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Nuevo encontronazo entre Matilde y doña Carla en 'La Moderna': "Íñigo me quiere a mí"
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CAPÍTULO 128

Nuevo encontronazo entre Matilde y doña Carla en 'La Moderna': "Íñigo me quiere a mí"

Doña Lázara y César Morel se incorporan como nuevos empleados del Madrid Cabaret y del salón de té, respectivamente. Además, Antonia sigue ocultando a Marta en su casa

Foto: Lázara se incorpora como nueva dependienta en el capítulo 128 de 'La Moderna' (RTVE)
Lázara se incorpora como nueva dependienta en el capítulo 128 de 'La Moderna' (RTVE)

La situación de Marta cada vez es más desesperada en el Salón de té La Moderna. Mientras, la joven espera una solución para demostrar su inocencia, Antonia continúa cuidando de ella. En el episodio anterior, Íñigo ha perdido el conocimiento. Su herida se ha abierto, lo que ha generado gran preocupación en Matilde. Además, Mario ha encontrado trabajo en la tienda de gramolas, mientras Teresa parece haber encontrado a la dependienta ideal.

La última idea publicitaria de Laurita ha cautivado a don Fermín. El jefe de La Moderna ha dado luz verde a la campaña de promoción en todos los cinematógrafos de la capital. Por otro lado, la sobrina del director del local ha sugerido acudir a la policía y denunciar a Bernabé, pero su hermana Inés prefiere esperar. Además, Antonia se ha dado cuenta de que Martita tiene fiebre muy alta.

El doctor acude para realizar una cura a Íñigo. "Nos has dado un susto de muerte", asegura Matilde. Al empresario se le han saltado varios puntos. Sin embargo, él está convencido de que es una falsa alarma. El joven tiene que estarse quieto y guardar reposo. Aunque no le resulta fácil, el empresario tendrá que hacer un esfuerzo hasta recuperarse por completo.

La rebeldía de Íñigo

Aunque todavía está convaleciente, Íñigo no pierde el ánimo y bromea con Matilde sobre su próxima (y fingida) cita con unas amigas en el Madrid Cabaret. Por otro lado, Antonia intenta bajar la fiebre a Marta. En ese momento, aparece Pietro, por lo que la joven deberá esconderse para no ser descubierta. El pastelero ha estado a punto de darse cuenta de la realidad. Su amiga finge estar enferma para cubrir a Martita.

Mario se presenta a primera hora en el salón de té. El joven le cuenta a Teresa que empezará a trabajar en la tienda de gramolas. Cañete no tolera ni un día más tener cerca a la expareja de su gran ilusión. La mano derecha de don Fermín no quiere ajustar cuentas del pasado. Sin embargo, él necesita disculparse y tener una conversación con la que un día fue su prometida.

El personaje interpretado por Álex Adrover quiere quedar con ella y explicarse, pero Teresa no quiere reabrir viejas heridas, unas que han costado mucho tiempo en sanar. Por otro lado, Carla convence a Íñigo para que se siente en el sillón y se recupere. En ese instante, César Morel se presenta en casa del empresario. Es el candidato que ha encontrado la villana de La Moderna para llevar las riendas del Madrid Cabaret. "Es lo que necesitamos para conducir a la clientela", explica la viuda de Morcuende.

El candidato con experiencia en la gestión de locales nocturnos le sugiere que no deberían demorarse en abrir las puertas. "Bienvenido al Madrid Cabaret". El empresario da luz a verde a la contratación de César Morel. Por su parte, Teresa le presenta a don Fermín la candidatura de Lázara, la que considera la aspirante ideal para el puesto de dependienta.

Teresa asegura que Lázara y ella tienen un carácter parecido, por lo que se entenderán muy bien en el salón. En el apartamento de Íñigo, Carla insiste en que en su casa estaría mejor cuidado, mientras se interesa por sus planes de boda. Por otro lado, don Fermín tiene en mente a otra candidata. Sin embargo, Teresa no lo ve claro, ya que no tiene experiencia de cara al público.

César Morel, nueva víctima de Bernabé

Matilde y Clarita leen el primer telegrama de Luisa procedente de Roma. "Algún día iremos", promete la mayor de la familia Garcés sobre su futuro viaje a la capital italiana. Por su parte, Lázara solicita que le enseñen hasta el último rincón del salón de té. La joven que se define como exigente está a punto de ganarse el aprecio de don Fermín. El jefe no entiende cómo se conforma con un trabajo de dependienta cuando ha sido jefa de sección de unos importantes almacenes. Finalmente, Lázara es contratada.

Es la única que ha exigido que se le trate de usted. Clarita tiene miedo a quedarse sola cuando Matilde e Íñigo se casen. Sin embargo, no tiene por qué preocuparse porque su hermana le promete que se irá con ellos. Mientras, César Morel se presenta a los empleados del Madrid Cabaret. Bernabé se ofrece para hacer contrabando de licores (y con amenazas de por medio), pero el gerente se niega a hacer negocios con el líder de las extorsiones.

Doña Bárbara no tiene en mente irse a vivir con Fabio. La madre de Carla prefiere tener su independencia. La mujer se ofrece para impulsar su carrera política. Su hija podría ayudarle y contar con el apoyo del círculo de empresarios. Al diplomático no se le demasiado convencido, pero se dejará guiar. Por otro lado, don Fermín felicita a Laurita por su último éxito. "Habían agotado todas las existencias", explica el jefe de La Moderna tras el buen recibimiento de su anuncio sobre el pastel de grosellas y frutos rojos. Ahora, su siguiente meta es conseguir un reportaje para proyectar su negocio más allá de Madrid.

Bernabé empieza a impacientarse con Inés. La joven se está volviendo demasiado misteriosa. El hombre le presiona para que vuelva a trabajar en el Madrid Cabaret. La mayor de las Valbuena le cuenta a Laurita que está pensando retomar su puesto de camarera. No por gusto, sino por unas coacciones de las que no puede librarse.

Doña Bárbara le pide ayuda a Carla para que organice un encuentro para que el presidente del círculo de empresarios conozca a Fabio del Moral. La presencia de Aguirre en el Madrid Cabaret inquieta a la viuda de Morcuende. Por otro lado, Cañete sospecha que la vuelta de Mario pueda despertar algún sentimiento en Teresa. "Sabía que venía a por ella", se lamenta el camarero.

Matilde se presenta en el apartamento de Íñigo, pero ha llegado tarde. Doña Carla se ha adelantado y le ha traído la cena al empresario. "En mi casa estaría atendido todo el día". El enfermo le pide que no hable así a su prometida. La mayor de los Garcés no quiere que se entrometa en la vida de Íñigo. La villana es incansable, pero su fortuna no servirá de nada. Nunca podrá conseguir su amor. "Íñigo me quiere a mí", insiste Matilde.

La situación de Marta cada vez es más desesperada en el Salón de té La Moderna. Mientras, la joven espera una solución para demostrar su inocencia, Antonia continúa cuidando de ella. En el episodio anterior, Íñigo ha perdido el conocimiento. Su herida se ha abierto, lo que ha generado gran preocupación en Matilde. Además, Mario ha encontrado trabajo en la tienda de gramolas, mientras Teresa parece haber encontrado a la dependienta ideal.

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