Sale a la luz el secreto mejor guardado de Antonia en 'La Moderna'

• Nuevo encontronazo entre Matilde y doña Carla en La Moderna: "Íñigo me quiere a mí"
• Avance del capítulo 129 de La Moderna del miércoles, 27 de marzo

El secreto de Antonia no puede ocultarse más tiempo en el Salón de té La Moderna. En el capítulo de este miércoles, Pietro descubre la realidad de la situación de Marta. Mientras, Inés consigue ser readmitida en el Madrid Cabaret. La joven sigue órdenes de Bernabé y no puede negarse a emprender la última misión planeada por el estafador.

Carla y Matilde se han vuelto a enfrentar en el capítulo anterior, mientras Íñigo ha intentado mediar entre su amiga y su prometida. Por otro lado, Cañete se ha mostrado apenado porque cree que con la llegada de Mario y su soltería ha perdido toda ocasión de avanzar en su relación con Teresa. Por su parte, Lázara ha sido contratada como nueva dependienta de las galerías, y lo mismo ha sucedido con César Morel que, a partir de ahora, cogerá las riendas del Madrid Cabaret.

Una rabiosa doña Carla le recuerda a Matilde que su dinero y su sangre han salvado a Íñigo. "Parece que el destino está de mi parte", dice altiva la empresaria. La viuda de Morcuende cree que la unión de la joven con Íñigo es una treta para ser una mantenida y dejar atrás su miserable vida. El desdén de la villana de La Moderna saca lo peor de la mayor de los Garcés.

Pietro descubre la verdad y ayuda a Antonia

Doña Bárbara vuelve a citarse con su hija para recordarle un favor que requiere premura. La mujer necesita que Carla medie en el círculo empresarial para que Fabio se gane el apoyo de la gente de mayor poder de la capital. Además, le sugiere que se aproveche de la debilidad de Íñigo. De esa forma, terminará por conquistarle. Por otro lado, Antonia finge un catarro para no acudir a trabajar a La Moderna y así quedarse a cuidar a Martita.

Matilde le comunica a su vecina de corrala que la policía le interrogó sobre don Cecilio y la posible implicación de Marta en la muerte de su tío Higinio. En una situación así, Antonia asegura que nadie puede ayudarle. Por su parte, doña Bárbara le pide que organice un encuentro con los jóvenes financieros. Además, Laurita se ha retrasado y no ha llegado a su cita con el redactor jefe de una prestigiosa revista.

Don Fermín asegura que el señor Galán no está predispuesto a colaborar con La Moderna. El periodista se ha marchado muy disgustado, ya que quería hablar con la responsable de publicidad. Laurita no se va a quedar de brazos cruzados y quiere llamarle para que cambie de opinión. Por su lado, en el despacho de doña Carla, Bárbara cree que ya ha llegado el momento de que su hija asuma que Íñigo nunca estará con ella. "No voy a falsear una realidad solo por complacerte", asegura su madre.

Doña Carla rompe a llorar tras darse cuenta de una realidad que le hace mucho daño: su amor con Íñigo no es correspondido. Por otro lado, Cañete se siente extrañado ante la tardanza de Teresa. El jefe de camareros se ha enterado de que a primera hora se ha presentado en la tienda de gramolas. La encargada se enfada y le pide que deje de controlarle. Bastante tiene ella con tener que ver a Mario todos los días.

Inés se presenta en el Madrid Cabaret para intentar recuperar su puesto como camarera. La joven se entrevista con César, y le pide una oportunidad. Ella se conoce el local como ninguna otra candidata. "Está usted contratada", le comunica el nuevo gerente, mientras le pide que intente ser menos habladora en el trabajo.

Nueva batalla perdida para doña Carla

Matilde visita las galerías. La joven se pone nostálgica y asegura que ya echaba de menos el trajín de las bandejas. Don Fermín le deja las puertas abiertas para que regrese, aunque sea a tiempo parcial. Por otro lado, doña Lázara se incorpora como nueva dependienta. Trini le deberá explicar cuáles son sus funciones y hacerle un tour por las instalaciones del salón.

La nueva compañera le exige que no le tutee. "He visto algún comportamiento de relajación en sus compañeros", dice la nueva llegada, que se muestra exigente y sin pelos en la lengua. En la corrala, Pietro se presenta en casa de Antonia, ya que sospecha que oculta algo. "¿Hasta cuándo va a seguir mintiendo?", pregunta el pastelero que sabe que su amiga ha fingido un problema de salud.

Antonia se ve obligada a contarle la verdad a Pietro. En ese momento, aparece Marta que se desmaya en los brazos del italiano. A la joven no le baja la fiebre. El vecino de la dependienta sugiere que le lleven al hospital, pero es mejor que le atiendan en casa. Por su parte, Lázara le pide respeto a Trini, mientras ella no aguanta sus insolencias.

Cañete está a punto de tirar la toalla con Teresa. Por su lado, Jacobo está en libertad gracias a Aguirre. El joven sale de la pensión procurada por el empresario. Se ha cansado de esconderse. "Por ahora le necesito viva", explica el antiguo compañero de cartas de don Fermín. Ambos quieren aliarse para acabar con doña Carla. Mientras, Inés acude al anticuario de Bernabé, que intenta agasajarle con otro regalo.

La mayor de las Valbuena le comunica que ha sido readmitida en el Madrid Cabaret. Aún tiene que pensar qué favor le va a pedir. Bernabé quiere que robe la colección de botellas del Madrid Cabaret, un trabajo que iba para Raimundo y Emilio. Por otro lado, Matilde se presenta en el despacho de doña Carla. En casa de Antonia, un médico ya ha atendido a Marta. Pietro ha fingido ser su tío.

Mientras, Inés teme acabar mal parada en la misión encomendada por Bernabé. Por último, Matilde quiere zanjar la conversación con doña Carla y le deja las cosas claras. "No tengo ningún interés en volver a verle", apunta la prometida de Íñigo. La joven le hace ver que su amor con Íñigo es puro y verdadero. La villana de La Moderna le echa de su despacho. Nueva batalla perdida para la interesada viuda de don Jaime de Morcuende.