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El idílico pasado entre Iñigo y Doña Carla mantiene a la pareja más unida que nunca en 'La Moderna'
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CAPÍTULO 19

El idílico pasado entre Iñigo y Doña Carla mantiene a la pareja más unida que nunca en 'La Moderna'

El empresario y la villana de 'La Moderna' cada vez pasan más tiempo juntos mientras que Matilde sigue preocupada por su amado y se enfrenta a Teresa para reclamar sus derechos

Foto: Laurita sigue resultando una visita molesta para las empleadas en el capítulo 19 de 'La Moderna' (RTVE)
Laurita sigue resultando una visita molesta para las empleadas en el capítulo 19 de 'La Moderna' (RTVE)

Doña Carla sigue compartiendo tiempo con Iñigo que sigue confuso y dolorido por la herida que parece que ya está cicatrizando. El pasado siempre vuelve. Acudimos a un recuerdo donde vemos cómo era su relación sentimental. La pareja veía la vida pasar y se reían juntos tumbados en el césped mientras se figuraban los animales que formaban las nubes. La mujer anhela aquellos tiempos y se arrepiente de no haber elegido otro compañero de vida. En cambio, el joven empresario no quiere echar la vista atrás y prefiere mirar al presente.

Matilde sigue preocupada por Iñigo. La dependienta se ha asustado al verle tendido en el suelo del salón de té y no consigue pegar ojo. Rosario echa de menos que sus hijas le cuenten alguna confidencia personal y le confiesa a la joven que sabe que se está viendo con Emilio. Según ella, es una mala compañía, ya que tiene fama de delincuente. Luisa defiende a su amigo y sostiene que es una buena persona.

Sin embargo, la hermana de Matilde niega que esté saliendo con el chico. Mientras, Teresa visita a Miguel para que salga al callejón y charle un rato con ella y Trini aparece para intentar evitar que aumente la ilusión de la encargada por el librero. Antonia y Esperanza se muestran extrañadas por la actitud de su compañera que no deja de vigilar cada paso de su superiora.

Manuel sigue conquistando a la familia Garcés

Manuel presta su ayuda para intentar solucionar la avería de la corrala. No parece que el problema se haya arreglado y el estudiante no cesa en su intento de buscar una solución. La rotura ha dejado de hacer ruido y el joven tiene una idea de lo que ha podido pasar, lo que supondría una alegría para los vecinos. El inquilino deberá deshacer el tapón y sellar la fuga con el dinero que han reunido entre todos para la compra de los materiales.

Teresa manifesta su interés en hablar con Marta al final de su jornada. La encargada del salón de té felicita a la joven porque está aprendiendo muy rápido y le está poniendo mucho empeño al trabajo. Antonia decide organizar una merienda para celebrarlo. Mientras, Matilde sigue empeñada en conseguir mejores condiciones para las trabajadoras y luchar por sus derechos hasta el final. La joven se presenta ante Teresa para pedir un plato de comida para las empleadas, algo que la encargada considera un atrevimiento de lo más descarado. Por su lado, Don Fermín sigue preocupado y extrañado por el extravío de su pluma que nunca ha salido de su despacho.

Laurita aparece otra vez por 'La Moderna' con ganas de poner nerviosas a las empleadas. Esperanza, que aparece con sus habituales malas pulgas, le exige pagar lo que se vaya a comer. La contestataria trabajadora no se calla nada. Mientras, el ánimo de Pietro da un giro cuando recibe un telegrama de su hijo donde le pide perdón y hace que se le salten las lágrimas.

Doña Carla sigue compartiendo tiempo con Iñigo que sigue confuso y dolorido por la herida que parece que ya está cicatrizando. El pasado siempre vuelve. Acudimos a un recuerdo donde vemos cómo era su relación sentimental. La pareja veía la vida pasar y se reían juntos tumbados en el césped mientras se figuraban los animales que formaban las nubes. La mujer anhela aquellos tiempos y se arrepiente de no haber elegido otro compañero de vida. En cambio, el joven empresario no quiere echar la vista atrás y prefiere mirar al presente.

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