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Avance del capítulo 109 de 'La Moderna' del miércoles, 28 de febrero
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CONTIENE 'SPOILERS'

Avance del capítulo 109 de 'La Moderna' del miércoles, 28 de febrero

En el capítulo de este miércoles del melodrama romántico de La 1 de TVE, Pascual intercede en la relación entre Íñigo y Matilde, mientras que Cañete se marcha disgustado de la academia de danza al ver que Teresa prefiere bailar con otra persona

Foto: Imagen de Marta durante el capítulo 109 de 'La Moderna' (RTVE)
Imagen de Marta durante el capítulo 109 de 'La Moderna' (RTVE)

No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. El refranero español es bien sabio y en el Salón de té La Moderna parecen seguirlo a pies juntillas cuando Teresa desprecia a Cañete como compañero de baile y el camarero se marcha completamente disgustado.

Lo hace sin ni siquiera despedirse de la mujer a la que empezó a ver como algo más que una superiora con muy mal genio. Además, en el capítulo de este miércoles, Antonia recibe la ayuda económica de sus amigas del salón y Conchita se ofrece para que se queden en su casa. Por su parte, Doña Carla conspira para que la vuelta de Jacobo no le genere más problemas en sus entramados empresariales.

Foto: Íñigo y Matilde se reconcilian en el capítulo 109 de 'La Moderna' (RTVE)

Avance del capítulo 109

El único objetivo de Pascual es ver cómo el amor sonríe para Matilde e Íñigo. En la corrala, Luisa consigue urdir un plan para que Josefa confiese que ha sido la responsable del robo de su figurín.

Además, Antonia empieza a ver la luz al final del túnel gracias a la generosidad de sus compañeras que le ayudan en sus problemas económicos. Incluso, Conchita ofrece la casa de los Garcés en caso de que tenga lugar el terrible desenlace.

Don Cecilio no se ha ido de la vida de Marta y su empeño en colmar de bienes a la joven podría servir para evitar el desahucio. Mientras, Teresa sigue con dudas y no sabe si volver a las clases de baile y, finalmente, será Trini la que le convenza de acudir a la academia.

Sin embargo, la encargada no baila con Cañete, sino con su compañera del salón. Por eso, el camarero se verá obligado a poner tierra de por medio y olvidar sus sentimientos. Finalmente, doña Carla confabula para que la presencia del hijo de don Jaime de Morcuende no le suponga ningún problema.

No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. El refranero español es bien sabio y en el Salón de té La Moderna parecen seguirlo a pies juntillas cuando Teresa desprecia a Cañete como compañero de baile y el camarero se marcha completamente disgustado.

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