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El país que menos esperas ha hecho en 12 meses lo que Europa lleva años intentando
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5G EN UN 'ABRIR Y CERRAR' DE OJOS

El país que menos esperas ha hecho en 12 meses lo que Europa lleva años intentando

La India completa uno de los despliegues más rápidos de 5G del mundo. Un hito que es un recordatorio para Europa y que sitúa al país asiático como una potencia tecnológica mundial

Foto: Técnicos instalan una antena 5G. (Reuters/Arnd Wiegmann)
Técnicos instalan una antena 5G. (Reuters/Arnd Wiegmann)
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"Para hacerte una idea, en los últimos doce meses han desplegado una capacidad similar a la que haría falta para cubrir con 5G toda Europa". Esto lo desliza un alto directivo de la industria patria de las telecomunicaciones. Cualquiera puede pensar que el mérito corresponde a Estados Unidos, China o Japón, pero no. El lugar donde se ha obrado el milagro de llevar esta tecnología hasta prácticamente el último rincón de su territorio ha sido La India, que se ha convertido en el país más veloz a la hora de completar un despliegue de estas dimensiones.

Este hecho supone un nuevo toque de atención para España y otros miembros de la Unión Europea, que se están quedando rezagados frente a otras economías que avanzan a un mejor ritmo en la carrera por liderar y conquistar la nueva generación de internet móvil. Pero además de eso, es la enésima prueba de cómo el país gobernado por Narendra Modi está poniendo toda la carne en el asador con la industria tecnológica para dar un nuevo empujón a sus ambiciones de convertirse en la potencia regional en Asia e incluso mover la silla a China.

Para ello, el ahora país más poblado del mundo (consiguió esa condición hace unos pocos meses, aunque nadie se pone de acuerdo por cuánto supera a China ya que no hay censo oficial desde 2011) tiene una ecléctica hoja de ruta que incluye paradas en actividades como los semiconductores, el sector aeroespacial, la inteligencia artificial, la electrónica de consumo o las telecomunicaciones.

(Mapa: 5G en La India entre oct. 22 y sept. 23. Speedtest Inteligence)

Las estaciones base son elementos clave en las redes de telecomunicaciones. Colocadas la mayor parte de las veces en torres de telefonía, son el eslabón que conecta, por así decirlo, los móviles y otros dispositivos con el corazón de la red de los operadores. Es un buen termómetro para saber cómo ha evolucionado una infraestructura de este tipo. En el caso de La India, entre enero de 2023 y enero de este año, se han multiplicado prácticamente por ocho, alcanzando casi las 420.000 estaciones base 5G instaladas.

Además, hay que tener en cuenta que se trata del conocido como 5G stand alone, donde la instalación se construye desde cero a diferencia del non stand alone. En este último caso, la receta es mejorar la red ya existente, algo que permite hacerlo de manera más rápida y asequible pero perdiendo ventajas como la menor latencia, por citar algunas de las cosas.

Un informe elaborado por Ericsson destacaba que este despliegue es el más grande que se ha hecho en el mundo más allá de China. Aunque son varias las empresas implicadas, ha sido Jio, el mayor operador local, el que ha llevado la voz cantante y la iniciativa. Ha implementado en total un millón de enclaves o celdas 5G, algo que le sirve para dar señal a más de 8.000 ciudades y pueblos.

"Esto ha ocurrido a pesar de que empezaron el despliegue notablemente más tarde que en otros países", explica a El Confidencial Affandy Johan, analista de Ookla, empresa estadounidense que se dedica al diagnóstico de redes y trabaja para compañías de todo el mundo. En España, los primeros lanzamientos de carácter comercial empezaron a principios de 2020.

En el caso de La India, hubo que esperar hasta finales de 2022 para que comenzaran los trabajos, una vez que el Ejecutivo empezó a repartir el espectro en el verano de ese año. Johan detalla que este retraso se produjo "por la pandemia", pero que la demora jugó a su favor, porque tuvieron más tiempo para prepararse para esta tecnología, invertir en equipos y, sobre todo, "aprender de las experiencias de sus homólogos globales". El analista también destaca que los operadores han activado "generosos planes de datos 5G ilimitados", tanto para los usuarios de contrato como de prepago, y que en muchos casos "se mantenían los precios que pagaban por sus tarifas 4G". "Todo esto fomenta mucho la adopción", puntualiza el experto.

Un espejo complicado para Europa

Aunque todavía existen retos importantes, como la adopción por parte de las empresas y la creación de redes privadas, lo cierto es que la potencia asiática ha logrado un importante avance en este asunto. Para territorios como Europa, el caso de La India puede ser un espejo complicado en el que mirarse. Un informe de la GSMA, la patronal de operadoras que organiza el Mobile, ya alertaba sobre la baja adopción del 5G en esta parte del mundo. A mediados de 2023, ya había más de 1.000 millones de líneas 5G en todo el mundo. La mayoría de ellas, un 52%, estaban en China.

Si se suman las de Japón, La India y los Estados Unidos, el porcentaje aumenta prácticamente hasta el 80%. Todas esas conexiones se concentran entre un total de diez operadores. En Europa, donde el sector cuenta con más de 200 operadoras, a mediados del pasado curso solo se ubicaban 9 de cada 100 líneas 5G de todas las que hay en el mundo.

"La regulación europea ha favorecido la promoción de la competencia", argumenta Johan. "Si bien esto funcionó en el pasado, con el 5G se ha visto a operadores europeos con limitaciones de liquidez que no han podido invertir en densificar sus redes". Además, explica este especialista, que la estructura de la UE dificulta ser competitivo en el tamaño y alcance de la infraestructura. "A pesar de que en muchos de los países hay tres o cuatro operadores móviles que han implementado 5G, el intercambio de redes es común únicamente dentro de las fronteras nacionales. Esto impide impulsar economías de escala como hacen sus pares en EEUU, China o La India".

Preguntados por este extremo, diversas fuentes del sector coinciden en este diagnóstico. Uno de los lamentos más repetidos es que están sometidos a una regulación y unas limitaciones diseñadas hace casi tres décadas cuando los operadores eran monopolios y empezaban a dejar de serlo.

Este discurso no es nuevo, ni tampoco es algo que se escuche únicamente en privado. En el discurso litúrgico inaugural de la MWC de Barcelona, es habitual escuchar a José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, pedir un cambio en la legislación actual y articular un pago justo para que los gigantes tecnológicos contribuyan al desarrollo de las redes de comunicación que ocupan en su inmensa mayoría.

Netflix, Google o Meta dicen que no pasarán por el aro y que sus servicios ayudan a que los usuarios inviertan más en sus tarifas de telefonía e internet. La Comisión, que en su día se oponía a esto, abrió una consulta pública el pasado año, que se ha plasmado en un libro blanco que aborda este problema. Eso sí, la solución dependerá de las instituciones que elijan los ciudadanos europeos el próximo mes de junio.

India como potencia tecnológica

"El origen de este golpe tecnológico, por llamarlo así, surgió la pasada década cuando pusieron en marcha un programa orientado al emprendimiento tecnológico similar al que en su día se vio en países como Israel", comenta Andrés Gómez, vicerrector de Internacional de ESIC University. "Les ha dado muy buenos resultados en sectores de la economía digital. Solo en 2021 surgieron allí 44 nuevos unicornios", añade. Este académico no se muestra en absoluto "sorprendido" por el logro en el ámbito de las telecomunicaciones, en el sentido de que el avance en esta materia va de la mano de la consolidación de un tejido y una industria tecnológica.

Hay que destacar varios puntos de la estrategia de la India, que como apunta Gómez, también quiere aprovechar a su favor "las tensiones generadas alrededor de China". "Durante muchos años tuvieron abandonadas las relaciones bilaterales, pero han acabado adoptando una estrategia de colaboración tecnológica". En este sentido, el gobierno de Modi se ha acercado a Estados Unidos, con quien colabora para impulsar la tecnología OpenRAN. Detrás de este nombre se esconde una especie de navaja suiza que permitiría crear infraestructuras combinando piezas de varios proveedores diferentes.

A día de hoy, la gran mayoría de redes están hechas con equipos de un solo fabricante, ya sea Huawei, Ericsson o Nokia. Al ser estándares cerrados, da mucho poder a los que suministran estas piezas. Un buen ejemplo es lo difícil que han tenido los operadores europeos sacar a la empresa china de sus redes cuando Washington vetó a la multinacional de Shenzhen.

placeholder Narendra Modi. (EFE)
Narendra Modi. (EFE)

Una eventual consolidación y popularización de OpenRAN es vista al otro lado del Atlántico como una suerte de Huawei killer, y por ello han movilizado más de 2.000 millones de dólares para fomentar la investigación y el desarrollo. En este punto, los gobiernos de La India y Estados Unidos anunciaron colaboraciones y testeos conjuntos de esta tecnología.

Pero los movimientos del gigante asiático van más allá de las comunicaciones. Por ejemplo, en el campo de semiconductores, han movilizado 10.000 millones para subsidiar a fabricantes que se instalen allí. "La fortaleza es su enorme mercado de consumo interno en lo que respecta a tecnología, siendo una de las dos economías más poblada del mundo", explicaba Neil Sah, analista de la consultora CounterPoint, en una reciente entrevista con la CNBC.

Este argumento, el de la fortaleza de su mercado interno, ha sido también utilizado para atraer plantas de fabricación de tecnología como las de Foxconn. En este punto, Modi también se ha aprovechado de la inquietud que provocan las tensiones geopolíticas en China. Por ejemplo, Apple anunció hace un par de años que empezaba a producir iPhones en India. Una decisión que venía incentivada por la necesidad de reducir su dependencia de las plantas en territorio chino, pero también condicionada por el hecho de que el ejecutivo local iba a empezar a grabar aquellos dispositivos electrónicos que no hubiesen sido producidos en suelo indio.

"No es una economía intervenida, pero es cierto que la regulación es fuerte y la presencia del estado en el sector privado también", explica Gómez. Un ejemplo de este papel es que a partir de ahora, las empresas que quieran entrenar un modelo de lenguaje para crear una inteligencia artificial necesitarán una licencia pública para hacerlo. El vicerrector de ESIC apunta que la estrategia le está dando sus frutos. "Llevan dos años consecutivos creciendo por encima del 7% en un contexto macroeconómico que no es el mejor", apunta. "Tienen muchos retos por delante, especialmente en temas e índices pobreza de algunos sectores y de disparidad social, pero su economía ya es la quinta a nivel mundial".

"Para hacerte una idea, en los últimos doce meses han desplegado una capacidad similar a la que haría falta para cubrir con 5G toda Europa". Esto lo desliza un alto directivo de la industria patria de las telecomunicaciones. Cualquiera puede pensar que el mérito corresponde a Estados Unidos, China o Japón, pero no. El lugar donde se ha obrado el milagro de llevar esta tecnología hasta prácticamente el último rincón de su territorio ha sido La India, que se ha convertido en el país más veloz a la hora de completar un despliegue de estas dimensiones.

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