Trini descubre que Laurita está embarazada en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 71 de La Moderna del martes, 9 de enero
• Íñigo quiere vender el Madrid Cabaret y empezar una nueva vida con Matilde en La Moderna

​Laurita enfrenta un nuevo desafío en su vida tras descubrir que está embarazada y que el padre puede ser Fernando Collado. El Salón de té La Moderna prepara nuevos impactos para sus protagonistas en un episodio que vuelve a encender el odio de doña Carla hacia Matilde. La viuda de don Jaime de Morcuende siempre tiene una jugada en mente para terminar con la relación entre Íñigo y la dependienta.

En el capítulo anterior, Cañete ha aceptado la oferta de Trini y Miguel y se instalará próximamente en su casa. Por otro lado, Esperanza ha compartido sus teorías sobre la indisposición de Laurita. La empleada de la limpieza cree que puede deberse a un embarazo. Por otro lado, Íñigo ha dimitido como gerente de los negocios de doña Carla. Además, el empresario le ha contado a Matilde su deseo de vender el Madrid Cabaret y empezar una nueva vida a su lado en otro lugar, alejado de los problemas de la malvada villana de La Moderna.

Íñigo comparte con Matilde la idea de irse con ella a otro lugar para empezar una nueva vida. Sin embargo, la dependienta no parece convencida con la propuesta de su enamorado. El empresario quiere tranquilidad en una relación que ya no tienen que esconder. Su sueño es regentar un negocio mutuo y afrontar nuevos retos. El propietario del Madrid Cabaret quiere comprar una casa en La Rioja y cultivar un viñedo al lado de la mujer de su vida.

Carla no puede tener lejos a Íñigo

La dependienta siente vértigo ante la propuesta de Íñigo, ya que serían muchos cambios en poco tiempo. Antes de nada, la pareja debería casarse. Matilde admite que no puede abandonar Madrid y dejar a su familia sin su sueldo. "Alejarme de ellos me dolería en el alma", asegura la joven, que siente que estaría rompiendo la promesa que le hizo a su padre de cuidar a su madre y sus hermanos. Sin embargo, Íñigo promete hacerse cargo de los Garcés y darles una vida mejor.

Trini y Miguel ponen su casa a punto para recibir a Cañete, su nuevo inquilino. El camarero dormirá en el sofá y quiere hacer una pequeña aportación. Sin embargo, la pareja se niega a aceptar el dinero de su compañero. El joven no suelta el retrato de su abuela Lucrecia, "la generala" que ya corona la casa del matrimonio.

Por otro lado, Marta siente que es una carga para Antonia y quiere traer dinero a casa de la dependienta después de escuchar los apuros económicos que debe solventar. La joven quiere trabajar y ayudar a la persona que le libró de las garras de su tío. Sin embargo, lo importante para su protectora es que se recupere por completo.

Vuelve la normalidad al salón de té. La clientela sigue preguntando por la heroína de La Moderna. Don Fermín pide opinión a Antonia sobre el valor de Matilde como profesional. Además, el empresario le consulta sobre su tendencia reivindicativa. La dependienta más veterana y persona de confianza del jefe asegura que la joven es una empleada ejemplar.

Marta hace caso omiso a los deseos de Antonia y pregunta en casa de los Garcés si conocen alguna casa donde pueda trabajar. Rosario y Luisa comparten la opinión de su vecina y piensa que es pronto para que la joven trabaje. Por su lado, Laurita no aguanta a los clientes indecisos. Esperanza le pregunta cómo lleva su nueva situación. Según su compañera, ente los mareos y los vómitos "huele a embarazo". Trini aparece en ese momento y la sobrina de don Fermín se ve obligarle a contarle la verdad.

Aguirre le hace saber a doña Carla la intención de Íñigo de vender el Madrid Cabaret. La empresaria se niega a creerlo. Todos los círculos empresariales ya conocen la noticia. El deseo del todavía propietario del famoso local extraña a los enemigos de la pareja. Doña Carla cree que Íñigo quiere empezar una vida lejos de la capital y no se equivoca.

Pablo le confiesa a Marta la situación que vive en el taller, donde no le valoran como se merece. Mientras, Marta comparte con su amigo su deseo de trabajar para conseguir algo de dinero y ayudar a Antonia. Por su parte, Trini intenta que Laurita se abra con ella y ahogue sus penas.

Trini le pide a Laurita que se permita llorar en los vestuarios. Su compañera le sugiere que sea discreta en su vuelta al salón. A la sobrina de don Fermín no le apetece compartir sus sentimientos y prefiere poner una barrera para no sufrir. La joven finalmente hablará con su familia y con Fernando Collado. Lo único que espera es que el galán del cine asuma su responsabilidad. Por su parte, Carla visita a Íñigo en su apartamento para terminar una conversación que tienen pendiente.

Doña Carla se arrepiente de haber insultado a Íñigo en su último desencuentro, mientras el empresario le confirma que quiere vender el Madrid Cabaret. El empresario admite que el negocio de su fiel amigo ya no le hace feliz y quiere ganarse la vida en otro lugar.

Emilio tiene una nueva e injusta discusión con Luisa. El camarero piensa que su amiga está criticando a su hermano con Pietro, pero se equivoca hasta el fondo. Los vecinos solo estaban hablando de Higinio. Los roces entre ellos son constantes, por lo que una reconciliación parece estar cada vez más lejos.

Por su parte, Matilde no está demasiado habladora, lo que enseguida percibe Luisa. Finalmente, la dependienta le cuenta que Íñigo le ha pedido que se vayan de la ciudad para empezar una nueva vida juntos. Por su parte, Aguirre se postula como comprador del Madrid Cabaret, algo a lo que se niega doña Carla.

Doña Carla le exige a Aguirre que se quite la idea de la cabeza si quiere seguir haciendo negocios con ella. Sin embargo, la villana le encomienda una nueva misión: debe impedir la venta del Madrid Cabaret. Queda claro que la señora de Morcuende no quiere tener lejos a Íñigo. Por su parte, Trini y Miguel ya entienden las alertas de Elías. Los ronquidos de Cañete casi sacan de la cama a la pareja. Mientras, Ocampos tiene nuevas pistas sobre el asesinato de don Jaime.