La nueva desgracia de Laurita le deja en la estacada en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 81 de La Moderna del lunes, 22 de enero
• Avance semanal de La Moderna: un aborto, una pedida de mano y un beso envenenado

Cuando parecía que el ambiente se había apaciguado en el Salón de té La Moderna, un suceso mantiene en vilo a don Fermín y a las empleadas del distinguido local madrileño. Laurita ha sido atracada en la calle y ha sufrido una fuerte caída y no será el único golpe que deba enfrentar la dependienta en el episodio de este lunes. La joven se recupera en el hospital después de que Fernando Collado le haya propuesto abortar para no perder su triunfal escalada laboral en Hollywood.

Doña Carla ha intentado ganarse el aprecio de Jacobo mientras Trini y Miguel no aguantan a Cañete como inquilino. En el capítulo de este lunes, Aguirre le acusa de ser un farsante y haber utilizado el apellido Morcuende para quedarse con la fortuna de don Jaime. El empresario asegura que su verdadero hijo está muerto.

El malvado socio de doña Carla no solo quiere dinero a cambio de guardar silencio. El exsoldado exige al joven que continúe con sus planes e impugne el testamento y así termine con los deseos empresariales de la perversa villana. Sin embargo, el supuesto hijo de don Jaime sigue afirmando que tiene documentos que acreditan su parentesco con el fallecido.

El chantaje de Aguirre

Por su lado, Aguirre está convencido de que conseguirá una prueba contundente para demostrar su engaño. Según el empresario, el joven estuvo compartiendo celda con el verdadero Jacobo, que no logró escapar y quería buscar a su padre una vez saliera de aquel infierno.

Félix Opeña, como se llama realmente el joven, finalmente confirma que ha suplantado la identidad a Jacobo Morcuende. El joven no quiere acceder al chantaje de Aguirre, pero no le quedará más remedio si no quiere que su secreto vea la luz. Mientras, Trini y Miguel por fin dan con Cañete que quiere pasar la noche en el vestuario de La Moderna.

Cañete oyó a la pareja hablando de él y no precisamente con buenas palabras. Trini le confiesa que la convivencia con él no ha sido fácil mientras su compañero asume que no es ningún caradura. Finalmente, el matrimonio dará una segunda oportunidad al jefe de camareros.

Laurita se despierta totalmente desorientada en el hospital tras su grave caída. Don Fermín le comunica una triste noticia. La dependienta ha perdido el hijo que esperaba y llora desconsolada. La joven se siente apenada por la ausencia de su madre y de Collado, que parece haberla abandonado a su suerte. Su tío intenta animarle en este trance tan doloroso.

Esperanza debate con Antonia el asunto de las propinas y cree que está todo perdido ante la inminente marcha de Matilde, que deberá dejar su rol como encargada adjunta una vez se case con Íñigo. La joven quiere mantener una proporción equitativa para que los camareros tampoco salgan perdiendo dinero. Mientras, Teresa anuncia a las empleadas que Laurita ha tenido un accidente.

Rosario disfruta de su nueva vida como costurera. La matriarca de los Garcés teme que haya pocos clientes, pero Luisa y Pablo celebran el ánimo positivo de su madre al conseguir su primera clienta. Por otro lado, Aguirre finge a las mil maravillas delante de doña Carla y celebra sus intenciones hacia Jacobo. La viuda de don Jaime compara al supuesto Jacobo con un perro manso al que puede manejar a su antojo.

Luisa sigue molesta con Emilio y prefiere centrarse en el trabajo y mantener distancia con su antiguo amigo. Pablo siente pena por su compañero de trapicheos que ahora debe enfrentar el juicio de Raimundo. Por su lado, don Fermín habla con su hermana sobre la situación actual de Laurita.

El propietario de La Moderna desaprueba la actitud de su hermana por no haber ido a visitar a Laurita. La mujer sigue rechazando a la joven por haber vulnerado la reputación de su familia y celebra la alegría tras conocer la noticia sobre su aborto. Gabriela se niega a prestar ayuda a su hija mientras don Fermín no entiende la poca humanidad que tiene su hermana.

Matilde se ha dado cuenta de que su madre quiere una pedida de mano tradicional y así se lo hace saber a Íñigo. Miguel, sufridor de las malas formas de Cañete, le plantea a Elías compartir a su compañero como inquilino. Por otro lado, doña Carla se interesa por la relación de Íñigo y Jacobo mientras sus celos salen a relucir después de que ver a Matilde luciendo su anillo de compromiso.

Esperanza, Pietro y Trini visitan a Laurita en el hospital y le sacan una sonrisa que ya le hacía falta. La dependienta les cuenta a sus compañeras que fue a la consulta para terminar con el embarazo, pero no se vio con fuerzas para entrar y finalmente ha perdido el bebé que esperaba. La joven les pide que guarden el secreto. Su hermana Inés también aparece para darle un abrazo.

Doña Carla recibe con alegría la visita de Jacobo. El joven tiene algo importante que contarle y quiere invitarle a cenar. La empresaria asegura que ha estado intranquila en su ausencia mientras el impostor comparte con ella su deseo de impugnar el testamento de don Jaime.