Matilde quiere que Doña Carla se olvide de ella en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 52 de La Moderna del lunes 11 de diciembre
• Íñigo rechaza el amor de Matilde y Pablo sale de la cárcel en La Moderna

​La felicidad ha vuelto a la vida de la familia Garcés, pero no durará mucho tiempo, al menos para Matilde. La dependienta debe soportar un difícil revés: mantenerse alejada de Íñigo. La imposición de Doña Carla es una tarea casi imposible para la joven que bebe los vientos por el empresario. En el capítulo anterior, la corrala ha celebrado la liberación de Pablo, una victoria que también ha compartido Emilio que también ha sido puesto en libertad.

Rosario ha vuelto a casa en el mejor momento. La matriarca se ha enterado de toda la verdad sobre la situación de Pablo, al tiempo que exige a su hijo alejarse del más joven de los Peña. Por otro lado, Pietro y Antonia han protegido a la indefensa Martita que cada vez está más temerosa ante las amenazas de su tío. Además, Trini y Miguel han buscado desesperadamente a Aquiles, el periquito de Teresa que ha echado a volar ante la sorpresa de la pareja.

Antonia y Pietro se muestran generosos con Marta. El italiano intenta que la joven se recupere con sus deliciosos dulces. El pastelero promete que será la última noche que hará guardia para proteger a la antigua dependienta de La Moderna. Marta no puede dejar de pensar en las amenazas de un Higinio que se ha aprovechado de la fragilidad de una muchacha que se ha visto envuelta en un destino de lo más sombrío

Doña Carla y Matilde, cara a cara

Aguirre felicita a Doña Carla por su habilidad manipuladora con los empresarios. El proyecto hotelero está a punto de arrancar. Sin embargo, el soldado no entiende el papel de Íñigo en el entramado empresarial. El gestor del Madrid Cabaret tiene dudas y Doña Carla asegura que de momento se mantendrá al margen de todos sus planes.

"El salón es nuestro talón de Aquiles", asegura el colaborador de la señora de Morcuende. Íñigo aparece por sorpresa y se encuentra contrariado al ver que Aguirre está colaborando con la villana. Por otro lado, Trini y Miguel ya no saben qué trucos usar para devolver a Aquiles a su jaula. El librero ya está mimetizado con el movimiento aviar. El librero intenta atraer al periquito de Teresa con música clásica.

Miguel culpa a su mujer de haber complicado las cosas. Fue ella la que le instó a seguir la corriente a la encargada. Por otro lado, Don Fermín recibe a Inés que parece que aún se sigue recuperando. La hermana de Laurita ha vuelto a la ciudad para que le vea un médico.

Luisa hace compañía a Marta en la corrala. La niña protegida de Antonia se siente agradecida con la dependienta. La ilustradora le convence para dar un paseo, pero aún es pronto para la joven. Marta y Pablo comparten más de lo que creen. Ambos han estado encerrados injustamente. El varón de los Garcés por estar en el sitio equivocado y la sobrina de Higinio por tener la mala fortuna de caer en las garras de un hombre sin oficio y beneficio.

Laurita recibe a su hermana con mucho cariño en el salón de té. La joven está emocionada con la vida madrileña. En la corrala, el inspector Ocampos visita a la familia Garcés. El investigador se interesa por Pablo y le alienta a escoger mejor las compañías. Raimundo es el único responsable del asalto al cine. Mientras, el asesinato de Don Jaime sigue su curso.

Teresa se traga el orgullo y se disculpa con Matilde. La encargada se alegra de que las aguas hayan vuelto a su cauce en lo que se refiere a su hermano. La dependienta está apenada tras vivir un desengaño amoroso por parte de Íñigo. El empresario admitió que su amor por la joven se había esfumado. Por otro lado, Giancarlo le propone a su padre poner nombres artísticos a los helados. Esperanza no puede evitar meter las narices, pero Pietro enseguida descubre a la empleada de la limpieza. La carta ya solo es papel mojado.

Luisa se encuentra con Emilio y ambos mantienen una breve conversación. Parece que la ilustradora puede dar una nueva oportunidad al joven, al menos para una amistad. En el salón de té, Íñigo no entiende la actitud de Doña Carla que admite que solo está utilizando a Aguirre. La viuda de Morcuende solo quiere que su gran amor le asesore con la empresa.

Inés finge estar enferma ante su madre y su tío. La hermana de Laurita es una joven disfrutona que no puede pasar ni un minuto más en el internado. Por otro lado, el inspector Ocampos vuelve a interrogar a Íñigo, ya que no encuentra nada coherente el cambio de testimonio de Doña Carla. El policía no parará hasta encontrar al culpable del asesinato de Don Jaime.

Matilde vuelve a enfrentarse a Doña Carla que no se merece su respeto. La dependienta no se calla y sabe que la empresaria es la única culpable de su ruptura con Íñigo y todo lo que le ha pasado en los últimos meses. La villana amenaza con llamar a la policía, mientras la joven Garcés asegura que la verdad saldrá a la luz. Los sentimientos de Íñigo no podrán ocultarse con tanta facilidad.

En la corrala, Antonia le pregunta a Marta si está de acuerdo en denunciar a Higinio que es un mal hombre que solo busca hacerle daño. Sin embargo, la joven admite que no puede hacer eso a alguien de su familia.