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Íñigo cree que es una buena idea aplazar su boda con Matilde en 'La Moderna'
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CAPÍTULO 112

Íñigo cree que es una buena idea aplazar su boda con Matilde en 'La Moderna'

Cañete se declara a Teresa, mientras que Íñigo sigue el consejo de doña Carla y decide aplazar su boda con Matilde. Además, Antonia decide enviar una carta a Marta para contarle que ha recuperado su casa y quiere que vuelva con ella

Foto: Íñigo y Matilde, en un momento del capítulo 112 de 'La Moderna' (RTVE)
Íñigo y Matilde, en un momento del capítulo 112 de 'La Moderna' (RTVE)

Los espectadores del Salón de té La Moderna disfrutaron de un final de capítulo que dejó a doña Carla en la estacada. Matilde ha aparecido en el velatorio de Pascual para acompañar a Íñigo en tan duro trance. La dependienta le ha propuesto a su novio retomar sus planes de boda. La cara de la villana de la serie de sobremesa de La 1 de TVE ha sido un poema, al escuchar a la pareja hablar de su futuro.

En el episodio anterior, Íñigo se ha encontrado a su padre muerto, mientras que doña Carla ha disimulado su mezquindad para ganarse un aprecio que está envenenado. Por otro lado, don Cecilio ha saldado la deuda de Antonia. A cambio, Marta ha accedido a la petición del empresario. Además, Teresa ha tomado distancia con Cañete y se ha enfadado con Trini al enterarse de que el camarero sintió algo por su compañera en el pasado.

Doña Carla tiene que escuchar de la boca de Íñigo que Matilde y él están comprometidos. El empresario sigue dando vueltas a una carta que su padre quiso mandar horas antes de su deceso. El dueño del Madrid Cabaret se siente culpable de no haber estado con él, pero no es lo que realmente pasó. Detrás de su muerte, está una doña Carla, maleante que le dejó morir como a un perro abandonado.

Cañete se declara

Cañete cree que la única forma de tener una posibilidad con Teresa es confesarle el vínculo que existe entre Miguel y Trini. Sin embargo, el matrimonio le pide que se quite esa idea de la cabeza y que busque la manera de convencer a la encargada que no hay ningún resquicio sentimental hacia su compañera. Por otro lado, Laurita le cuenta a su hermana que tuvo que ir a hablar con Emilio para que medie entre una relación que nadie aprueba.

Inés celebra que el camarero le haya cantado las cuarenta a Bernabé, ya que no ha olvidado a su última conquista. La hermana de Laurita promete que va a encontrar trabajo pronto. Durante el velatorio, Carla acusa a Matilde de presionar a Íñigo para que se case con ella. La joven lo único que ha hecho es pensar en su prometido y luchar por su amor. La mayor de los Garcés deja claro que nadie va a impedir su boda, mientras le exige respeto ante una situación tan delicada.

Antonia se acerca a don Fermín para preguntarle si él fue el responsable de saldar la deuda. Las compañeras del salón celebran que la dependienta haya recuperado su casa. En la corrala, Conchita intenta que le cuadren las cuentas para poder costear el viaje a Barcelona, pero parece que los sueldos de todas no son suficientes. Luisa ha cobrado el premio del figurín, lo que puede ser un buen impulso. Además, Emilio también quiere prestar su ayuda. Sin embargo, su tía no quiere estar en deuda con nadie y prefiere que sean ellas las que se encarguen de este asunto.

Pietro niega haber sido el responsable del milagro de Antonia. La empleada del salón piensa quién pudo haber pagado su deuda con el banco. El italiano cree que la estafadora que engañó a su amiga quizás haya querido enmendar sus errores, pero enseguida ambos descartan esa posibilidad. Pietro se come el último quesito de Esperanza. Por otro lado, Íñigo y Matilde desprecian la ayuda envenenada de doña Carla.

Esperanza se da cuenta de que Pietro se ha comido el último quesito que quedaba en la caja. La empleada acusa de sinvergüenza al pastelero mientras él asegura que encontró una figurita. "Ahora mismo va a ir a buscarla", le espeta su compañera que necesita ganar ese viaje. Teresa comparte con don Fermín que los ingresos de venta han incrementado en los últimos días gracias a las cuñas creadas por su sobrina. Pietro se queda sorprendido ante el mal humor de su jefe.

Emilio le cuenta a Luisa que ha vuelto a ver a su hermano. La ilustradora se siente dolida al ver que su pareja no le ha contado la verdad desde el principio. El camarero asegura que Bernabé le tiene escondido. La joven le hace saber que si no denuncia, de alguna forma, es cómplice. La hermana de Matilde teme que su pareja vuelva a las andadas. Por otro lado, Antonia quiere que Marta regrese a la corrala con ella, pero no sabe cómo contactar con ella, por lo que piensa en ir hasta el pueblo. Su amigo cree que lo más efectivo es enviar una carta.

"De lo que puedes estar segura es que no voy a volver a delinquir", le promete Emilio a Luisa. La joven le apoya en una encrucijada que puede acabar de una manera poco favorable para el camarero del Madrid Cabaret. Mientras tanto, doña Carla se presenta en casa de Íñigo para traerle algo de comida.

El empresario no va a ir a trabajar, ya que necesita recuperarse. La viuda de don Jaime de Morcuende le cuenta que en el funeral de su padre había algunos periodistas. Carla saca a relucir el tema de la boda "Una lástima que tu padre no llegara a veros casados", se lamenta la empresaria. Carla cree que podría ser escandaloso el hecho de que se case mientras está de luto, y dice que Matilde opina lo mismo. De nuevo, la villana malmete contra su pareja con el objetivo de que esa boda nunca llegue a celebrarse.

Conchita tiene un mal presentimiento sobre la deuda de Antonia. Por otro lado, Teresa felicita a Laurita por el éxito de las cuñas radiofónicas que han ayudado a aumentar las ventas del salón. La encargada quiere acompañar a su compañera para no tener que encontrarse con Cañete, pero no ha servido de nada.

Cañete se declara a Teresa. Sin embargo, la mujer no puede olvidar su historia con Trini. El camarero necesita saber si ese sentimiento es mutuo. La encargada de La Moderna sale corriendo. Mientras, don Fermín se enfada al ver que Aguirre es el único que se presenta para jugar a las cartas.

El socio de doña Carla ha cancelado la partida, algo que enfurece al dueño del salón de té que necesita recuperar su dinero. Finalmente, Íñigo cree que es buena idea aplazar la boda, mientras Matilde está convencida de que es una decisión alentada por Carla.

Los espectadores del Salón de té La Moderna disfrutaron de un final de capítulo que dejó a doña Carla en la estacada. Matilde ha aparecido en el velatorio de Pascual para acompañar a Íñigo en tan duro trance. La dependienta le ha propuesto a su novio retomar sus planes de boda. La cara de la villana de la serie de sobremesa de La 1 de TVE ha sido un poema, al escuchar a la pareja hablar de su futuro.

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