Este es el mejor altavoz inteligente para mi casa: quizá el problema es que yo soy demasiado tonto
El Echo Show 15 lleva una enorme pantalla en un formato muy original. Algo que da valor y versatilidad a un asistente al que todavía no consigo sacar provecho más que para lo muy básico
Aunque otras empresas como Huawei, Xiaomi, Samsung o la propia Facebook han creado sus propios asistentes de voz, cuando hablamos de altavoces inteligentes la cosa queda en solo tres. Por una parte, tenemos a Apple, Siri y sus Homepod mini. Por otra, a Assistant, Google y la familia de equipos Nest. Y, por último, Amazon, Alexa y su larguísima familia de dispositivos Echo. El primero se lanzó en 2014. A partir de ahí, la empresa de Jeff Bezos no ha dejado de evolucionarlos y mejorarlos, ampliando en paralelo la disponibilidad de Alexa en dispositivos de terceros.
Es, probablemente, la que mejor trabajo, o al menos de forma intensa, haya hecho en estos productos. También el interés es mayor, puesto que los de Seattle no tienen ni un producto de hardware superextendido en el mercado (como Apple y los iPhone) ni un sistema operativo con la fortaleza de Android. Fruto de ese interés por tener una oferta amplia y que se salga de lo corriente, ha nacido el nuevo Amazon Echo Show 15.
La coletilla Show hace referencia a la gama de altavoces que cuenta también con pantalla. No es ni mucho menos el primero que lanza esta compañía ni mucho menos el primero que vemos en el mercado que trae un panel integrado. Sin embargo, en este caso, el Echo Show 15 me parece el mejor asistente inteligente que ha pasado por mi casa. Ojo, que sea el mejor no significa que sea perfecto.
Es más, creo que, en líneas generales, a este tipo de 'gadgets' todavía les falta mucho trabajo por delante. Y, sobre todo, encontrar con lo que se llama una 'killer app', algo, una tarea, que se desempeñe tan bien en esta plataforma para no pensar en hacerlo en el móvil, la tele o el ordenador. Esto es lo mismo que ocurre con las gafas inteligentes o los relojes conectados.
No me hables, mírame
¿Por qué el Amazon Echo Show 15 es lo mejor que he probado en este sentido? Entre otras cosas porque ofrece algo más que el asistente de voz. Así de simple. La pantalla táctil de 15,6 pulgadas, con resolución Full HD, le sienta estupendamente bien. El dispositivo tiene forma de cuadro (40,2 x 25,2 x 3,5 cm), tiene un buen diseño a pesar de ser de plástico y está pensando tanto para utilizarlo en horizontal o vertical, con una relación de 16:9. Esto significa que tenemos un formato más apaisado.
La ubicación más natural dado este armazón es anclarlo a una pared, aunque se puede adquirir un soporte por separado con el fin de poder ponerlo sobre la encimera de la cocina o una estantería sin necesidad de taladrar el pladur. Por poner una pega, el cable podría ser algo más largo.
Navegar por la pantalla es cómodo. Obviamente no alcanza la velocidad con la que se puede interactuar con un iPad o una tableta con Android decente, pero alcanza un nivel de fluidez adecuado a la hora de acceder a los diferentes menús y moverse por las diferentes opciones.
El sonido del equipo es potente pero faltan matices. La música no es su fuerte
Contamos con un teclado virtual que nos ayudará a realizar búsquedas en las diferentes 'apps' que instalemos o el navegador que trae integrado. Parece un detalle menor, más aún cuando disponemos de Alexa para pedirle las cosas, pero no lo es tanto, especialmente si tienes reparo a tener un micrófono abierto todo el rato. En términos de brillo simplemente se puede decir que tiene un nivel más que suficiente. No hay que olvidar que no es un dispositivo móvil que vaya a estar sometido a luz exterior, sino que el entorno es controlado. Al color se le podría sacar más pegas, pero dentro de este rango de precios, es aceptable.
Si estás pensando en utilizarlo para la reproducción musical, hay que tener en cuenta varias cosas. No es su punto fuerte, porque el formato condiciona. Cuenta con dos altavoces (de 41 mm) colocados en la parte trasera aunque orientados en diagonal. Ofrecen una potencia relativamente buena (depende de cómo lo coloques, se puede aprovechar que el sonido rebote en las paredes), pero no dejan de tener una ausencia llamativa de matices, especialmente, en las partes más altas. Si estás pensando en utilizarlo para escuchar música en casa (es compatible con Apple Music, Spotify, Amazon Music...) es mejor que te hagas con un altavoz complementario. La propia Amazon tiene opciones muy buenas. Incluso se puede utilizar con sistemas como el de marcas como Sonos, a través de una de las 'skills' (como ellos llaman a las apps de Alexa).
Una pequeña 'tele' del s. XXI
Sin embargo, con el consumo de series y películas es otra historia. Aquí puede ser una pantalla secundaria muy interesante, por ejemplo, para ver una serie mientras cocinas. O tenerlo en el despachito o en el cuarto de tus hijos adolescentes. Se puede ver Amazon Prime, por supuesto. También Netflix o RTVE.es. Hay 'skills' de noticias de Antena 3 y de Telecinco. Obviamente faltan algunas, como HBO o Disney Plus. También Filmin. Algunos son accesibles a través del navegador, pero funcionan de aquella manera. YouTube lo hace decentemente.
En líneas generales se puede concluir que este Amazon Echo Show 15 es lo más parecido a aquellas teles que se ponían otrora en el cuarto o en la cocina que se ha creado en este siglo XXI, pero con plataformas, algunas, de 'streaming' y vitaminada con otras funciones, que nos permiten ver de un vistazo todo el calendario (se pueden agregar los de cuentas de Google o iCloud), añadir tareas a una lista rápidamente o tener a la vista una lista de la compra a la que añadir cosas fácilmente. ¿Les suena el concepto? Como las pantallas de esos frigoríficos inteligentes que nos llevan intentando vender desde hace años y que todavía no he visto más que en los pasillos de las ferias.
En este hormonamiento del asistente juegan un papel fundamental los 'widgets'. Es más que probable que el concepto les suene de haberlo visto ya en su teléfono Android o en su iPhone. Se tratan de pequeños azulejos que nos ofrecen vistas previas del tiempo, fotos nuestras (de Facebook o Amazon Fotos), las mencionadas listas, la agenda, el tiempo, el estado de un pedido de Amazon o nuestros aparatos conectados favoritos. Con esta pantalla se podría pedir que muestren la imagen de un timbre conectado o una cámara de vigilancia compatible. Está configurado para que se puedan colocar cuatro 'widgets' en la mitad de la pantalla y dejar la otra mitad libre. No está mal, pero seguro que cada persona tiene sus preferencias. Otra de las cosas es que la mayoría de estos 'widgets' sean de Amazon y se echen en falta más de terceros.
Es lo más parecido a aquellas teles que se ponían otrora en el cuarto o en la cocina que se ha creado en este siglo XXI
El dispositivo se redondea con una cámara de cinco megapíxeles que sirve para dos cosas. Desbloqueo facial e identificación de los diferentes miembros del hogar, para mostrarle contenido recomendado. También para hacer videollamadas, pero lo cierto es que por este precio (239 euros) la imagen que transmite es netamente mejorable. Además, no hay seguimiento del sujeto que reenfoque según nos vayamos moviendo, que sería interesante para algo que está pensado para estar colgado de la pared de un sitio como la cocina. Recordar que se pueden hacer llamadas, pero hace falta que el destinatario tenga instalada la app de Alexa. Obviamente, tenemos una pestaña para tapar la cámara (también la bloquea electrónicamente) de la misma forma que tenemos la opción de silenciar el micrófono. Los datos de reconocimiento, por cierto, se procesan localmente.
Si repasamos el texto, realmente lo que hace mejor que nada a este altavoz inteligente es que viene con una pantalla y los usos que se derivan de ello. No es la primera marca que lo hace, pero sí es la primera que lo hace con un tamaño que resulte interesante para ver series o tener un espacio suficiente para visualizar y ver todo de un vistazo.
¿Asistentes demasiado listos?
Si no fuese por eso, me quedaría completamente frío, como me ha ocurrido con la mayoría de altavoces inteligentes, con o sin pantalla, que utilizo durante unos pocos días y acabo dejándolos abandonados o utilizándolo para apagar la luz del recibidor cuando me meto a la cama y lo hago sin apagar la luz del salón, algo que ocurre muy de vez en cuando. Y lo hago porque simple y llanamente no encuentro la posibilidad de hacer algo que me suponga una ventaja lo suficientemente grande respecto a hacerlo en mi smartphone. Mi robot aspirador está programado para su rutina diaria. Las luces las encendiendo y las apago yo mismo en el 99% de los casos. Mis contactos habituales no tienen la 'app' necesaria para hacer llamadas o videollamadas por este canal. El tiempo de mañana y prácticamente de toda la semana lo llevo viendo todo el día en mi móvil.
Las pantallas son la única manera de vitaminar asistentes que se usan para lo básico
Las marcas, incluida Amazon, aseguran, sin embargo, que hay miles, cientos de miles, de personas y usuarios exprimiendo sus funciones. Quizá, solo quizá, el problema es que yo sea demasiado tonto para exprimir los 'smart speakers', que cada día son más listos y más inteligentes, como demuestran Alexa y Assistant con cada nueva iteración. Estudios como el de Activate, una consultora especializada en tecnología, sostienen que los usuarios más avanzados (los que lo utilizan tres veces al día por lo menos) lo emplean para cosas muy básicas, como reproducir música o programar un temporizador. Estos resultados me hacen pensar que el problema no es mío, sino de los asistentes de voz.
También cabe el caso de que justo usted sea un usuario que ha conseguido sacarle muchísimo provecho a una de estas plataformas y esté pensando que estoy completamente equivocado. Pues qué mala suerte, porque creo que una inmensa mayoría no pueden exprimir el potencial de los altavoces inteligentes, simplemente porque no lo necesitan. Por eso creo que, en el corto plazo, las pantallas, cuando sean versátiles y no se limiten a ser un pseudo reloj de mesilla, pueden ser una forma de ampliar su interés y enganchar a nuevos usuarios. Google también parece que anda pergeñando esto, con un altavoz con pantalla extraíble, que serviría para tener una tableta sencilla en casa, que es en realidad lo que necesita una gran mayoría de potenciales usuarios.
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Aunque otras empresas como Huawei, Xiaomi, Samsung o la propia Facebook han creado sus propios asistentes de voz, cuando hablamos de altavoces inteligentes la cosa queda en solo tres. Por una parte, tenemos a Apple, Siri y sus Homepod mini. Por otra, a Assistant, Google y la familia de equipos Nest. Y, por último, Amazon, Alexa y su larguísima familia de dispositivos Echo. El primero se lanzó en 2014. A partir de ahí, la empresa de Jeff Bezos no ha dejado de evolucionarlos y mejorarlos, ampliando en paralelo la disponibilidad de Alexa en dispositivos de terceros.
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