paso para estar sano", concluye.
Si quieres perder peso y mejorar tu salud, lo mejor que puedes hacer es inspirarte en alguien. Conocer la historia de personas que como tú, quisieron cambiar y lo consiguieron, te ayudará a esforzarte y ser consciente de que puedes llegar a donde quieras.