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Llevo 10 años echando pestes del Kindle y este casi me convence para dejar mi iPad
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EL MEJOR QUE HE PROBADO

Llevo 10 años echando pestes del Kindle y este casi me convence para dejar mi iPad

Un dispositivo solo para leer nunca me terminó de convencer. Ahora, Amazon te deja escribir también. Y lo hace con un lápiz que poco tiene que envidiar a Apple. Eso sí, el dispositivo tiene algunas cosas pendientes

Foto: Foto: EC.
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Tengo un buen amigo que me atrevería a definirlo como fundamentalista de los lectores de libros electrónicos. Rara vez cuando me ve con un libro en la mano, grande o de bolsillo, no suelta el dichoso comentario: "Con lo techie que eres tú, McLoughlin. Cómprate un Kindle". Da la sensación de que si no lo dice revienta. Pero esa sorpresa perenne cada vez que me ve con un tomo de papel en las manos o bajo el brazo resume bien la extraña relación que he tenido con este dispositivo. Es probablemente el aparato de Amazon al que, a lo largo de sus diferentes versiones, más oportunidades he dado en la vida y prácticamente todas han acabado igual: tarde o temprano, el dispositivo ha terminado olvidado, acumulando polvo y utilizándolo muy de vez en cuando. Hasta ahora. Hay un Kindle que ha conseguido que me haya olvidado de mi iPad durante varias semanas. Y la razón no es si no que este nuevo dispositivo es más que un maldito Kindle.

El modelo en cuestión es el Kindle Scribe, lanzado al mercado a finales del pasado año. Una vez más, su nombre da bastantes pistas de por dónde van los tiros. Ya no es que el dispositivo de Amazon quiera sustituir a los libros, es que tiene ínfulas de sustituir al papel en sí, porque ahora también deja hacer anotaciones sobre textos y utilizarse como libreta. No es el dispositivo perfecto y todavía tiene que pulir algunas cosas, pero es un cambio de dirección interesante para que varias personas, como es mi caso, empiecen a verlo como algo útil y versátil.

placeholder El nuevo Kindle Scribe. (M. McLoughlin)
El nuevo Kindle Scribe. (M. McLoughlin)

Todo ello gracias al lápiz digital que trae incluido (se puede optar por un modelo más sencillo o uno prémium). Y ese es su primer punto a favor, ya que muchos fabricantes se hinchan a vender las bondades de estos accesorios y cómo multiplican las posibilidades de los dispositivos, pero luego te lo hacen comprar por separado.

El Kindle más grande que has visto

Esta nueva capacidad no es lo único que destaca de este nuevo Kindle. El modelo Scribe es el más grande que se ha sacado la multinacional de Seattle de la manga: 10, 2 pulgadas. Un estirón notable frente al Kindle DX (un modelo de 9,7 que fue descontinuado a principios de la pasada década) o al Oasis, de siete pulgadas. Aunque la autonomía suele ser uno de los puntos que abordamos al final de los análisis, en este caso su mejora está relacionada con sus nuevas medidas. Según el fabricante, estaríamos hablando de 42 horas de lectura y 11 de escritura.

Combustible suficiente para no tener que preocuparte de cargarlo en varios días o varias semanas, si haces un uso muy puntual. Llenar el tanque completo, por cierto, lleva como unas dos horas y media de tiempo.

El peaje de esta pantalla estirada es que el dispositivo puede sentirse demasiado grande para manejarlo con una sola mano en algunos casos. Son 433 gramos de peso y 19,6 centímetros de ancho, 22,3 de alto y 0,6 de grosor. Particularmente, agradezco el espacio extra, sin que eso se traduzca en un dispositivo ingobernable. También es cierto que habrá usuarios que prefieran algo más compacto, de la misma manera que hay gente que prefiere los libros en edición de bolsillo.

placeholder El aparato, con la funda que Amazon ha creado. (M. McLoughlin)
El aparato, con la funda que Amazon ha creado. (M. McLoughlin)

El minimalismo es la norma. Apenas hay botones. Solo uno para bloquear y desbloquear el aparato o apagarlo. Un puerto USB tipo C y ya. Desaparecen los controles para avanzar y retroceder páginas que teníamos en otras versiones. No es incómodo, pero me pregunto si no hubiese una mejor forma de hacerlo que andar tocando la pantalla constantemente.

La espalda sigue siendo de aluminio, muy agradable al tacto, por cierto. En la parte trasera han tenido a bien poner cuatro topes de goma para evitar que se resbale accidentalmente. Esto parece una tontería pero no dejo de sorprenderme por lo fácil que se escurren algunas cosas hasta estamparse contra el suelo. En la parte frontal, uno de los marcos laterales es visiblemente más grueso que el otro para facilitar el agarre. Lo que me ha llamado la atención es que haya colocado en ese mismo lado el puerto y el único botón que tiene el Kindle Scribe. Imagino que habrá algún criterio técnico detrás, pero dependiendo cómo agarres el dispositivo es probable que te moleste estar notando esos elementos constantemente con la mano.

Bendita pantalla

Hay una pieza que destaca en este gadget, por encima de otros: la pantalla. Se nota que Amazon lleva años haciendo lectores electrónicos y que tiene buen ojo para ello. Cuenta con 35 LEDS, que pueden proporcionar luz fría o luz cálida, algo que valorarán y mucho los que quieren leer cuando se meten en la cama. El ajuste automático de brillo y calidez funciona especialmente muy bien. Lo mejor de todo es que se siente uniforme, no se percibe ningún tipo de sombreado ni nada por el estilo. El formato por el que han optado es 4:3, lo que es bastante cómodo, desde mi punto de vista tanto para la lectura como a la hora de poder tomar anotaciones. La resolución es de 2480 por 1860 píxeles, con una resolución de 300 pixeles por pulgada. Una cifra bastante alta, que se refleja en lo nítido que se ve y se siente todo. El panel, por cierto, se ajusta automáticamente a la orientación del contenido que estés leyendo.

placeholder El modo cálido, agradable para los que leen en la cama. (M. McLoughlin)
El modo cálido, agradable para los que leen en la cama. (M. McLoughlin)

Como aparato de lectura, pues no vamos a descubrir la rueda. No hay grandes cambios y lo que nos ofrece, en el aspecto más técnico, ya lo tenían otros de sus predecesores. Quizá el tamaño y el peso ayudan a emular mejor la sensación de tener un libro gordo entre las manos. Es algo de lo que se suelen quejar los románticos e igual este cambio ayude a convencer a alguno de ellos. No creo que a muchos, la verdad. Yo no soy muy consumidor de cómics, pero preguntando a otros colegas del sector que han probado el aparato, sí que ponen una pega al consumo de este formato en los Kindle. La pantalla monocroma, que te limita disfrutar de los ejemplares en color. Si no te importa eso, dicen, se ven estupendamente. Sobre el catálogo poco que decir. Se pueden comprar en la web de Amazon o directamente en el dispositivo.

Como aparato para escribir, la propuesta es interesante. Primero por el rendimiento del lápiz. Es fantástico. No tiene nada que envidiar a los de los Samsung o los Pencil de Apple. La diferencia del lápiz prémium es que tiene una suerte de goma digital, que nos permite borrar directamente como lo haríamos con uno de toda la vida sin tener que seleccionar la acción correspondiente. Si me preguntan si merece la pena pagar la diferencia (30 euros) diría que no. Es una función curiosa, pero no imprescindible. Sin embargo, hay una ocasión que sí recomendaría el modelo superior que incluye este accesorio vitaminado: cuando quieras mejor almacenamiento. La versión normal solo se ofrece con 16GB. La superior se puede adquirir con 16,32 y 64 GB. Ahí depende de las necesidades de cada persona.

placeholder Diferentes trazos que se pueden ejecutar con el lápiz. (M. McLoughlin)
Diferentes trazos que se pueden ejecutar con el lápiz. (M. McLoughlin)

Hay tres situaciones en las que se pueden tomar apuntes. Por una parte, podemos crear diferentes cuadernos (en blanco, con rejilla, agenda u otros formatos preestablecidos). Lo interesante es que se pueden compartir estas notas manuscritas a través del correo al que hayamos vinculado nuestro Kindle, además de sincronizarlas en la nube automáticamente...

Eso sí, será una exportación en PDF y tus anotaciones no se convertirán automáticamente a texto, algo que hubiese sido una jugada redonda. La segunda manera es incluir anotaciones en el texto (bien con el lápiz, bien con el teclado) y la tercera es haciéndolo sobre tus propios documentos. El problema es que los tienes que compartir a través del correo electrónico, no basta con conectar el USB y pasarlos a PDF o al formato compatible. Si arreglan eso, probablemente tengan mucho ganado de cara a futuras ediciones.

placeholder Los cuadernos incluyen múltiples plantillas. (M. McLoughlin)
Los cuadernos incluyen múltiples plantillas. (M. McLoughlin)

Otra de las cosas que pide una renovación a gritos es el software. Se siente viejuno, desgastado. Cuenta con un navegador, pero no merece mucho la pena utilizarlo, ya que la pantalla se está actualizando constantemente, las páginas no se cargan completamente y hay problemas más. Si Amazon consigue solucionar esto (un problema extensible a otros aparatos), supondría un salto adelante bastante significativo. Por ejemplo, sería un puntazo que hubiese algún tipo de soporte oficial para poder consultar vía web el correo electrónico. Por ejemplo, Gmail no autoriza el acceso por el navegador del Kindle no soporta JavaScript.

Otra de las cosas que me llama poderosamente la atención es el tema del audio. Se pueden escuchar audiolibros y podcasts de Audible, pero no hay compatibilidad con Amazon Music o Spotify. Probablemente la razón de esta limitación es que los recursos de este Kindle Scribe son limitados. Su procesador Mediatek solo viene acompañado de 1GB de RAM. Y eso limita mucho las posibilidades. Un último apunte a la funda que ha creado Amazon para este dispositivo. La que se ve en la imagen cuesta 62 euros. Está bien ideada y además de proteger el dispositivo, permite elevarlo y tomar apuntes de otra manera. Además tiene un enganche para el lápiz, aunque este detalle es menor, ya que ya cuenta con una zona magnética para fijarlo al dispositivo.

El mejor Kindle que he probado

Hasta aquí la prueba del Kindle que más me ha convencido en 10 años. Le he sacado muchísimo provecho, precisamente, por sus dos grandes novedades. La posibilidad de tomar notas y su pantalla, que al ser más grande facilita cosas como escribir o hacer esquemas. Hasta ahora, no le veía especial sentido a tener un dispositivo únicamente para leer. Habrá otros que sí, pero no es mi caso. Creo que ahora han dado el primer paso para hacer algo más versátil, aunque todavía tiene la limitación de tener la navegación web atada en corto. Si eso cambia, podría ser perfectamente mi dispositivo de referencia para el día a día. Hay otra pega: el precio. Parte de 369 euros. Si fuese 40 o 50 euros más barato, me parecería mucho más competitivo. Si te ha llamado la atención, pero tu presupuesto no es muy boyante, estaría atento al Prime Day, porque seguro que hay alguna promoción que merece la pena.

Dicho esto, si eres de los que pasan del Kindle, eres incapaz de desprenderte de tu iPad o tu Galaxy Tab y quieres que estos dispositivos sean más cómodos para escribir con una superficie similar a la del dispositivo de Amazon, hay una manera de lograrlo: un protector mate. Pierdes algo, un poco de calidad de imagen, pero a cambio tienes una superficie mucho más suave.

Kindle Scribe (369€) iPad (desde 550€)

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Tengo un buen amigo que me atrevería a definirlo como fundamentalista de los lectores de libros electrónicos. Rara vez cuando me ve con un libro en la mano, grande o de bolsillo, no suelta el dichoso comentario: "Con lo techie que eres tú, McLoughlin. Cómprate un Kindle". Da la sensación de que si no lo dice revienta. Pero esa sorpresa perenne cada vez que me ve con un tomo de papel en las manos o bajo el brazo resume bien la extraña relación que he tenido con este dispositivo. Es probablemente el aparato de Amazon al que, a lo largo de sus diferentes versiones, más oportunidades he dado en la vida y prácticamente todas han acabado igual: tarde o temprano, el dispositivo ha terminado olvidado, acumulando polvo y utilizándolo muy de vez en cuando. Hasta ahora. Hay un Kindle que ha conseguido que me haya olvidado de mi iPad durante varias semanas. Y la razón no es si no que este nuevo dispositivo es más que un maldito Kindle.

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