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Doña Carla vuelve a jugar sucio en 'La Moderna' bajo el amparo de Aguirre
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CAPÍTULO 47

Doña Carla vuelve a jugar sucio en 'La Moderna' bajo el amparo de Aguirre

Aguirre es el nuevo colaborador de Doña Carla. Da inicio el nuevo plan de la villana de la serie de sobremesa. Matilde se derrumba ante Manuel. La dependienta ve que las posibilidades se agotan para defender la inocencia de su hermano

Foto: Matilde se apoya en Manuel durante el capítulo 47 de 'La Moderna' (RTVE)
Matilde se apoya en Manuel durante el capítulo 47 de 'La Moderna' (RTVE)

En La Moderna, los espectadores no dan crédito a la maldad de Doña Carla, el personaje más perverso del salón de té. En el capítulo anterior, Iñigo y Manuel se enfrentan por su amor hacia Matilde. Además, Laurita se ha derrumbado al descubrir que Fernando Collado está casado y ha jugado con sus sentimientos.

Doña Carla quiere hacer creer a Iñigo que Aguirre está detrás de las pesadillas de su amado. La villana quiere seguir asustando al empresario y arma un complot. El soldado es un hábil ejecutor de ruletas rusas que ha dorado su imperio y se ha convertido en un hombre influyente y un profesional solvente. La señora de Morcuende conoce cada detalle de su vida.

La joven sabe que, gracias su contacto con las autoridades marroquíes, el combatiente de la Guerra de Marruecos ha conseguido cambiar de identidad. Dona Carla le pide que se responsabilice de una serie de actos a cambio de dinero como el secuestro de Clarita o el envío de mensajes intimidatorios. La esposa de Don Jaime se alía con el soldado para alimentar la teoría a la que dio credibilidad el gestor del Madrid Cabaret. La señora de Morcuende quiere aprovecharse de la debilidad de Iñigo y reconquistarle de nuevo.

La familia Garcés necesita un milagro

Por su parte, Don Fermín echa de menos la sonrisa de Laurita. El propietario de La Moderna ha notado que algo preocupa a la joven. Trini intenta animar a su compañera ante el engaño sufrido por Fernando Collado. En la corrala, Manuel ha hecho guardia nocturna para proteger a Matilde de las amenazas de Aguirre.

El inquilino de los Garcés pasa por alto el encuentro que tuvo con Iñigo. Mientras, Clarita discute con Luisa. La pequeña de la familia no quiere ir a la escuela, a causa del acoso que está recibiendo por parte de sus compañeros. Alguien le ha metido entre sus cosas un recorte de una noticia que es pura infamia.

Hay clientes que siguen acudiendo al salón de té por el morbo de ver a la supuesta hermana del criminal. Matilde no sabe qué hacer para frenar la injusticia que ha alimentado Evaristo Senabre a través de sus textos periodísticos. Por su parte, Antonia se abre con sus compañeras. La dependienta admite que ha estado rara durante las últimas semanas y confiesa el engaño sufrido por Pilar Valladares. La farsante se ha quedado con el único patrimonio del que disponía.

Doña Carla no quiere que decaiga la intensidad de las noticias que publica con esmero Evaristo Senabre. Sin embargo, el periodista asegura que se acaban los hilos de los que tirar. Iñigo admite que está inquieto por la presencia de Aguirre que es un hombre peligroso e imprevisible.

El abogado de Pablo trae buenas noticias en el salón de té. Se corrobora la coartada de los hermanos Peña y Pablo. Los jóvenes podrían librarse pronto de la cárcel. Sin embargo, no será tan fácil como parece. En La Moderna, Antonia cree que sus compañeras le ocultan algo. Finalmente, Esperanza desvela el secreto que Pietro no ha querido sacar a la luz. Antonia se muestra decepcionada con Pietro y Esperanza y al enterarse de que Marta está mendigando, sale a buscarla sin mirar atrás.

Raimundo confiesa que es el culpable del intento de robo en el cine y del asalto al matrimonio Morcuende. El ladrón miente al inspector Ocampos y se coloca en la palestra para que dejen en libertad a Pablo y Emilio. Por su parte, Teresa se reúne con Cañete para limar asperezas y dejarle las cosas claras. El jefe de camareros admite que está pasando por una difícil situación. El joven confiesa que sufre mal de amores y lamenta haber estado pagando su amargura con lo demás.

El acoso no cesa en el salón de té. Don Fermín le exige a Matilde que mida bien sus palabras y le da un toque de atención. Doña Bárbara no puede soportar que su hija sea una infeliz en el amor y planta una sutil amenaza a Iñigo. La familia Garcés necesita un milagro para que pueda demostrarse la inocencia de Pablo. Nadie va a aceptar el testimonio de Luisa, la hermana de uno de los acusados.

Manuel se ofrece para mentir delante del juez y contar que fue él quien escuchó hablar a los asaltantes del cine. Matilde se derrumba y admite que, al principio, le parecía extraña tanta generosidad por parte del estudiante. Sin embargo, ahora su apoyo es lo unico que le hace mantenerse a flote y sacar adelante a su familia.

En La Moderna, los espectadores no dan crédito a la maldad de Doña Carla, el personaje más perverso del salón de té. En el capítulo anterior, Iñigo y Manuel se enfrentan por su amor hacia Matilde. Además, Laurita se ha derrumbado al descubrir que Fernando Collado está casado y ha jugado con sus sentimientos.

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