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Matilde provoca el enfado de los camareros: una guerra está a punto de estallar en 'La Moderna'
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CAPÍTULO 77

Matilde provoca el enfado de los camareros: una guerra está a punto de estallar en 'La Moderna'

En el capítulo de este martes, don Fermín acepta la propuesta de Matilde mientras Teresa se adelanta a la confirmación oficial. La encargada avisa a Cañete y Elías que podrían perder la exclusividad de las propinas

Foto: Una imagen del capítulo 77 de 'La Moderna' (RTVE)
Una imagen del capítulo 77 de 'La Moderna' (RTVE)

Matilde enfrenta sus primeros desafíos como encargada adjunta de las galerías. Sus responsabilidades laborales se unen al retraso de los planes de futuro con Íñigo. En el capítulo anterior, el Salón de té La Moderna ha asistido a la llegada de Jacobo de Morcuende, el hijo ilegítimo de don Jaime. Además, Íñigo le ha anunciado a Matilde que la venta del Madrid Cabaret debe paralizarse.

Doña Carla ha escuchado su historia y ha compartido con Aguirre sus sospechas sobre el joven: cree que la herencia pende de un hilo. Además, Trini y Miguel han terminado confesando a Cañete su sufrimiento por sus episodios sonámbulos. Por su parte, Laurita le ha pedido a Fernando Collado que la lleve a Hollywood, pero el actor prefiere centrarse en su carrera y ha prometido estar pendiente de ella en la distancia y regresar a la capital antes de que nazca su hijo.

Doña Carla le exige a Aguirre que no actúe sin su consentimiento respecto a Jacobo. Mientras, el socio solo quiere proteger su plan empresarial de construir un complejo hotelero. La viuda del señor de Morcuende le pide que compruebe si la historia de su reclusión durante la guerra en Guinea es cierta.

Teresa y su jugada maestra

Matilde habla con don Fermín para presentarle una nueva propuesta. La encargada adjunta asegura que debería haber un reparto equitativo de las propinas entre los empleados que incluye al personal de la limpieza y a las dependientas. La enamorada de Íñigo admite que no quiere perjudicar a los camareros, solo abogar por una solidaridad aún oculta en el salón.

Luisa sigue acatarrada y ahora además tiene fiebre. Aun así, quiere cumplir con las fechas de entrega de las ilustraciones. Don Fermín da su aprobación para gestionar el asunto de las propinas a pesar de que Teresa no está convencida porque cree que puede ser motivo para comenzar una disputa laboral en el salón. El propietario se muestra encantado ante la diligencia de Matilde.

Jacobo le muestra a doña Carla los documentos que acreditan su parentesco con don Jaime. La empresaria revisa con detenimiento aquellos papeles mientras el joven admite que no ha venido por la herencia económica, solo le importa ahondar en las raíces de su padre. El huérfano tiene demasiadas preguntas mientras a doña Carla solo le importa conservar su fortuna.

Doña Carla se ofrece como la anfitriona de Jacobo durante su estancia en la capital. La viuda de don Jaime sabe bien cómo jugar sus cartas. Por su parte, Laurita sigue esperanzada en que Collado va a encontrar una solución al embarazo. Mientras, Antonia pide permiso a don Fermín para ausentarse y solventar sus problemas económicos.

Íñigo admite que no pueden hacer nada ante los derechos de Jacobo, que es digno merecedor de su parte de la herencia, mientras doña Carla pone en duda esa nobleza de la que habla del propietario del Madrid Cabaret. La señora de Morcuende no entiende el conformismo de su amigo. "No pienso renunciar ni a una peseta más de las que sean estrictamente legales", confirma enrabietada la villana de La Moderna.

Miguel consulta con Elías una manera de solventar los episodios sonámbulos de Cañete. Solo se le ocurre cantar para aliviar sus desvelos, como sucedía con las magnéticas habilidades de El flautista de Hamelin. Por su parte, Teresa denota envidia hacia Matilde y en un intento de prender la mecha se adelanta a don Fermín y comparte con Cañete y Elías la intención del reparto de propinas.

"Se va armar una gorda", alerta el jefe de camareros. Por su parte, Luisa le cuenta su hermano que Rosario quiere darle una sorpresa a Matilde y está arreglando el vestido de novia con el que ella se casó. Pablo ha encontrado trabajo en un taller que puede compaginar con sus estudios. Por su parte, Esperanza no puede reprimir sus ganas de cantarles las cuarenta a Fernando Collado. La empleada de la limpieza rechaza la indecente actitud del actor, al que califica de sinvergüenza.

Aguirre admite que no hay ninguna fisura en el relato de Jacobo y que la historia sobre su pasado es cierta. Doña Carla ha decidido contratar a Lara Tussón, un abogado que es experto en patrimonio. La empresaria se ve sorprendida por la empatía del joven y cada vez está más convencida de que su presencia no afectará a sus negocios.

Doña Carla expresa su gratitud por la posibilidad de tener cerca a Íñigo. Mientras, Trini y Miguel esperan que su pesadilla termine y aprovechan para dormir, pero se oyen ruidos que enseguida sobresaltan a la pareja. Cañete está dándose cabezazos contra la pared. El librero alivia sus episodios sonámbulos con una canción, pero es algo momentáneo porque el camarero vuelve a aparecer y esta vez, al lado de su cama.

Matilde, Pablo y Luisa dan una sorpresa a Rosario. Su madre no puede contener la emoción al tener en sus manos una máquina de coser con la que podrá confeccionar sus primeros encargos. Por otro lado, Lara Tussón interroga a Jacobo para saber sus intenciones mientras el joven se muestra contrariado ante la posibilidad de ir a juicio por el patrimonio de don Jaime: no quiere discutir por el asunto de la herencia. Su único deseo es llegar a un acuerdo.

Matilde enfrenta sus primeros desafíos como encargada adjunta de las galerías. Sus responsabilidades laborales se unen al retraso de los planes de futuro con Íñigo. En el capítulo anterior, el Salón de té La Moderna ha asistido a la llegada de Jacobo de Morcuende, el hijo ilegítimo de don Jaime. Además, Íñigo le ha anunciado a Matilde que la venta del Madrid Cabaret debe paralizarse.

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