Suenan campanas de boda en 'La Moderna': así ha sido la romántica proposición de Íñigo a Matilde

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Ha llegado uno de los momentos más esperados de la serie Salón de té La Moderna. Los protagonistas del drama de época de La 1 de Televisión Española, Matilde (Helena Ezquerro) e Íñigo (Almagro San Miguel), podrían comenzar una nueva etapa en su relación a raíz de lo sucedido en el episodio de este miércoles, emitido a las 16:30 horas. Todo ello ha ocurrido en un momento en el que doña Carla ha comenzado a elaborar un plan para evitar que Jacobo se hiciese con la herencia de don Jaime.

En el capítulo anterior de la serie, el hijo del empresario llegó a las galerías e hizo saber a doña Carla que no tenía intención de litigar con ella, sino de llegar a un acuerdo rápido y cómodo. Este miércoles, la perversa mujer le ha contado a Aguirre las sorprendentes intenciones de Jacobo, más interesado en conocer sus orígenes que en ganar dinero.

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El mafioso le ha advertido a Carla que debía adelantarse al chico, y golpear ella primero. Sin embargo, la chica ya ha pensado en usar sus armas de mujer para encandilar a Jacobo: "no tendré remordimientos ni piedad", ha afirmado la ex amante de Íñigo.

¿Quién se ha chivado a Cañete?

Por su parte, Matilde se ha visto asediada por los camareros del salón. El grupo de hombres han sentido como una "puñalada trapera", en palabras textuales de Cañete, la propuesta de que compartiesen sus propinas con las camareras. Matilde ha entendido que alguna de sus compañeras se habían ido de la lengua. Cañete no ha comprendido que las dependientas hiciesen un trabajo igual de importante que el suyo.

Elías ha protestado de que hasta Esperanza, encargada de la limpieza, quisiera una parte de las propinas, y Matilde se ha exasperado al ver que Cañete no pensaba transigir: "lo dejas correr o traerá consecuencias", ha amenazado el camarero.

Matilde ha asumido la culpa, por haber contado su propuesta a sus compañeras

En el despacho de Fermín, Matilde ha explicado a su jefe y a Teresa que los camareros se habían enterado de su propuesta. Don Fermín ha temido que se erigiese un motín de camareros, y Matilde ha asumido la culpa, por haber contado su propuesta de cambio a sus compañeras, antes que con la junta superior. “Esto es lo que ha logrado tu propuesta, Matilde”, le ha echado en cara Teresa, quien ha constatado que ahora todos los empleados estaban a disgusto, pues las dependientas esperarían que se llevase a cabo la promesa.

Matilde ha encontrado a Esperanza, Trini y Antonia descansando, y les ha contado que lo de las propinas no sería tan sencillo como esperaban. "Yo no me pienso rendir", ha asegurado la joven, quien ha preguntado si contaba con su apoyo y ha pedido que fuesen más discretas. Esperanza, sin embargo, le ha dicho que ellas no habían corrido la voz, sino que habría sido probablemente o Fermín o Teresa.

Los dos "hijos" de don Jaime

En la galería, Íñigo se ha presentado ante Jacobo, y le ha explicado que su padre era más que un jefe para él: “era como un padre para mí". El chico se ha ofrecido a ayudarle en lo que hiciese falta, y Jacobo le ha asegurado que tenía muchas preguntas que hacerle.

Jacobo le ha pedido a Íñigo que le hablase de la faceta más personal de su padre, y no tanto la profesional. "Nobleza", ha resumido en una palabra Íñigo, "no he conocido a nadie tan noble como él". El hijo de Morcuende ha percibido en la voz de Íñigo el cariño que le tenía, y el novio de Matilde le ha explicado que le acogió, en ausencia de su padre. "¿Alguna vez le habló de mí?", ha preguntado Jacobo, a lo que Íñigo ha indicado que Jaime era a veces bastante reservado.

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"Murió sin saber que yo estaba vivo", ha explicado Jacobo. El chico también ha querido saber por qué estaban enfadados antes de que su padre muriese, e Íñigo ha querido borrar ese recuerdo del historial de su amistad con Morcuende.

La gran sorpresa de Íñigo

Más tarde, Íñigo ha dejado el Madrid Cabaret en manos de Emilio, pues le ha dicho que tenía algo muy importante que hacer aquella noche y que, si salía bien, él sería el primero en enterarse. Cuando Matilde ha acudido a casa de Íñigo, ha visto que el chico había repartido manzanas por todo el apartamento. "¿Me las puedes guardar?", ha preguntado desde dentro el chico.

Matilde ha ido recolectando las manzanas en una cesta, y al llegar a la terraza, ha encontrado dos copas de champán servidas. "Tienes los dientes negros", ha bromeado el chico, quien también le ha preguntado con sorna a Matilde si tenía novio.

"Matilde, me enamoré de ti la primera vez que te vi", ha empezado a explicar Íñigo, quien ha relatado que le encanta su manera de ser, su determinación, y sus ganas de vivir. "Eres la mujer de mi vida y quiero que siga siendo así", ha dicho Íñigo, antes de apoyar una rodilla en el suelo. "¿Quieres casarte conmigo?", ha preguntado a una sonriente Matilde. ¿Podrán casarse los novios sin que doña Carla se interponga entre ellos?