Científicos descubren el secreto del ronroneo de los gatos (y nunca lo imaginarías)

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Vocal fry es un término en inglés que podría traducirse como “voz frita” y que se usa para denominar el registro más grave (ronco) de la voz humana. Para conseguirlo es necesario coordinar las cuerdas vocales de modo que queden muy juntas e involucrar una gran cantidad de masa muscular. Algunas cantantes han logrado hacer de él un auténtico arte, como es el caso de Katy Perry o de la tristemente desaparecida Amy Winehouse.

Este registro solo es posible en animales con cuerdas vocales largas. Los elefantes son los mejores ejemplos más allá de los seres humanos. Este es el motivo por el que nunca se había podido demostrar con exactitud cómo los gatos consiguen ronronear. Hasta ahora, se creía que contaban con un mecanismo único en la laringe que implicaba la relajación y contracción cíclica de su musculatura mediante impulsos a modo de ráfagas procedentes del cerebro. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de Viena ha comprobado que no es así.

La investigación ha sido dirigida por el doctor Christian Herbst y se ha fundamentado en la disección de ocho laringes felinas procedentes de gatos sacrificados por padecer enfermedades terminales. Lo que hicieron los científicos es reducir la distancia entre las cuerdas vocales y, después, bombear aire húmedo a través de ellas, que es el modo en el que los humanos consiguen el registro vocal fry. ¿El resultado? Un sonido idéntico al ronroneo que también son capaces de producir los leones y los tigres.

Otras claves

Sin embargo, este descubrimiento no explicaba por sí solo cómo es posible que los gatos emitan sonidos de forma regular a frecuencias muy bajas (entre 20 Hz y 30 Hz, aproximadamente). Por ello, el equipo de investigadores examinó con atención las laringes de los felinos sacrificados y encontró masas de tejido fibroso adheridas a las cuerdas vocales. Esta es la clave por la cual, según Christian Herbst, “los gatos pueden emitir sonidos graves a frecuencias más bajas que los humanos aunque pesen solo unos cuantos kilogramos”.