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Tu perro te va a comer si te mueres: la ciencia explica por qué y por dónde empezará
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Tu perro te va a comer si te mueres: la ciencia explica por qué y por dónde empezará

Hay 65 casos documentados en los últimos 20 años. Un estudio ha tratado de explicar por qué se produce este comportamiento y cuánto tiempo tardan los perros en volverse carroñeros

Foto: Se trata de un comportamiento natural (Pexels)
Se trata de un comportamiento natural (Pexels)

Es difícil imaginar un amor más profundo y sincero que el de un perro hacia su amo, y viceversa. Sin embargo, muchas personas, especialmente las que viven solas, tienen miedo al pensar que harían sus queridas mascotas en caso de fallecer y no haber nadie más. Sobre todo, si pasan varias horas o incluso días hasta ser encontrados. Algo normal si tenemos en cuenta lo que indican varios estudios.

El más importante de todo es este trabajo de investigación publicado en la revista PubMed, a través del cual se han recopilado 65 casos en los que perros devoraron los cadáveres de sus dueños tras fallecer. Sin duda, el estudio deja patente que la parte preferida de los seres humanos para los canes domesticados es la cara y, en especial, la nariz y la boca. El 73 % de ellos empezó a devorarlos por ahí.

Foto: Los expertos usaron inteligencia artificial para generar sus visualizaciones. (Basepaws)

La investigación afirma que esta actitud no se debe a un rasgo de 'memoria salvaje', ya que los lobos, coyotes y otros cánidos salvajes optan primero por el abdomen. En cambio, los perros domésticos no sienten ninguna atracción por esta parte del cuerpo. Sus zonas preferidas más allá de la cara son el cuello (43 %), los brazos (29 %) y las manos (26 %). Tampoco parecen encontrarle demasiado gusto a las piernas.

¿Lo hacen por hambre?

La mayoría de las veces, sí. Los perros suelen empezar a pensar en devorar a sus dueños cuando se quedan sin comida. Así sucede en el 76 % de los casos. Sin embargo, el restante 24 % empezó a comer carne humana cuando todavía no habían pasado 24 horas del deceso, lo que evidencia que mantienen parte de su espíritu carroñero. Es más, el estudio contempla un caso acontecido en 1997 en el que un pastor alemán comenzó a devorar a su amo nada más suicidarse.

Los pastores alemanes son los perros que más casos han protagonizado

Pero ¿influye la raza a la que pertenece el perro? Hasta cierto punto, sí. En este sentido, Judy Melinek, en una entrevista concedida al New York Post, indicó que la mayoría de los casos han sido protagonizados por perros de tamaño mediano y grande. Especialmente, por pastores alemanes. Sin embargo, los golden retriever, que poseen unas dimensiones parecidas, parecen no ser capaces de devorar a sus dueños.

Esto la ha llevado a determinar que el carácter del perro tiene mayor peso que su raza a la hora de tomar la decisión de comerse o no a su propietario. Parece ser que los ejemplares más inseguros y ansiosos tienen más riesgo de adoptar este comportamiento carroñero. Generalmente, porque tratan de despertar a su amo dándole lametones en el rostro. Al no conseguirlo, acaban mordiéndole y comiéndose parte de su cara.

Foto: El motivo por el que los perros pueden oler el tiempo y saben qué hora es (iStock)

Por su parte, otro estudio demuestra que es más posible que los perros se coman a sus dueños tras fallecer cuando no están solos. De hecho, cuantos más ejemplares viven en un mismo lugar, más posibilidades hay de que suceda. Hay multitud de casos documentados, pero el más escabroso de todos sucedió en 2011 en Canadá. En aquella ocasión, una jauría de siete perros se alimentó de su propietario durante una semana entera.

¿Y qué pasa con los gatos? Lo mismo. Hay multitud de estudios y sucesos que lo corroboran. Esto sucede también con mayor asiduidad cuando el fallecido es dueño de una elevada cantidad de gatos. En los últimos 15 años hay documentados tres casos de personas que fueron devoradas tras fallecer por sus adoradas mascotas. No olvidemos que los felinos no están totalmente domesticados y que mantienen gran parte de su instinto.

Es difícil imaginar un amor más profundo y sincero que el de un perro hacia su amo, y viceversa. Sin embargo, muchas personas, especialmente las que viven solas, tienen miedo al pensar que harían sus queridas mascotas en caso de fallecer y no haber nadie más. Sobre todo, si pasan varias horas o incluso días hasta ser encontrados. Algo normal si tenemos en cuenta lo que indican varios estudios.

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