Es noticia
Tiene 19 años y dice que su idea valdrá 1.000 millones en 3 años: "La gente me envidia"
  1. Tecnología
Hola, tengo un unicornio para usted

Tiene 19 años y dice que su idea valdrá 1.000 millones en 3 años: "La gente me envidia"

Álvaro Pintado asegura que su negocio de almacenamiento en la nube puede competir con Google. De momento, ha levantado 300.000 € y se ha gastado la tercera parte en un dominio. "Si compras uno de 10 €, a nadie le importa", dice

Foto: Álvaro Pintado Santalauria, fundador de Hello.app. (Cedida)
Álvaro Pintado Santalauria, fundador de Hello.app. (Cedida)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

"Podemos plantar cara a Google, Amazon, Microsoft o Dropbox en unos años", asegura sin ruborizarse Álvaro Pintado Santalauria, de 19 años, cuando le preguntan por Hello.app, la empresa de almacenamiento distribuido en la nube que fundó en 2022 y que "va a convertir en un unicornio" —es decir, alcanzar una valoración superior a los 1.000 millones— de aquí a tres años. "Vamos a cambiar la forma en que la humanidad guarda la información en internet", dice el empresario, natural de Lleida, en conversación con El Confidencial.

Todo lo anterior ha servido para que Pintado se lance a un realizar un tour por distintos medios y pódcasts contando una historia tan jugosa que se vende sola: un talento de 19 años que ha tenido una idea para revolucionar un sector y que pronto puede convertirse en multimillonario. Imposible no picar. En realidad, es el guion (ellos lo llaman pitch) habitual en el mundo de las start-ups desde hace años. ¿De verdad un chaval de 19 años puede hacer sombra a los gigantes tecnológicos?

"Cualquiera te diría que no, pero nosotros nos lo creemos mucho, porque si no nos lo creemos nosotros, la gente no se lo va a creer. Somos conscientes del potencial que tiene nuestra idea a nivel mundial y de que si comprobamos que puede funcionar bien, será imparable", responde el empresario, al que venden como "un genio". Sobre los titulares de estos días, reconoce que pueden parecer polémicos, pero también que "realmente es así" lo que plantea.

Así, se ha puesto como objetivo convertir a la empresa en un unicornio, algo que le haría formar parte de un selecto club en el que, hoy en día, hay alrededor una decena de empresas españolas, debido a la caída de la financiación privada en el último año. "Yo soy consciente de que esto es una cosa de cero o mil. Es lo que les he dicho siempre a los inversores", defiende.

No le ha hecho falta acercarse a esa valoración para compararse con los más grandes. "¿Qué tienen en común empresas como Google, Apple, Uber, Spotify o la nuestra, Hello.app?", se preguntaba hace unos días durante una charla en Esade. "Todas ellas nacieron para disrumpir, revolucionar, marcar un antes y un después", explicaba, añadiendo que el otro elemento que comparten es que "la gente las adora porque han marcado una etapa tan significante en sus vidas que es ahora imposible imaginarse una vida sin ellas".

Por ahora, eso último parece algo un tanto remoto. Hello.app asegura tener 20.000 usuarios —tiene medio centenar de seguidores en X y casi medio millar en Instagram— y ya ha levantado dos rondas de financiación que han sumado un total de 300.00 euros y, aseguran, su valoración alcanza los 1,4 millones. "Estamos funcionando con una beta. A nivel de facturación... Ahora mismo no hay un plan de pago para usar el servicio. Estamos en captación de usuarios. A nivel de archivos compartidos, va aumentando día a día", indica sobre el estado actual del negocio. Por ahora, regalan 100GB de almacenamiento a todos sus usuarios.

Gastarse 100.000 euros en un dominio

¿Qué hacer con 300.000 euros y un planteamiento tan ambicioso? Pintado tomó una decisión, cuanto menos, poco ortodoxa: gastarse algo más de 100.000 euros en el dominio hello.app. A todas luces, es una cantidad desorbitada, pero Pintado tiene su justificación. "De primeras, puede parecer que se te ha ido la olla, pero es algo sensato, porque es una operación única y que te hace destacar, porque a nivel de números lo que reporta es impresionante", argumenta. "Hemos ido a un montón de pódcast y a nivel mediático funciona porque la gente dice: 'ostras, ¿a quién se le ocurre comprar un dominio de 100.000 euros?' Si compras uno de 10 euros, a nadie le importa, porque todo el mundo lo hace".

"En lugar de hacer algo tradicional, busqué otra forma de lograr que la gente hable de nosotros. Vimos la opción del dominio y a nivel mediático lo ha petado", asegura. No obstante, y hasta el momento, ningún titular de un medio relevante ha destacado este detalle sobre la empresa, sino más bien su edad, la financiación o sus pretensiones. Solo hay un pódcast que sí lo ha destacado como reclamo y acumula poco más de 1.000 reproducciones en YouTube. "Hello es una de las palabras más conocidas en el mundo y app te dice que es una aplicación, y la combinación de esto hace que sea una palabra hiperpremium", defendió entonces.

Más allá de este punto, Pintado recalca que la compra "es una inversión", ya que ese dominio habría llegado a tener un valor de mercado de 2 millones de euros. "Ha sido una jugada maestra. Hemos ganado casi el doble de usuarios que podíamos conseguir con marketing, seguimos teniendo un activo valorado en un montón de dinero y nuestra notoriedad en España ha crecido como la espuma", continúa. "Para llegar a resultados diferentes hay que actuar diferente. Hace falta valentía porque todos nuestros socios estaban en contra y aún así decidí hacerlo. Ahora están viendo los resultados".

Sea como sea, lo cierto es que su recorrido ha levantado las sospechas sobre posibles contactos profesionales o familiares. "No va a servir de nada que diga que no", dice al respecto, asegurando que es él mismo el que contacta con periodistas y creadores de contenido.

"Al final, cuando la gente tiene poca formación y ve cosas de este estilo, tiene pura envidia y quiere que las cosas vayan mal porque son conscientes de que no conseguirán nada así. Tampoco hay que demostrar nada porque ya está en internet toda la información: miras en Google un momento y ves que no es así. Es un poco la cultura de España: ir a la pulla y no ver lo bueno de las cosas e intentar aprender de ellas", se explaya. Pintado, eso sí, aprovecha el momento para citar al cantautor Jackson Brown. "La envidia es el homenaje que la mediocridad rinde al talento", enfatiza antes de decir que "todo tiene pegas, hasta Apple y el nuevo iPhone".

"Encumbrarse antes de demostrar es un problema"

"Empecé un poco desde cero, con un capital inicial de aproximadamente 10.000 euros, que lo puse yo porque tenía unos ahorros de bachiller", cuenta Pintado sobre sus inicios. Preguntado por el origen de ese dinero, poco habitual en una cuenta corriente de un adolescente, responde: "Yo tenía negocio de e-commerce de importación y exportación de máquinas de minar criptomonedas que se importaban de China", explica. Al mismo tiempo, montó Whispr, una empresa de inteligencia artificial que cerró después de vender su base de datos.

En esa etapa, empezó a darle vueltas a la idea que hay tras Hello.app, donde la mayor peculiaridad es la descentralización; es decir, que el servidor no esté en un centro de datos de una determinada empresa, sino repartido entre los dispositivos de usuarios, que pueden usar su ordenador, tableta o móvil para ceder cierto espacio del disco duro. Así, unos usuarios pagan por almacenar su contenido, otros cobran por almacenarlo y Hello.app se lleva una comisión. Es la razón por la que necesitan maximizar este tipo de usuarios porque, si no, "el sistema no va a funcionar, tiene que haber unos mínimos".

Foto: El director de operaciones de la Fundación Web 3.0, Bertrand Pérez. (FW3)

La empresa la ha montado junto a Alexander Baikalov, un par de años mayor que él, al que conoció buscando un perfil técnico que quisiera sumarse al proyecto. Entre sus inversores, destaca el papel de B Combinator, Esade BAN y CasiVentures. "Nosotros invertimos en emprendedores muy ambiciosos con idea de expansión global y mercados de crecimiento. Hello.app cumplía con todo eso y, cuando Álvaro nos contactó, tenía 18 años. Vimos a alguien muy ambicioso, inteligente y con las ideas claras, así que le apoyamos en experiencia para escalar negocio y levantar financiación", cuenta Sergi Vila, consejero delegado de B Combinator.

Sobre el modelo, Vila considera que "es muy interesante crear una especie de Dropbox descentralizado", aunque admite que "el mercado de cloud está barato ahora mismo". Aún así, cree que hay un nicho potencial si aumenta el interés en cuestiones como privacidad y seguridad. "El tema de los unicornios no me ilusiona ni me desvela por la noche. Nosotros buscamos crear negocios reales", añade. "El potencial de Hello.app es muy grande y aún es muy pronto para valorar si va a cumplir con esa ambición, porque competir con líderes del sector no es fácil". Preguntado por la idea de gastarse un tercio de la financiación en un dominio, responde: "Álvaro es Álvaro. Es una acción de marketing arriesgada, pero está dando sus frutos".

"Por desgracia, en España somos expertos en encumbrar tan rápido como luego matamos a los jóvenes emprendedores. Muchos se quedan en el camino tras un nivel de ruido espectacular", recuerda por su parte Carlos Blanco, inversor tecnológico catalán con más de dos décadas de experiencia en el mundo de las start-ups. "No siempre el que se encumbra tan joven triunfa con una empresa propia, como ocurrió con Joan Riera o Pau García Milá. Encumbrarse antes de demostrar es un problema. Y levantar 300.000 euros no es demostrar, porque es algo que puedes conseguir porque eres bueno vendiendo o porque tienes buenos contactos. La cuestión está luego en alcanzar una facturación y un negocio real", avisa.

Es la razón por la que, añade, "primero hay que aprender y luego emprender". "Todos queremos casos de éxitos jóvenes, porque en EEUU se vincula las start-ups con los jóvenes, aunque no es la realidad, ni allí ni aquí", defiende este inversor, que añade: "Yo me puedo creer un emprendedor así de joven, pero con un número dos senior, como ocurrió con Óscar Pierre y Sacha Michaud en Glovo. Es una combinación que puede funcionar, pero desconozco si este es el caso".

"Soy escéptico cuando aparece alguien joven de la nada y dicen que ha descubierto algo completamente nuevo", comenta otra fuente del ecosistema de start-ups, que prefiere que su nombre no aparezca en este artículo. Sobre esta cuestión, explica que el almacenamiento distribuido "es algo que ya ha hecho más gente, es una idea buena, pero no nueva, porque es una implementación más de blockchain". "También hay que aclarar temas legales. A mí me parece bien dar un GB de mi teléfono, pero ¿qué van a almacenar ahí?", se pregunta.

Las dudas sobre el proyecto

La exposición de Hello.app también ha generado todo tipo de dudas sobre el proyecto, donde uno de los aspectos más sorprendentes pasa por ceder el espacio de almacenamiento de un móvil, con las consecuencias que eso puede tener sobre el rendimiento o la batería del dispositivo. "No es un servidor de proceso, sino de almacenamiento, por lo que a nivel de rendimiento o calentamiento el efecto es prácticamente nulo. Solo tiene que estar conectado a internet", dice Pintado sobre este punto, defendiendo que incluir a los teléfonos es parte de su plan para alcanzar al gran público. "No existe un modelo donde un teléfono pueda participar en una red descentralizada y ganar dinero a cambio".

Relacionado con esto último, también se han levantado suspicacias sobre la privacidad y la seguridad, como saber qué ocurre si alguien cede espacio de su teléfono para la red y alguien lo aprovecha para alojar contenido ilegal, como puede ser pornografía infantil. "Ningún nodo tiene el archivo completo, como mucho el 1%. Nuestro sistema es como un puzle que se divide en 100 partes y cada uno va a un dispositivo diferente. Aunque sea ilegal o ilícito, va a estar encriptado y roto por piezas. Como mucho, va a tener un trozo encriptado de un contenido cuya procedencia es imposible saber", remarca el empresario.

Foto: Centro de datos de Google en The Dalles (Oregón, EEUU). (Google)

Sin embargo, es un problema que ya se daba en los programas tipo p2p, como eMule. "Aquí va a pasar lo mismo si se comparten contenidos ilegales y los alojas en tu máquina. Aunque sea un fragmento, tu fragmento es necesario para que el vídeo funciona y, si es una película, pueden ser fácilmente unos segundos", explica Samuel Parra, abogado especializado en tecnología. "En España, el mero alojamiento del dato puede ser considerado delito, así que un usuario puede tener un problema potencial con esto. Si se detecta alojamiento de contenido ilegal, pueden recibir un requerimiento para identificar las IP de quien distribuye y de quien aloja. Aquí además hay una recompensa económica, que puede ser otro delito", advierte.

Es decir, lo mismo que ocurre en entornos centralizados, ya que cualquier empresa que presente servicio en la Unión Europa tiene la obligación de bloquear o eliminar cualquier contenido ilegal del que tenga conocimiento (por ejemplo, si un usuario lo denunciaba). De hecho, hace casi dos años, Google Drive anunció que adoptaría un papel más activo a la hora de controlar estos archivos. "Llega un punto que encontrar el sistema perfecto es complicado. Siempre hay una cosa que tiene que prevalecer y aquí dependemos más de cómo la gente utilice esto, como pasa con las criptomonedas, pero es uno de los retos más interesantes que tenemos para solucionar", agrega Pintado sobre esta cuestión.

"Queremos robar los clientes de Google y Amazon"

"Después de lo del dominio, ya os podéis esperar cualquier cosa", bromea Pintado cuando le preguntan en qué va a invertir el resto del dinero. Por ahora, apunta, pretende dejarlo en caja. "Quería dar tranquilidad a los inversores. El único gasto es estructura salarial, que es muy poca", detalla al respecto.

Por ahora, hay una veintena de personas trabajando en el proyecto. "Cinco están de forma presencial y el resto son 15 personas en todo el mundo que colaboran con el proyecto de código abierto", especifica. Preguntado por la remuneración o si son voluntarios, responde que "se podría decir que son colaboradores": "La remuneración varía mucho dependiendo del trabajo, de quién es la persona, de lo que piden... Hay unos que no piden nada, otros que sí, otros depende del día... Pero los pagos son pequeños".

Con ese equipo es con el que pretenden alcanzar los 100.000 usuarios entre enero y febrero del próximo año, momento en el que quiere aprovechar para levantar entre 3 y 5 millones de euros. "Queremos ganar usuarios, que es lo que da más valor a la empresa, hasta llegar a decirle a grandes competidores como Amazon y Google: estamos aquí y os estamos robando a los clientes", defiende.

"Podemos plantar cara a Google, Amazon, Microsoft o Dropbox en unos años", asegura sin ruborizarse Álvaro Pintado Santalauria, de 19 años, cuando le preguntan por Hello.app, la empresa de almacenamiento distribuido en la nube que fundó en 2022 y que "va a convertir en un unicornio" —es decir, alcanzar una valoración superior a los 1.000 millones— de aquí a tres años. "Vamos a cambiar la forma en que la humanidad guarda la información en internet", dice el empresario, natural de Lleida, en conversación con El Confidencial.

Internet Lo mejor de EC
El redactor recomienda