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¿Cuánto hay que trabajar para regalar el iPhone o la Play? Más que en 2013 pero menos que en 2018
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¿Cuánto hay que trabajar para regalar el iPhone o la Play? Más que en 2013 pero menos que en 2018

La tecnología es el regalo estrella de todas las Navidades. Cruzamos los precios oficiales y el salario medio para conocer cuánto esfuerzo nos supone poner debajo del árbol un móvil, una consola o un robot aspirador

Foto: Miguel Gutiérrez. (EFE)
Miguel Gutiérrez. (EFE)

Hay bastantes más probabilidades de que el día 25 o el 6 de enero se despierten y encuentren bajo el árbol un gadget como regalo, que de rascar algo, aunque sea una pedrea, en la Lotería de Navidad. Quizá los más afortunados abran su paquete y saquen un iPhone o un teléfono Android de última generación, unos AirPods o unos auriculares con cancelación de ruido para que sean la pareja de baile de su smartphone; una GoPro para sus viajes y aventurillas o una Roomba pata negra para desentenderse un poco de la limpieza del hogar en el que año que está a punto de comenzar.

Agasajar a alguien con uno de estos regalar supone darle un meneo considerable a la cuenta corriente. Además, hace años que la electrónica de consumo rompió en muchos casos esa barrera psicológica de los 1.000 euros de precio de partida, algo que hace que tengamos, con razón, la sensación de que todo nos salga mucho más caro ahora.

Pero ¿realmente tenemos que sudar más la gota gorda ahora que hace cinco o diez años para pagar estos regalos? ¿hay que echar más horas en la oficina para poder comprarlos? La respuesta es depende. Depende del producto, sobre todo. En todos los casos hay que trabajar más que hace una década, pero cuando se comparan los precios de hace un lustro con los actuales nos podemos encontrar alguna sorpresa que otra.

En Teknautas hemos querido hacer este ejercicio y ver cuántas horas de trabajo nos costaban y nos cuestan algunos de los gadgets más populares. Como en esto de los sueldos cada caso es un auténtico mundo y no queremos que nadie llegue tarde a la cena de Nochebuena y tenga que comerse frías las croquetas, hemos cogido como referencia el caso de un adulto de mediana edad (entre 30 y 40 años), sin hijos, con un contrato de 40 horas semanales y doce pagas.

Tanto trabajas, tanto regalas

Para establecer sus ingresos anuales, hemos tomado como referencia los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística sobre el salario medio bruto y hemos descontado las distintas retenciones para obtener el sueldo neto. Como la base de datos del INE todavía no recoge la evolución correspondiente al 2023, hemos realizado una estimación simulando un escenario de una revalorización del 2,3% del salario bruto medio, como ya ocurrió en el anterior ejercicio. Es probable que algún analista o matemático de bien se esté revolviendo al leer estas líneas, pero el objetivo de estos es ver tendencias.

Con estos datos en la mano, nos hemos encontrado, que alguien con el perfil anteriormente descrito que cobre el salario medio bruto en España y trabaje 2080 horas (40 por 52 semanas) estará ganando cada 60 minutos 10,8 euros. En 2018, esa misma persona, con esas mismas condiciones, estaría ingresando 9,2 euros en ese mismo tiempo. Y en 2013, 8,81 euros. Si usted quiere tener un detalle con su hermano o con su pareja y se le pasa por la cabeza regalarle, por ejemplo, el iPhone 15 Pro tendría que dejarse por lo menos 1.219 euros por la versión de entrada, que cuenta con 256GB de almacenamiento. Eso le supondría dedicarle 112 horas de trabajo al regalo, es decir, 14 jornadas dándole a la tecla o lo que quiera que haga en su puesto día a día.

Si les quiere pero no tanto, igual se le ocurre comprarle el iPhone 15, el más mundano de la generación presentada en septiembre, tendría que dedicarle 88 horas y 48 minutos de pico y pala. Hace cinco años, hacer lo propio con el iPhone Xs (el móvil de referencia de Apple en 2018) supondría echarle prácticamente 16 días laborales al asunto (casi 126 horas). El iPhone Xr por entonces el modelo asequible, nos requeriría una inversión de 93 horas y 18 minutos.

Hace diez años, el iPhone más pepino que uno podía comprar era el 5S. Costaba 699 euros. Comprarlo al precio oficial nos llevaba 10 jornadas de trabajo. También había un modelo low cost, el iPhone 5C, que se vendía por 599 euros, lo que vendría a ser 67,1 horas de trabajo de alguien que tuviese el salario medio bruto en España en aquel entonces.

placeholder Una de las coloridas traseras del iPhone Xr. (C. Castellón)
Una de las coloridas traseras del iPhone Xr. (C. Castellón)

¿Y qué pasa en Android? Aunque a Apple siempre le estamos atizando por el asunto de los precios, la situación cuando miramos algunos móviles premium de sus competidores no es muy distinta. Por ejemplo, Samsung lanzó en 2013 el Galaxy S4, cuyo precio de salida en España era de 699 euros. Eso suponía que para comprarlo había que trabajar exactamente lo mismo que para tener un iPhone 5S. Cinco años más tarde, el S9 en su configuración más básica costaba 849 euros. Traduciendo a la escala de horas trabajadas, tendríamos que dedicarle 92 horas y casi un cuarto de hora. Una hora menos que para comprar un iPhone Xr en su configuración más básica.

Este año, el Galaxy S23 (el más básico de los tres modelos que componen esta familia) llegó a un precio idéntico al que ahora tiene el iPhone 15: 959 euros. Eso sí, en este caso obtendremos el doble de memoria que lo que nos ofrece la compañía de la manzana en dicho modelo.

Con los relojes inteligentes tenemos una situación similar, al menos en lo que se refiere a Apple. Regalar un dispositivo como un Apple Watch de primera generación (a partir de 339 euros) nos hubiese supuesto en 2013 haber dedicado prácticamente una semana laboral (38,5 horas). En 2018, cuando el reloj de referencia era el Apple Watch de cuarta generación (a partir de 429 euros), teníamos que abonar 46,6 horas para hacernos con la configuración básica. ¿Y estas Navidades? Para comprar un Series 9 hay que invertir 41,5 horas de trabajo. En lado de Android volvemos a fijarnos en Samsung, que es una de las marcas que más tiempo lleva en esto de la tecnología wearable. En 2013 tenía en el mercado el Samsung Gear, un reloj que incluso tenía cámara integrada, por 229 euros. Por aquel entonces, los que cobraban el salario bruto medio tendrían que echar prácticamente 34 horas (33 horas y 54 minutos) para hacerse con él.

Un vistazo a otros productos

Cinco años más tarde, para comprar el Galaxy Watch equivalente (310 euros) había que invertir prácticamente el mismo tiempo en el puesto de trabajo: 33 horas y 42 minutos. A día de hoy, para comprar el Galaxy Watch 6, el tiempo se ha reducido a menos de 32 horas y media. Los precios de los relojes para teléfonos Android no han evolucionado igual que los precios de los Apple Watch debido a la mayor competencia y mayor variedad de modelos; por eso nos encontramos con estas diferencias.

Vamos a ver otro tipo de productos. Por ejemplo, las cámaras de acción. Adquirir la GoPro Hero 3, el modelo que la compañía estadounidense lanzó hace 10 años, nos suponía un desembolso de 349 euros, lo que para nuestro sujeto de prueba supondría echar prácticamente toda una semana en la oficina (39 horas y 36 minutos). En 2018, para comprar la Hero 6 eran 420 euros lo que incrementaba el tiempo dedicado hasta los 45 horas y 36 minutos. Hacerse con el último modelo de la gama Hero que ha sido puesta a la venta este mismo año desde 449 euros supone dedicarle 44 horas y 27 minutos.

Los videojuegos y las consolas también son un regalo recurrente en estas fechas. Aquí no hay una tendencia tan clara. Por ejemplo, comprar la Wii U, la consola de sobremesa de Nintendo, en 2013, hubiera supuesto 33 horas de trabajo. La Switch OLED a día de hoy nos exige algo más de 32 horas. Haber regalado la Switch original en las Navidades de 2018 para alguien que recibiese el salario medio en ese momento se hubiese traducido en más tiempo de trabajo. Concretamente más de 35 horas.

placeholder Una consola Nintendo Switch. (EFE)
Una consola Nintendo Switch. (EFE)

Hace una década, que los Reyes trajesen una PlayStation 4 a casa era sinónimo de echar unas 45 horas para cubrir los 399 euros que costaba. Ahora, tener su sucesora en el salón, que ha incrementado sus emolumentos hasta los 549 euros, suponen casi 51 horas.

¿Qué pasa con los juegos? Hacerse con un título oficial de Sony con el precio estándar (79,99 euros) se va a traducir en casi un día en el trabajo, porque vas a tener que dedicar 7 horas y 24 minutos. Hace cinco años, cuando el precio más común de los exclusivos recién estrenados para PS4 era 69,99 euros, hubieses echado un poco más de tiempo: 7 horas y media. Una década atrás, los grandes títulos de PS3 tenían un coste de 59,99 euros y eso suponía dedicarle seis horas y 42 minutos al trabajo.

Estos patrones se repiten con otros productos más recientes. Por ejemplo, para hacerse con unos AirPods de primera generación en 2018 (179 euros) hubiese supuesto 19 horas y 24 minutos con los supuestos expresados en este artículo. Comprar a día de hoy una unidad de la tercera generación de estos auriculares supondría exactamente una hora menos.

Otra cosa es que hablemos de los AirPods Pro que se estrenaron en 2019. Los auriculares de diadema con cancelación de ruido se han puesto muy de moda en los últimos años. Comprar el mejor modelo de Sony hace un lustro nos suponía 41 horas y 18 minutos para cubrir los 380 euros de coste. A día de hoy comprar sus sucesores (ya van por la quinta generación) nos va a salir más barato. En coste total y en tiempo, porque llegaron al mercado con un precio oficial 349 euros, lo que a día de hoy supone 34 horas y media.

Aunque ahora mismo se chuta una piedra y aparecen tropecientos altavoces inteligentes, también se puede echar al catálogo de Amazon para hacerse una idea de cómo han incrementado los precios de estos accesorios también muy socorridos en estas y otras fechas. El Echo de primera generación, el modelo estándar, llegó en 2018 al mercado a un precio oficial de 99 euros. Eso suponía emplear algo más de 10 horas. Para hacerse con el Echo de cuarta generación (ese sería el equivalente en 2023, porque la oferta y los modelos se han multiplicado como una especie invasora) hay que emplear algo más de 11 horas y media, ya que su coste ha escalado hasta los 119 euros.

Aunque este ejercicio tiene mucha letra pequeña (hemos analizado el salario medio bruto oficial y los precios oficiales, sin fijarnos en descuentos y promociones), nos permite sacar algunas conclusiones y observar algunas tendencias. La principal es que el precio de la tecnología en los últimos cinco años ha crecido a un ritmo menor, porcentualmente hablando, que en el periodo entre 2013 y 2018.

Como la remuneración media se ha incrementado a un ritmo mayor en el lustro más reciente, nos encontramos que aunque los aparatos sean más caros, los mejores salarios hacen que tengamos que dedicar menos tiempo a día de hoy que antes de la pandemia para hacernos con los productos tecnológicos de moda.

Hay bastantes más probabilidades de que el día 25 o el 6 de enero se despierten y encuentren bajo el árbol un gadget como regalo, que de rascar algo, aunque sea una pedrea, en la Lotería de Navidad. Quizá los más afortunados abran su paquete y saquen un iPhone o un teléfono Android de última generación, unos AirPods o unos auriculares con cancelación de ruido para que sean la pareja de baile de su smartphone; una GoPro para sus viajes y aventurillas o una Roomba pata negra para desentenderse un poco de la limpieza del hogar en el que año que está a punto de comenzar.

¿Me lo compro?