Los apuros de Amazon son mayores de lo esperado: despedirá a 18.000 trabajadores

Amazon atraviesa uno de los momentos más duros de su existencia desde que se le acabaron los vientos de cola que supuso la pandemia para su negocio de venta online. La mejor prueba de ello es que la empresa ha sido la primera en la historia en llegar a perder un billón de dólares de capitalización bursátil. Hace semanas se filtró que la empresa se sumaba a la ola de recortes que había emprendido Silicon Valley y el resto de la industria tecnológica. Se habló de que el tijeretazo se llevaría por delante 10.000 puestos de trabajo, la gran mayoría de ellos concentrados en la división de dispositivos, encargada de proyectos como Alexa, que se había convertido en una auténtica máquina de quemar dinero.

Para hacernos una idea, solo en 2022, el asistente de voz había supuesto unos números brojos de 10.000 millones. Un agujero casi tan grande como el que le supone a la empresa antes conocida como Facebook su departamento Reality Labs, el encargado de llevarla hasta el metaverso.

Pues bien, esta madrugada el propio Andy Jassy, el hombre de la casa que el pasado verano sustituyó a Jeff Bezos como CEO, ha confirmado oficialmente dos cosas: que efectivamente Amazon está acomentiendo ese doloroso ajuste. Y, dos, que finalmente el recorte de Amazon es todavía mayor de lo esperado porque finalmente serán casi el doble de despidos. Un total de 18.000 personas perderán su empleo en la compañía.

La tecnológica que más despedirá

Al alcanzar esta cifra, Amazon se convierte en la tecnológica que más despidos ejecutará, superando los 11.000 anunciados en noviembre por la empresa antes conocida como Facebook o los 8.000 de SalesForce.

Es cierto que la fotografía cambia cuando se miran los términos porcentuales, ya que Amazon se convirtió durante la pandemia en el segundo empleador privado del mundo, llegando a engordar su plantilla por encima de los 1,8 millones de personas, la gran mayoría de ellas encargadas de mantener activa su gran red de almacenes y con un alto nivel de trabajadores eventuales o temporales. Los despidos se concentrarán en la parte corporativa, que en septiembre tenía cerca de 300.000 empleados. El tijeretazo supone cargarse el 6% de estas nóminas. Es cierto que está por debajo del 13% que despidió Meta, pero es un importante mordisco.

Jassy ha dicho en el comunicado que los afectados lo sabrán a partir del próximo 18 de enero. Un proceder bastante extraño, el de mantener casi dos semanas la incertidumbre entre los trabajadores, que ha justificado porque se ha producido una filtración externa. Aunque son "varios los equipos afectados", el grueso de los despidos se concentrará, según ha dicho, en el departamento de recursos humanos y en la división encargada de las tiendas físicas.

"No tomamos estas decisiones a la ligera ni subestimamos cuánto pueden afectar la vida de las personas afectadas", escribe el mandamás de la compañía, que también ha asegurado que se está trabajando en el paquete de indemnizaciones, pero no ha detallado las condiciones, algo que, por ejemplo, sí que hizo Mark Zuckerberg en su comunicado. "Amazon ha resistido economías inciertas y difíciles en el pasado, y lo seguiremos haciendo", reza el comunicado.

También ha defendido que las empresas "pasan por diferentes fases" y que no siempre se ejecutan agresivas campañas de contratación y expansión de personal. Un mensaje que viene a confirmar lo que muchos llevan meses adelantando, que la guerra por el talento que empresas como esta y otras Silicon Valley lleva años fomentando entrará ahora en un parón hasta que la situación escampe.