Matilde se rinde ante la caballerosidad de Manuel: ¿real o farsante?

• Avance del capítulo 45 de 'La Moderna' del martes 28 de noviembre
• Iñigo vuelve a ser el centro de las sospechas y Matilde desprecia las mentiras de Doña Carla

'La Moderna' prepara sus mejores bazas narrativas para atrapar al espectador. Las nuevas sorpresas del salón de té se combinan con las mentiras de Fernando Collado y el enfado de Teresa que está viviendo un auténtico desafío a su autoridad. En el capítulo anterior, Matilde ha trabajado mientras esquiva las miradas de los clientes que se sienten rechazados por su presencia. Además, la dependienta se ha sentido engañada por Iñigo. El empresario sabía que Doña Carla es la persona que había acusado a su hermano de asesinato y es algo que jamás podrá perdonarle.

Antonia sigue apenada por el engaño que ha sufrido por parte de Pilar Valladares. La dependienta se siente una tonta por haberse creído las mentiras de aquella mujer que ha ejercido una terrible crueldad con el personaje más bondadoso de 'La Moderna'. La empleada del salón de té se siente estafada ante una ladrona que le ha hecho dudar de su marido. La denuncia ya está puesta. Sin embargo, la mujer de Ramón no cree que vaya a recuperar su dinero.

Laurita y Collado disfrutan de una agradable velada en el Madrid Cabaret. Los jóvenes comparten sus confidencias después de que la dependienta haya tenido la oportunidad de asistir a un ensayo del actor. La sobrina de Don Fermín confiesa que la profesión de su cita es un sueño. La empleada de la galería confiesa que le ha picado el gusanillo por el séptimo arte. El intérprete airea el buen momento profesional que está atravesando, mientras la joven se encuentra encantada con su amigo especial.

Un falso amor

Pilar Valladares fue detenida hace años y siguió estafando a varias mujeres viudas tras su salida de la cárcel. Pietro sigue confiando en la gente buena, pero siempre hay personas que se descarrilan y buscan hacer daño a los más inocentes. Antonia se lamenta de no haber hecho caso al italiano. La dependienta va a recuperar las alianzas que vendió y se sincera con su difunto amor. La mujer le pide perdón por haber dudado de él.

Por su parte, Laurita propone a Collado ir a su casa para continuar la noche, ya que sus padres están de viaje. El actor está encantado con la propuesta. Por otro lado, Miguel se levanta con una importante resaca y tiene lagunas de la noche que compartió con Cañete y Elías. Trini se sorprende al ver que en su sillón está durmiendo Cañete.

La joven se esconde y dice que se va a ir corriendo a 'La Moderna' para que nadie sospeche de ella. En el salón de té, Matilde agradece el gesto de Manuel que llevó a la cama a la dependienta que se quedó profundamente dormida. El estudiante anuncia una buena noticia: ya hay un abogado interesado en el caso de Pablo. Doña Carla sonríe desde la distancia al ver que la dependienta se muestra feliz ante la generosidad del inquilino.

Laurita y Fernando están en una nube como dos enamorados que aseguran que han vivido la mejor noche de sus vidas. Los jóvenes sellan su amor con su primer beso. El actor propone cenar en casa de la dependienta y disfrutar de la velada sin miradas cotillas. Mientras, Cañete llega tarde a su turno y Teresa está hecha un basilisco. El joven intenta disculpar su retraso, mientras la encargada recrimina su falta de profesionalidad. La empleada amenaza con volver a hablar con Don Fermín para que tome medidas.

Matilde y Manuel se citan con Don Eugenio, el abogado que quiere hacerse cargo de la defensa de Pablo. La dependienta se muestra agradecida, pero asegura que no sabe si podrán pagarlo. Sin embargo, el profesional se presta a ajustar su presupuesto. El letrado se siente reflejado con el joven por un contratiempo adolescente que le puso entre la espada y la pared. Luisa vuelve a visitar a su hermano en la cárcel que se emociona cada vez que se encuentran. Su visita le da fuerzas para aguantar.

Luisa se altera al ver a su hermano en esa situación y aprovecha para ver a Emilio. El inspector Ocampos acepta la petición de la ilustradora con la condición de estar presente. La joven quiere saber si su amigo es inocente y tiene algunas dudas sobre el asesinato de Don Jaime. Marta sigue mendigando por las calles y se siente presionada por su tío que quiere conseguir unas pesetas y le obliga a dar pena.

Iñigo llega tarde a la corrala para ofrecer un buen abogado. El letrado de Pablo se cita con él y aseguras que las palabras de una mujer pudiente como Doña Carla que además es la viuda del fallecido siempre van a tener más peso que las suyas. Mientras, Aguirre aparece en casa del gestor del Madrid Cabaret con una pistola. El hombre habla desde el desconcierto y quiere ocultar su identidad.