La vida de Jacobo, en manos de doña Carla, en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 108 de La Moderna del martes, 27 de febrero
• El desmayo de Pascual tiñe de preocupación el encuentro de Íñigo y Matilde en La Moderna

​Los sueños románticos no desaparecen de la mente de Teresa. La encargada se imagina bailando con Cañete como una enamorada empedernida en el capítulo que este martes emite la Corporación pública a partir de las 16:30 horas. En el episodio anterior, Bernabé ha continuado amenazando y violentando a Emilio durante su jornada laboral en el Madrid Cabaret. Además, Matilde e Íñigo se han llevado un buen susto al ser testigos de un fuerte desmayo de Pascual en plena cena.

Por su parte, don Fermín no ha podido solucionar los problemas económicos de Antonia. El nuevo director de la entidad bancaria es demasiado estricto con las condiciones, y parece ser, que el desahucio es inminente. Mientras tanto, Teresa le ha revelado a Trini su impactante desengaño amoroso, el que tuvo con su prometido, que le engañó con una mujer que decía ser su amiga. La empleada teme enfrentarse a una nueva decepción, y de momento, se niega a declararse a Cañete. Además, Jacobo está prisionero.

El doctor ha acudido con la mayor rapidez para atender a Pascual. "Menuda noche te hemos hecho pasar", se lamenta el empresario. Sin embargo, la joven se alegra de haber podido echar una mano. Íñigo no entiende la actitud del médico recomendado por doña Carla, que trata a su padre como un paciente incurable. El padre de Íñigo les pide que no se hagan falsas esperanzas. El desmayo solo ha sido el primer aviso de una batalla que, prácticamente, da por perdida.

Pascual interroga a Matilde sobre sus sentimientos

Lo único que le da fuerza a Pascual es ver que la vida puede sonreír para Íñigo y Matilde. La medicación recetada por el doctor es difícil de encontrar, pero Matilde se ofrece a cuidar del padre de Íñigo antes de ir a sus clases. Aguirre deberá ausentarse de las partidas nocturnas por un compromiso. Don Fermín sospecha que se trata de un tema del corazón. La mujer que le hace suspirar no es otra que doña Carla y, de momento, no tiene ni idea de la atracción que su socio siente por ella.

Cañete está apenado por la ausencia de Teresa en las clases de baile. Trini se compromete a convencer a la encargada de no dejar de lado su pasión. Mientras, el doctor le ha recomendado a Luisa que descanse la vista hasta nueva orden. En el salón, Elías sigue confabulando con que su amigo Cañete pronto terminará en una relación con Trini.

Emilio ha tenido una idea brillante y ha conseguido localizar a Josefa. La joven quiere "hacer algo contundente". Mientras tanto, Bernabé intenta engatusar a Inés, mientras la hermana de Laurita desconfía de las palabras de ese hombre que afirma dedicarse a la compraventa. El enemigo de Emilio le regala una preciosa gargantilla que puede haber sido robada (algo que no sería de extrañar por su trayectoria delictiva).

Las dependientas comentan apenadas el desahucio de Antonia. Matilde se entera de la noticia a través de Esperanza. La mayor de la familia Garcés quiere hacer algo para evitar que su compañera se quede sin casa y propone hacer una colecta. Don Cecilio vuelve a hacer oídos sordos y se presenta en la corrala para hablar con Marta.

La joven toma distancia, antes de que ese malnacido medie palabra. El hombre le pide disculpas. "No quiero que malinterpretes mis intenciones". Según él, tan solo quiere algo de compañía y hablar de sus problemas. La costurera asegura que no quiere ser la mantenida de nadie. Por su parte, Trini defiende a Teresa de las acusaciones de Esperanza. Mientras, Jacobo pide ayuda a gritos desde el cobertizo en el que está prisionero.

Miedo al amor

Laurita vuelve ilusionada a su casa después de que sus cuñas hayan sido locutadas en la radio. La dependienta quiere celebrar su triunfo con su hermana, pero ella parece que tiene planes más apetecibles. La dependienta nota que las prioridades de Inés han cambiado. Además, Bernabé no parece precisamente una buena compañía. Don Fermín aparece por la buhardilla y muestra extrañeza al ver a su sobrina en casa y no en el Madrid Cabaret.

Matilde aparece en el apartamento de Íñigo. Pascual le tomará la lección para un examen que tiene al día siguiente. El padre del empresario aprovecha para descubrir los verdaderos sentimientos de la joven y es demasiado directo. El progenitor asegura que su hijo le ama y le pregunta si es algo recíproco. Por su lado, Inés le cuenta a su tío que ya no trabaja en el Madrid Cabaret y se da cuenta de que Laurita le mintió. Don Fermín siente que sus sobrinas le están tomando el pelo.

Matilde afirma que los sentimientos hacia Íñigo son muy profundos y lo único que les separa son los últimos hechos acaecidos que ella ha sentido como una gran decepción. Pascual compara la situación de la pareja con la que él vivió con su mujer. "Cabe la posibilidad de que mi vida sea feliz sin Íñigo", afirma la dependienta, algo de lo que duda el padre del empresario.

Marta le cuenta a Antonia que el otro día encontró la carta del banco donde se anuncia su desahucio. "En dos días nos echan de casa", asegura la dependienta que lleva meses negociando para no llegar al infierno con el que se ha dado de bruces. En el salón, Teresa intenta dejarse llevar con Cañete y lucha por confesarle sus sentimientos. Hay un motivo que explica su ausencia en la academia: prefiere tomar distancia y no lidiar con sus sentimientos. La encargada le cuenta que un hombre le hizo mucho daño en el pasado y, eso, le convirtió en una mujer desconfiada y con mucho miedo.

Cañete y Teresa bailan cuando no queda nadie en el salón de té bajo una luz tenue, donde ambos vuelven a mirarse a los ojos. Hasta que llega el golpe de realidad: está sola. Se trata de otro hecho fruto de su imaginación. Por otro lado, Marta deja sola a Antonia, mientras que Pietro piensa hacer una locura sin ayuda de nadie para salvar a su amiga del desahucio.

Doña Carla acude al cobertizo. La villana es la responsable del secuestro de Jacobo. El joven no tiene esperanza de poder escapar si ella maneja los hilos. La mujer le quiere pedir un favor, pero el personaje interpretado por Carlos Serrano-Clark se niega a colaborar con una persona de alma renegrida.