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Íñigo y Matilde fingen ante Doña Carla en 'La Moderna': la venganza está servida
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CAPÍTULO 54

Íñigo y Matilde fingen ante Doña Carla en 'La Moderna': la venganza está servida

En el capítulo de hoy, Íñigo finalmente le cuenta la verdad a Matilde que se unirá al empresario para tender una trampa a Doña Carla. En la corrala, Marta intenta escaparse de casa de Antonia por miedo a que su tío haga daño a su protectora

Foto: Matilde sigue disgustada durante el capítulo 54 de 'La Moderna' (RTVE)
Matilde sigue disgustada durante el capítulo 54 de 'La Moderna' (RTVE)

El Salón de té La Moderna asiste a un susto para Antonia y nuevas revelaciones para Matilde cuya felicidad pende de un hilo. Las galerías se tambalean ante un ambiente movedizo y turbado para sus protagonistas. Tras la ruptura que ha llevado a Matilde a dudar sobre la decisión de Íñigo, no hay lugar para que la pareja vuelva al punto de partida. En el capítulo anterior, el gestor del Madrid Cabaret ha sufrido en silencio, al tener que mantener las distancias con su gran amor. En la corrala, Marta ha decidido que no va a denunciar a su tío, mientras sigue atormentada por unas pesadillas que no cesan.

Íñigo sigue insistiendo en que Matilde y él no pueden estar juntos. La joven siente que el empresario está jugando con sus sentimientos. La dependienta quiere luchar a su lado, pero esta vez no es posible. La ruptura ya es definitiva. Mientras, en la corrala, Pablo se siente pesimista. El joven se ha quedado sin su trabajo en el taller y el panorama no se presenta demasiado halagüeño. Sus hermanas le piden que no se rinda. La vida le seguirá sonriendo.

Matilde le cuenta a Luisa que Íñigo se niega a reconocer que Doña Carla está detrás de la ruptura. Su relación con el empresario parece acabada. Lo único que le reconforta a la dependienta es ver a su familia unida. Íñigo no ha podido evitar investigar en el despacho para saber qué trama Doña Carla con Aguirre. Miguel ya no sabe dónde buscar para encontrar al periquito de Teresa. Pero, Elías tiene una última idea: tentar al pájaro con restos de los pasteles de Pietro.

Íñigo y Matilde juegan con Doña Carla

Doña Carla disfruta al ver que Íñigo está cumpliendo su trato. La joven hace uso de sus armas seductoras e invita al empresario al viaje de negocios que tiene que hacer a Barcelona. Sin embargo, el gestor del Madrid Cabaret se niega a cualquier tipo de acercamiento. La villana de La Moderna amenaza con deshacer un pacto que en cualquier momento puede dejar de interesarle. Teresa se pone seria y no puede esperar un minuto más sin ver a su Aquiles. Miguel no tendrá más remedio que devolverle el pájaro.

La madre de Laurita es la peor enemiga que podría tener la que fuera la ilusión de Collado. Gabriela asegura que su hija no sirve para nada, algo que deja perpleja a Trini. Inés, en cambio, es un gran apoyo, el desprecio es solo cosa de la hermana de Don Fermín. Finalmente, Evaristo Senabre ha admitido su error y ha rectificado sus injurias públicamente y ha dejado claro la inocencia de Pablo.

"Una familia honrada y trabajadora", se puede leer en su periódico. La enmienda ha sido posible gracias a la insistencia de Rosario. Luisa no entiende que no se diga nada sobre Emilio que también ha sido liberado.

Rosario se disculpa ante sus hijos y se da cuenta de que Emilio es una persona importante para Luisa y Pablo, por lo que dejará de prohibir los encuentros. Manuel también aprovecha para romper una lanza a favor de su vecino que se merece una segunda oportunidad.

Pietro no se siente muy inspirado para el nombre de los helados. Teresa cree que sus propuestas son demasiados largas y rebuscadas. La encarga le recomienda que sean palabras fáciles de recordar. El italiano ha cogido una de las ideas de Esperanza. Las invenciones de la empleada de la limpieza no parecen disgustarle.

Luisa le sugiere a Emilio volver al Madrid Cabaret. El joven tiene miedo de que le rechacen tras la compleja situación que ha atravesado. Don Fermín le ha dado el visto bueno a los nombres de los helados propuestos por Pietro. Por otro lado, Manuel no entiende por qué Matilde está triste cuando a su alrededor casi todo son buenas noticias. La joven sufre en silencio, pero su ruptura con Íñigo le ha roto el corazón.

Matilde le pide un abrazo a Manuel mientras en la corrala Trini y Miguel no saben cómo afrontar la pérdida de Aquiles. La dependienta propone decir la verdad a Teresa, mientras que el librero quiere agotar el último cartucho. Por otro lado, Íñigo ha hecho llegar una carta a Matilde: quiere quedar con ella para contarle algo importante.

Inés quiere disfrutar de la noche madrileña junto a Laurita. Mientras, Manuel le confiesa a Doña Carla que no hay avances con Matilde y que difícilmente los habrá en un futuro cercano. El joven no se siente bien con el engaño del que forma parte y quiere terminar de colaborar para su prima. La señora de Morcuende cree que va a arreglarlo todo con dinero. En la corrala, Marta quiere salir a dar un paseo, aunque su intención parece ser otra.

Íñigo le cuenta la verdad a Matilde. El empresario no podía permanecer más tiempo callado y revela a la joven lo que ella ya sospechaba. La ruptura forma parte de un trato que hizo con Doña Carla a cambio de que liberaran a su hermano Pablo. La pareja se alía para engañar a la retorcida villana. La venganza está servida.

El Salón de té La Moderna asiste a un susto para Antonia y nuevas revelaciones para Matilde cuya felicidad pende de un hilo. Las galerías se tambalean ante un ambiente movedizo y turbado para sus protagonistas. Tras la ruptura que ha llevado a Matilde a dudar sobre la decisión de Íñigo, no hay lugar para que la pareja vuelva al punto de partida. En el capítulo anterior, el gestor del Madrid Cabaret ha sufrido en silencio, al tener que mantener las distancias con su gran amor. En la corrala, Marta ha decidido que no va a denunciar a su tío, mientras sigue atormentada por unas pesadillas que no cesan.

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