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Los siete alimentos que te fastidian el sueño (y arruinan tu descanso)
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Los siete alimentos que te fastidian el sueño (y arruinan tu descanso)

Hay una serie de comidas que hacen que sea más difícil dormir del tirón. Ten cuidado con lo que tomas por las noches; tu yo de las mañanas te lo agradecerá

Foto: ¿Qué he comido que no debía? (iStock)
¿Qué he comido que no debía? (iStock)

Tic, tac, tic, tac. Envuelto en la oscuridad de tu cuarto, coges el móvil de la mesilla para ver qué hora es. Son las tres de la mañana, lo que quiere decir que todo indica que tienes por delante otra noche de insomnio y frustración. Mientras barajas en silencio las causas de tu habitual desvelo, es probable se te pase por alto que quizá lo que haces durante el día es lo que te está impidiendo dormir bien por la noche.

Durante años se ha advertido de que el número de horas de sueño está directamente relacionado con el hambre y con el peso corporal. Según el estudio pionero que demostró la correlación, publicado en la revista 'Sleep', cuanto más tarde nos acostemos, más se disparará nuestro apetito por alimentos con un alto contenido calórico y de carbohidratos y, por lo tanto, más probabilidades tendremos de engordar. Pero, ¿y si este paralelismo también se diese en el caso contrario?

El chocolate es uno de los alimentos que más cafeína contienen. A mayor porcentaje de cacao, más nos costará conciliar el sueño

El primero en alertar sobre la conexión entre la dieta y el sueño, allá por 2013, fue una investigación de la Universidad de Pensilvania. Además de los efectos perjudiciales de la cafeína y la nicotina, el estudio concluyó que aquellos que duermen peor ingieren un mayor número de calorías a lo largo del día, mientras que los que concilian bien el sueño se caracterizan por seguir una dieta más equilibrada. En definitiva, lo que comes influye, y mucho, en tus ciclos del sueño. Ten cuidado con lo que comes; tu yo de las mañanas te lo agradecerá.

Tomate

placeholder Dile a la 'mamma' que mejor para comer que para cenar. (iStock)
Dile a la 'mamma' que mejor para comer que para cenar. (iStock)

Es uno de los alimentos menos recomendados para la noche, ya que puede provocar indigestiones o acidez estomacal. Este reflujo y su correspondiente sensación ardiente pueden hacernos sentir incómodos. A su vez, contiene tiramina, un aminoácido que hace que el cerebro libere un estimulante que aumenta la actividad cerebral y, por tanto, inhibe el sueño. A la hora de acostarse, evita el tomate, ya sea como fruta, salsa, sopa o incluso en pizzas.

Chocolate

placeholder Bombones de post-cena navideña. (iStock)
Bombones de post-cena navideña. (iStock)

Sabemos lo que estás pensando, ¿cómo es que algo tan bueno puede ser perjudicial? ¿Quién no ha disfrutado del placer de tomar una onza de chocolate, a modo de postre, antes de irse a la cama? Pues bien, si a la mañana siguiente tienes que madrugar, quizá no sea lo más recomendable porque lo cierto es que este alimento contiene cafeína (es uno de los que más aportan en la dieta). A mayor porcentaje de cacao (cuanto más negro sea), más nos costará conciliar el sueño. Asimismo, tiene otros estimulantes como la teobromina, que causa un aumento en la frecuencia cardíaca. Para evitar estos dos elementos (aunque no el azúcar, que también te hace estar más activo), el blanco es más aconsejable.

Refrescos

Al igual que el chocolate, hay multitud de refrescos que contienen altas cantidades de cafeína y azúcar. Además, algunos tienen aspartamo, un edulcorante artificial asociado con trastornos del sueño.

Hidratarse por la noche todo lo que no se ha hecho durante el resto del día no solo causa hinchazón, sino también constantes idas y venidas al baño

Según concluyó un estudio de la Universidad de California en San Francisco, las personas que duermen cinco o menos horas por la noche suelen beber más refrescos, sodas y bebidas energéticas: “Creemos que puede haber un circuito de retroalimentación positiva donde las bebidas azucaradas y la pérdida de sueño se refuerzan mutuamente, lo que hace más difícil para que las personas dejen de consumir tanto azúcar”.

Alcohol

Quizá ya te hayas dado cuenta de que las noches en las que cae alguna que otra copa duermes peor. Mientras que el alcohol efectivamente ayuda a conciliar el sueño en poco tiempo, se ha demostrado que la bebida provoca un sueño de baja calidad, con interrupciones nocturnas y un menor tiempo en la fase REM. Los efectos varían mucho: desde sudores hasta sueños muy vívidos. Todo esto sin mencionar los conocidos y temidos efectos de la resaca del día siguiente.

Foto: ¿Cerveza o copa? Que la noche decida. (iStock)

Carne roja

placeholder No es lo más fácil de digerir. (iStock)
No es lo más fácil de digerir. (iStock)

La OMS fue clara: no hay que dejar de comer carne roja, pero sí menos. Y nosotros, siguiendo las directrices de la organización, nos damos el gusto de cenar un buen entrecot de vez en cuando. Sin embargo, se ha demostrado que los alimentos con alto contenido en grasas saturadas tardan más en digerirse y que, por lo tanto, pueden dificultar el sueño. Asimismo, y a diferencia de los hidratos de carbono, las proteínas tardan más en digerirse. Ahórrale el trabajo extra a tu cuerpo por la noche y procura no tomar muchas cantidades de proteínas durante la cena.

Comidas picantes

Si ya nos cuesta digerir la carne roja, la comida picante la supera con creces. Si bien es recomendable para acelerar el metabolismo, también pueden propiciar una noche de insomnio. Se supone que nuestro cuerpo debe descansar y recuperarse durante la noche, y comer picante una o dos horas antes de irse a la cama no es lo más recomendable: además de elevar nuestra temperatura corporal, pueden causar acidez estomacal.

Foto: La ciencia ha intentado averiguar qué ocurre en nuestro cerebro cuando comemos guindillas o chile. (iStock)

Agua

placeholder No hay que pasarse. (iStock)
No hay que pasarse. (iStock)

Tomar agua por las noches es más que recomendable. Sin embargo, hay gente que tiene el hábito que usar ese momento para hidratarse todo lo que no lo ha hecho durante el resto del día, lo que no solo causa una hinchazón inusual, sino también constantes idas y venidas al baño. Es mucho mejor beber de forma constante desde que te levantas hasta la noche, siempre que tengas sed.

Tic, tac, tic, tac. Envuelto en la oscuridad de tu cuarto, coges el móvil de la mesilla para ver qué hora es. Son las tres de la mañana, lo que quiere decir que todo indica que tienes por delante otra noche de insomnio y frustración. Mientras barajas en silencio las causas de tu habitual desvelo, es probable se te pase por alto que quizá lo que haces durante el día es lo que te está impidiendo dormir bien por la noche.

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