Esta española ha llevado a los hospitales de EEUU su idea para tratar la depresión

Las cifras dicen que, en España, emprender es una decisión masculina. Solo el 18% de las start-ups han sido fundadas por mujeres, una proporción que no ha cambiado en la última década. Para colmo, solo reciben el 2% del dinero disponible, aunque parece que los inversores no están muy atinados, porque el fracaso de los proyectos con liderazgo femenino está en el 27%, mientras que en los hombres llega al 59%. Con el objetivo de que este panorama cambie, la ONU ha establecido el 19 de noviembre como Día Internacional de la Mujer Emprendedora.

La Asociación Española de Startups lo celebrará el lunes con una gala para entregar los premios #WomenStartupAwards, que han recibido 550 candidaturas. Una de las finalistas es Ana Maiques (Valencia, 1972), cofundadora y CEO de Neuroelectronics, y no es una sorpresa, porque ya hace años recibió, entre otros muchos reconocimientos, el Premio de la UE a las Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea. En su imagen más llamativa aparece ataviada con un singular casco que podría cambiar la vida de millones de personas.

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Este producto, denominado Starstim, monitoriza y estimula la actividad cerebral a través de pequeñas corrientes eléctricas. El objetivo es tratar enfermedades como la depresión, la epilepsia y, quizá algún día, el alzhéimer. Neuroelectronics, que tiene sede en Barcelona y en Cambridge (Massachusetts, EEUU) ya está trabajando en varios hospitales estadounidenses y espera obtener las primeras conclusiones de sus ensayos clínicos a lo largo de 2024. Ana Maiques atiende a El Confidencial desde la capital catalana.

PREGUNTA. ¿En qué consiste este casco y para qué puede ser útil?

RESPUESTA. Tenemos una tecnología de lectura de la actividad cerebral, pero también de estimulación. Los 100.000 millones de neuronas que tenemos están vinculadas al sistema eléctrico y esto permite diagnosticar enfermedades, por supuesto, pero también creemos que tiene un gran potencial para el tratamiento. Si estimulamos el cerebro con electricidad, a lo mejor podemos mejorar la vida de las personas que sufren enfermedades neurológicas.

P. Hablamos de depresión, epilepsia o alzhéimer. Son patologías muy variadas. ¿Tienen algo en común que permita realizar diagnósticos o hallar soluciones a través de una misma herramienta?

R. Es una tecnología no invasiva, así que estamos focalizados en patologías representadas en la corteza cerebral. Sabemos que estimulando la parte superficial del cerebro podemos tener un impacto. Lo que tienen en común son sus manifestaciones en el sistema eléctrico, hay algo que no funciona y creemos que las podemos abordar a través de la neuroestimulación. Sin embargo, hay muchas otras enfermedades en las que tal vez nunca podremos actuar. Es un campo nuevo de la ciencia, hay que gestionar un poco las expectativas.

P. Pero ¿la electroestimulación ya ha demostrado resultados en alguna de estas patologías?

R. La electroestimulación ya se utiliza masivamente. Cuando tienes párkinson, te implantan un electrodo. En tratamientos contra la depresión, existe una tecnología consolidada, que es la estimulación magnética transcraneal. El concepto de la neuromodulación y la estimulación eléctrica lleva años, pero nosotros estamos intentando hacerlo de manera no invasiva y de manera portátil, para que lo puedas hacer en casa. Estamos intentando evolucionar la tecnología de la estimulación eléctrica, pero en tiempos de los romanos y de los egipcios ya cogían peces eléctricos de los ríos para gestionar su dolor. Es decir, que el concepto de la electricidad en el cerebro lleva mucho tiempo con nosotros.

P. ¿Qué otras líneas de investigación explora Neuroelectronics?

R. Esta tecnología ya nos da un montón de trabajo. Hay una parte de diagnóstico en la que estamos desarrollando biomarcadores o maneras novedosas de identificar enfermedades precozmente. Y después, está la parte de la estimulación como terapia. Hemos empezado por la epilepsia y la depresión, pero la medicina es un campo muy amplio y seguiremos investigando otras patologías.

Por otra parte, el mundo de la neurotecnología está muy de moda, se nos acercan artistas y gente del mundo de la música, porque hay infinidad de aplicaciones. Nosotros estamos muy centrados en la parte médica, pero en el conjunto de la sociedad vamos a ver la neurotecnología irrumpiendo en muchas áreas.

P. Lo que también está irrumpiendo es la inteligencia artificial. ¿Qué parte del desarrollo están dejando en sus manos?

R. El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo. Es muy difícil de entender y todavía no sabemos exactamente cómo funciona. Empezó Ramón y Cajal, y es un orgullo seguir sus pasos, pero ya él dijo que era el bosque más intrincado que hay, porque entender cómo funcionan 100.000 millones de neuronas comunicándose simultáneamente es más complejo que descubrir galaxias. La inteligencia artificial es una ayuda inmensa porque decodificar el cerebro es una tarea gigantesca para cualquier grupo de investigación o incluso para el ser humano.

Por ejemplo, nosotros estamos haciendo lo que llamamos neurotwins, copias digitales del cerebro donde realizamos modelos computacionales para intentar simular en la nube cómo va a responder tu cerebro a un tratamiento. Son sistemas de simulación sofisticados en los que modelas a nivel matemático y físico cómo funciona este órgano. Ahí la inteligencia artificial también nos va a ayudar, porque es algo que no se ha hecho y permitirá personalizar terapias y entender cómo vamos a responder. Es una tecnología puntera que va a tener un impacto tremendo, como ya lo está teniendo en cáncer, donde ya existen tratamientos oncológicos personalizados y de precisión. La neurociencia va a llegar a ese punto, pero es mucho más complejo.

P. ¿Me está diciendo que vamos a llegar a tener una copia digital de nuestro cerebro de forma personalizada?

R. En eso estamos trabajando nosotros.

P. Es un trabajo que une dos de los grandes retos de este siglo, dominar la tecnología y buscar soluciones para enfermedades neurológicas, que con el envejecimiento de la población van a ser cada vez más prevalentes.

R. Es así. Hay que aprovechar que la tecnología está avanzando para ver cómo podemos ayudar a millones de pacientes que sufren y hoy en día no tienen terapias que funcionen.

La mujer y las carreras tecnológicas

P. Usted lidera una empresa puntera, pero parece que las cifras de emprendimiento tecnológico femenino están estancadas. ¿Por qué?

R. Los medios también tienen culpa, porque siempre sacan referentes como Steve Jobs y Elon Musk cuando el mundo es mucho más diverso. Hay una responsabilidad en cuanto a los perfiles que aparecen. Luego, hay un tema educativo en las casas. ¿Estamos fomentando que nuestras hijas estudien carreras tecnológicas o su liderazgo? Además, a nivel de sociedad, hay que balancear la vida familiar y la vida profesional. ¿Por qué siempre me preguntan a mí cómo concilio y no a mi marido? Hay muchas barreras que hay que ir rompiendo.

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P. Es usted una de las fundadoras de EsTech. Esta plataforma de empresas de alto crecimiento con base tecnológica quiere promover el desarrollo de un tejido productivo de base tecnológica y digital que alcance un 40% del PIB en España en 2030. ¿Vamos bien para lograr ese objetivo?

R. Cada vez estamos mejor. En España hay empresas que cada vez han escalado más rápido. Tenemos ejemplos como Cabify, Glovo, Filmin, Red Points… Todos los miembros de EsTech son compañías que han crecido rápido, que están altamente internacionalizadas y son tecnológicas. Hace unos años era más complicado, pero se está avanzando y con esta plataforma queremos visibilizar este nuevo sector de la economía que nos va a dar una posición líder. Esto puede cambiar la manera en que los jóvenes ven dónde pueden trabajar en España. Me gustaría que cada vez hubiera más startups que sean capaces de escalar y atraer talento español.

P. Tras pasar por EEUU y por Europa, ¿cree que hay que irse de España para alcanzar esas metas?

R. Yo creo que cada vez hay más oportunidades aquí, pero no entiendo este debate. Es decir, ¿el Barcelona o el Real Madrid tienen que decidir dónde juegan? Puedes ser un equipo de fútbol español, pero tienes que jugar la Champions. El talento está en todas partes, no es exclusivo de Madrid, de Barcelona, de España ni de Francia. Hay gente brillante en todos los territorios. Nazcas donde nazcas, tienes las herramientas para competir a nivel global. Esa es la mentalidad que hay que cambiar en España: puedes ser brillante aquí pero tienes que aspirar a jugar la Champions en tu sector y no mirar solo tu territorio. Así que a mí me molesta mucho que me digan que me he ido a América, soy una emprendedora española, pero estoy compitiendo a nivel global, porque creo que es mi responsabilidad. ¿Voy a ayudar solo a los pacientes con epilepsia españoles o europeos porque estoy aquí? ¿O tengo que aspirar a ayudar a todos los que pueda? Esto no tiene nada que ver con el talento, sino con la capacidad de tener un impacto mayor.