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Doña Carla sospecha de Jacobo en 'La Moderna': "Hay que pararle los pies a ese aprovechado"
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CAPÍTULO 76

Doña Carla sospecha de Jacobo en 'La Moderna': "Hay que pararle los pies a ese aprovechado"

Carla tiende la mano a Jacobo y se ofrece a pagarle un hotel tras conocer su historia. Íñigo decide frenar la venta del Madrid Cabaret ante una herencia que puede ser invalidada

Foto: Imagen del capítulo 76 de 'La Moderna' (RTVE)
Imagen del capítulo 76 de 'La Moderna' (RTVE)

El Salón de té La Moderna inicia una semana con inesperadas revelaciones, una cruzada profesional y el desprecio de una madre. En el capítulo anterior, Matilde ha confirmado a su familia que su marcha a La Rioja. Lo hace al lado de Íñigo, que además ha anunciado que tiene una nueva oferta para vender el Madrid Cabaret. La serie de sobremesa se revoluciona con la llegada de un joven que dice ser el hijo de don Jaime de Morcuende.

Jacobo de Morcuende aparece por el despacho de doña Carla. La mujer se siente sorprendida ante su llegada. El joven quiere conocer el lugar donde trabajó su padre. El vástago del empresario fallecido le cuenta a la villana que el hombre les abandonó.

Jacobo creció pensando que su verdadero padre era otro. Sin embargo, su madre le contó la verdad sobre su identidad en su lecho de muerte. El joven se muestra ilusionado por conocer a doña Carla. Mientras, Trini y Miguel pasan las noches atemorizados por los paseos nocturnos de un sonámbulo Cañete.

Los planes de Íñigo y Matilde deben esperar

El camarero podría haber provocado otro incendio en casa del matrimonio. El joven se ha tumbado en el sofá con una vela encendida que la pareja no ha tardado en apagar. Por su parte, Pietro se preocupa por el mareo de Antonia.

La insistencia de Pietro le lleva a Antonia a contar una supuesta verdad que no parece demasiado creíble. La dependienta está angustiada. El banco podría desahuciarla si en una semana no asume los pagos pendientes. En el salón de té, las dependientas no parecen muy convencidas con el cuadrante de trabajo establecido por Matilde.

Esperanza asegura que el poder puede cambiar a las personas, mientras Matilde se disculpa por no atender sus peticiones. Aun así, la encargada adjunta ha intentado ser equitativa y ha admitido que será un sistema rotatorio. La joven también quiere proponer a don Fermín que las propinas se repartan a todo el personal. Antonia no se muestra convencida con la idea porque puede dar comienzo una guerra con los camareros de la que su compañera no saldrá bien parada.

Doña Carla se presenta en el despacho de Íñigo para hablarle de la existencia de Jacobo, el supuesto hijo de don Jaime. El propietario del Madrid Cabaret no sabía nada. La joven tiene miedo de que les pueda perjudicar, ya que cree que ha venido por la herencia y que esta puede ser invalidada. Mientras, Íñigo sostiene que el joven tiene derecho a tener parte del legado de su padre.

Don Fermín consuela a Laurita ante el desplante de su madre. La dependienta quiere hacer entrar en razón a Collado, mientras su tío asegura que no tiene arreglo, ya que el actor se va a alejar en cuanto tenga ocasión y lo más seguro es que esa criatura se quede huérfana de padre. Por otro lado, Íñigo se presenta en el salón para anunciar a Matilde que deberán aplazar sus planes por la llegada y existencia de Jacobo.

Jacobo recibe la ayuda de doña Carla: una sospechosa jugada

Su enamorada cree que puede ser otra maquinación de la villana. Sin embargo, esta vez su discurso parece bastante creíble. El empresario decide frenar la venta del Madrid Cabaret hasta saber cuáles son las verdaderas intenciones del joven. Mientras, Trini y Miguel hablan con Cañete sobre su sonambulismo.

Emilio se ofrece a ayudar a Pablo para arreglar el camión y conseguir la máquina de coser para su madre. Doña Carla vuelve a citarse con Jacobo. La villana de La Moderna escucha con atención la historia del supuesto hijo de don Jaime. El joven le explica que tuvo intención de visitar a su padre hace unos años, pero en ese momento le llamaron a filas, donde estuvo prisionero varios años en Guinea Ecuatorial tras una revuelta. La vida le dio una segunda oportunidad gracias a una congregación de monjas que les brindó su ayuda.

Emilio y Pablo han conseguido arreglar el camión en tiempo récord. Su madre ya podrá disfrutar de una máquina de coser. El camarero se preocupa por Luisa en un intento de enmendar sus errores pasados. Por su parte, Jacobo entiende que doña Carla desconfíe de él y promete que le presentará la documentación para demostrar su parentesco con don Jaime. Además, el joven pide no perder el contacto con ella. Su primer paso es encontrar un buen trabajo. Doña Carla se ofrece a pagarle un hotel cerca del centro.

Fernando Collado no quiere terminar con su carrera como actor. Mientras, Laurita le pide que la lleve a Hollywood, pero todo son pegas por parte del galán del cine. El muchacho admite que va a estar al pie del cañón, aunque les separe un océano entero. El joven promete volver a Madrid antes de que nazca el bebé, algo con lo que la dependienta parece conformarse.

Pietro le pregunta a Pablo qué intenciones tiene con Marta. El varón de los Garcés asegura que nunca se aprovecharía de ella. Su estima por la joven es demasiado grande. Por su lado, Aguirre sospecha que Jacobo sea un estafador, pero doña Carla no descarta que sea hijo de don Jaime. Su socio quiere tomar medidas drásticas, pero la mujer quiere esperar, aunque sigue pensando que la historia que le ha contado está colmada de mentiras.

El Salón de té La Moderna inicia una semana con inesperadas revelaciones, una cruzada profesional y el desprecio de una madre. En el capítulo anterior, Matilde ha confirmado a su familia que su marcha a La Rioja. Lo hace al lado de Íñigo, que además ha anunciado que tiene una nueva oferta para vender el Madrid Cabaret. La serie de sobremesa se revoluciona con la llegada de un joven que dice ser el hijo de don Jaime de Morcuende.

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