Por qué no deberías usar una cocina de gas si padeces asma, según la ciencia

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Según un estudio titulado Health effects in EU and UK from cooking on gas (“Efectos sobre la salud de cocinar con gas en la Unión Europea y Reino Unido”) publicado en la revista científica holandesa TNO, las cocinas de gas emiten partículas tóxicas directamente relacionadas con el asma infantil. Para llevarlo a cabo, los investigadores midieron la calidad del aire de 247 hogares y la compararon con la de otras casas que empleaban sistemas eléctricos, como es el caso de la vitrocerámica o la inducción.

El resultado fue claro: el nivel promedio de partículas de dióxido de nitrógeno era el doble en los hogares que utilizaban cocinas de gas. Es más, superaba con creces el límite seguro establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ni siquiera consiguió estar por debajo en aquellos casos en los que la hornilla se situaba debajo de una campana extractora para humos y malos olores.

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Este equipo de científicos viene sopesando la hipótesis de que el uso de cocinas de gas y la aparición de ataques de asma están directamente relacionados. Sin embargo, no establecen una relación causal entre su utilización diaria y el origen de esta enfermedad, sino que se limita a especificar que tiene potencial de agravarla. Esto se debe a que puede inflamar las vías respiratorias y dificultar la respiración. Según los expertos, la única solución a este problema pasa por la instalación de una cocina eléctrica.

La selección de los hogares estudiados se realizó de forma muy escrupulosa. Todos ellos debían estar ocupados por no fumadores y encontrarse lejos de carreteras y fábricas con el propósito de reducir al mínimo la contaminación externa. El período de prueba duró 13 días y el límite de dióxido de nitrógeno fue superado durante 3,25 días. Un hecho preocupante si tenemos en cuenta que las principales regulaciones de la Unión Europea relacionadas con los óxidos de nitrógeno solo suelen aplicarse en exteriores.