Este es uno de mis portátiles favoritos, pero cada vez es más difícil recomendar uno nuevo

Ya se sabe lo que hay cuando alguien se presenta a sí mismo con la frase ‘Es que soy de Apple’. Nada, absolutamente nada, de lo que le sugieras o recomiendes fuera del catálogo de los de Cupertino le va a encajar después de pronunciar esa frase.

Puede ser que le llame la atención, que haya cosas que le sorprendan, pero al final la elección va a ser la misma: un producto de la manzana. Esto es particularmente habitual con el iPhone, pero pasa también con otros aparatos de la casa, como pueden ser sus portátiles. Recientemente, la compañía renovó su ordenador más icónico y más vendido, el MacBook Air, al que le ha hecho una puesta a punto con la gran novedad de incorporar el último de sus procesadores, el M3. Y lo ha hecho con la promesa de ser el mejor portátil para la IA.

Una promesa llamativa teniendo en cuenta que la multinacional no ha presentado todavía nada en este sentido. Eso ocurrirá, si se cumplen los pronósticos, durante la próxima WWDC, su conferencia anual de desarrolladores, que se celebrará el próximo mes de junio.

He pasado varias semanas con este equipo como equipo de trabajo. Y aunque el MacBook Air es uno de mis portátiles favoritos del mercado, lo cierto es que cada vez me cuesta más recomendar a alguien que tiene decidido comprar uno de estos equipos.

¿Por qué? Pues básicamente porque el M1 puso el listón muy alto y el M2 avanzo todavía un poco más. No significa que el M3 no lo haya hecho, sino que es bastante probable que las necesidades de muchos estén más que cubiertas con un modelo anterior. Ya decíamos hace unas semanas en esta sección que el mejor móvil asequible que uno se puede comprar a día de hoy es uno de alta gama de hace dos o tres años. Aquí, salvando las distancias, más de lo mismo. Ojo, que tampoco quiero decir que el último MacBook Air no aporte nada. Eso sería una mentira como una catedral.

Pero tampoco podemos decir que el nuevo MacBook Air sea mucho más nuevo que el viejo MacBook Air de 2022.

Tienen el mismo envoltorio con todo lo que ello conlleva, lo bueno y lo malo. Si destaca por algo es por tener cuerpo ultra delgado (1,13 cm) y bastante liviano. Ya no tenemos el diseño en pinza que se popularizó con los MacBook Air originales. Apple le dio una vuelta y lo cambió hace unos años por un cuerpo simétrico, cuyo grosor es prácticamente igual en toda la composición. Con el modelo equipado con el M2 se apuntaló el cambio estético al reducir los marcos de la pantalla e integrar la cámara en un notch en la parte superior, como ya se vio en los MacBook Pro en su momento.

El equipo es tremendamente manejable, especialmente el de 13,6 pulgadas. También hay una opción de 15 pulgadas. Cuál se ajuste más a ti dependerá de si buscas un poco de espacio extra para trabajar o un equipo más compacto y fácil de mover de aquí para allá. Probablemente, tu compra también depende del presupuesto, pero de eso ya hablaremos más adelante porque tiene más miga que simplemente echarle billetes a la inversión.

Comparten fuselaje, pero comparten mucho más. El sistema de altavoces es el mismo, tenemos el mismo trackpad, el mismo teclado y Touch ID como opción para desbloquear el portátil gracias a la biometría.

Todo, desde el punto de vista de la construcción, se repite. Incluso la misma limitación de puertos. Es el gran peaje de este portátil.

Dos USB tipo C, el conector MagSafe y el conector para auriculares de 3.5 mm. Nada más. ¿Se puede vivir con esta configuración? Sí. ¿Habrá momentos en los que quizá necesites un puerto extra? Probablemente. Me sorprende que Apple no haya integrado otro USB tipo C en el lateral izquierdo, la verdad. Cuando estás tirando del MagSafe no hay problema, pero si ocupas un puerto para conectar el equipo a un monitor externo, solo nos quedamos con uno libre para un disco duro externo o cargar algún dispositivo. Si esto es un problema o no, depende del usuario que se le pregunte.

¿Dónde están las mejoras? Bajo el capó. ¿En qué se traducen? En una potencia renovada y una autonomía prolongada. Y en la posibilidad de poder trabajar con dos monitores externos conectados. No me parece una novedad que fuese excesivamente demandada, pero todo lo que sea sumar servicios a la carta siempre se agradece, máxime cuando hablamos de un equipo caro.

Para hacer uso de esta función hay que ocupar todos los puertos (no va a ser un problema si nuestros monitores tienen conexiones integradas) y cerrar el portátil. Es decir, si lo que quieres es utilizar la pantalla de tu portátil y las otras dos como extensiones, olvídate. Esto también te obliga a tener un ratón y un teclado extra, por eso de tener que bajar la tapa y no poder utilizar los del portátil. Imagino que la mayoría de los que utilicen dos monitores para trabajar ya están acostumbrados. No es mi caso. Yo suelo utilizar una pantalla, pero la utilizo como una extensión del escritorio de mi ordenador.

Cuando lo he puesto a prueba y comparado con mi Dell de cabecera, lo cierto es que el tiempo de respuesta al conectarlo ha sido notablemente superior. En un abrir y cerrar de ojos estaba ya listo. Todo el mundo puede vivir sin esta inmediatez, pero es una de esas cosas sutiles que se acaban agradeciendo en el día a día.

Antes de entrar a lo que se refiere al rendimiento del nuevo motor, hay que hacer una parada por dos de las mejoras, nuevamente muy discretas. Por un lado tenemos un micrófono que gana calidad. Algo que te vendrá bien en las videollamadas y si eres de los que te gusta utilizar Siri en el ordenador (yo no soy de esos pero quién sabe si con los anuncios de IA de la WWDC consiguen quele dé una oportunidad). Otra novedad es la de incorporar compatibilidad con Wifi 6E. Te va a importar poco si no tienes un router compatible. Pero vamos, esta tecnología ofrece mayor velocidad, menor latencia y la posibilidad de tener más aparatos conectados a una misma red.

A este MacBook le pasa lo que a los iPhone. Cada generación que pasa, más complicado es sacar cosas que necesite el común de los usuarios

Pero el gran protagonista, prácticamente el único, es el chip M3. Se presentó el pasado otoño y cuenta con 8 núcleos de CPU, 10 de GPU (unidad de procesamiento gráfico) y 16 en su NPU o motor neuronal. Es el mejor caballo de la casa de Cupertino. Según la compañía, es un 15% más rápido que su predecesor. Pero es que su predecesor ya era un portátil muy rápido para una inmensa mayoría del público que no necesita algo especializado. Incluso si quieres el MacBook Air porque estás completamente dentro del ecosistema Apple, pero tus tareas cotidianas se resumen en ofimática y navegación web, hasta un MacBook Air con M1 que se cruce en tu camino a buen precio podría ser un candidato a tener en cuenta.

La compañía lo ha descontinuado (también el MacBook Air M2 de 15 pulgadas) pero todavía hay algún que otro distribuidor que anda intentando darle salida al stock. Se pierde potencia y algo de eficiencia energética pero todavía puede ser una opción para los que estén buscando una opción algo más asequible.

La pregunta que hay que hacerse no es si merece la pena dar el salto del modelo de 2022 al modelo de 2024. La respuesta es que hacerlo es puro capricho. Incluso si te está dando problemas lo es, porque la garantía está todavía vigente.

La pregunta con este nuevo MacBook Air es si alguien que viene de uno de los modelos que funcionaban con procesadores de Intel tiene que apostar por la última versión o no. Sea el M2 o el M3 el escogido, la diferencia en este caso va a ser mayúscula. Lo va a notar en rendimiento y fuerza bruta pero también en autonomía.

Hay otras dos mejoras en la ficha técnica que son dignas de destacar. La primera, el trazado de rayos. Se trata de una tecnología que ya hemos visto en otros dispositivos y en consolas de última generación y que ayuda a mejorar la imagen y el detalle de los videojuegos.

El problema aquí tiene que ver más con el catálogo de juegos que ofrece Apple. A pesar de los esfuerzos por meter la patita en este terreno, todavía no tienen mucha tracción. Esto es algo que se nota especialmente en el catálogo de títulos nativos. La otra mejora a señalar es el códec AV1 para decodificar video. Es el que utilizan los grandes jugadores y muchas de las grandes plataformas de internet y promete una mejor eficiencia energética. Es un plus pero no se percibe como un salto abismal de la anterior generación, así que, en mi opinión, no debería ser algo que inclinase la balanza.

No es un MacBook Pro

El MacBook Air es tan fino, entre otras cosas, porque no cuenta con ventiladores. Esto no es ningún problema en el día a día. Es silencioso y puede devorar actividades cotidianas sin problema. Sin embargo, si le exiges más de la cuenta esto puede ser un problema. A diferencia de los modelos Pro, los Air tienen un sistema de refrigeración pasiva. Esto limita su capacidad para disipar el calor, así que si le pides algo para lo que no está capacitado puedes notar que sube la temperatura y la potencia del M3 da unos pasos más atrás para preservar la autonomía.

Cabe recordar que el Air es el portátil del público general. Si estás pensando en editar contenido en vídeo constantemente o utilizar programas de modelado 3D con asiduidad, tu ventanilla es otra. El modelo del que he disfrutado contaba con 16GB de memoria unificada (como ellos denominan a la RAM) y 512GB. He podido utilizar la suite de Adobe sin problemas y he podido editar videos sin mayores complicaciones pero de forma puntual. Ha sido en esta última tarea donde han aparecido ciertos signos de la fatiga que mencionamos anteriormente.

Las similitudes entre el MacBook Air de 2022 y el de 2024 se extienden también a las opciones de configuración. La versión base cuenta con 8GB de memoria unificada y 256GB de almacenamiento. Hay posibilidad de alinearlo a tu manera, aunque el gasto puede elevarse hasta 1.000 euros extra si optas por los 2 terabytes de memoria y los 24GB de RAM.

Respecto a la batería, eso no va a ser una preocupación. Diría que en ningún portátil que monte un procesador M diseñado por Apple. En este caso, la compañía promete 18 horas de streaming de video y 15 navegando por internet.

No he hecho estas pruebas concretas, pero en mi día a día ha ido, literalmente, sobrado. He podido pasar una jornada de trabajo relativamente intensa (8 horas de pantalla) y que al final del día me restase todavía un 40% y no tener que conectarlo al enchufe hasta bien entrada la tarde del siguiente día. Es un nuevo avance en un campo en el que los portátiles de la manzana llevan tiempo destacando, concretamente desde que abandonaron los chips de Intel.

¿Por qué digo que cada vez me cuesta recomendar uno de los nuevos MacBook Air M3? No es por la calidad del equipo. En absoluto. Pero tener una calidad tremenda no significa tener la mejor relación calidad-precio. Entran en juego varios factores. El primero de todos es la rebaja del MacBook Air M2. Y el segundo, una configuración básica que repite el descuido de ofrecer tan solo 8GB de RAM. Una versión que parte de 1.299 euros. Es cierto que Apple optimiza y mucho lo que ellos llaman la memoria unificada, pero hablamos de un equipo que debe durar varios años y que no se puede abrir para poner al día.

Si vas justo de presupuesto, igual merece la pena un M2 hormonado y un M3 básico. Si vas sobrado, igual te merece la pena un Pro

Por eso creo que en muchos casos es mejor no dejarse guiar únicamente por el M3, renunciar a algo de potencia y optar por la versión con el M2 y sobrada de memoria RAM.

El modelo de 2022 de 13,6 pulgadas está en Amazon a poco más de mil euros (8GB + 256GB) un precio bastante ajustado que le convierte en la opción más recomendable en estos momentos desde el punto de vista de la calidad precio. A ese precio resulta ridículo dar un paso atrás adicional y plantearse el modelo con M1. También puedes optar y gastarte un poquito más y tener un M2 de 13,6 pulgadas con 16GB de memoria unificada, lo que me parecería una de las grandes compras del momento. El precio sería de 1429 euros frente a los 1759 que costaría esa RAM con el modelo con el M3.

Particularmente, el M2 me parece la mejor compra para el público general y aquellos que no tienen un presupuesto ilimitado y buscan ahorrarse un dinero. Quizá si Apple hubiese añadido algún puerto más al nuevo modelo o mejorando sustancialmente el panel las diferencias hubiesen sido lo suficiente grandes para enterrar este dilema.

Si optas por el modelo de 15 pulgadas con M3, evitar los 8GB de RAM supondría superar la barrera de los 2.000 euros. La historia es que puede volverse todavía más confuso. Si tu duda es entre el MacBook Air de 13,6 o 15 pulgadas, bien con M2 o M3, la cuestión central que va a decantar la compra es el tamaño. La batería es pareja, ya que el extra se lo come la pantalla más grande; y la calidad de imagen también lo es. El sonido es el gran cambio, porque los altavoces son mejores.< /p>

Pero si la duda es entre un MacBook Air de 15 pulgadas hormonado o un MacBook Pro de entrada, de 14 pulgadas, la decisión puede parecer todavía más enrevesada. Por un poco más (siempre que no pilles una oferta que deje el precio igual) tienes un portátil con más puertos, mejor pantalla, refrigeración activa… Eso sí, pierdes una pulgada, algo de autonomía y comodidad.

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