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Un 'bestseller' de 1979 es el libro más vendido en 2022: locura por 'Los renglones torcidos de Dios'
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Un 'bestseller' de 1979 es el libro más vendido en 2022: locura por 'Los renglones torcidos de Dios'

Desde el lanzamiento de la película en septiembre, 'Los renglones torcidos de Dios' ha vendido 50.000 ejemplares. Sin embargo, era ya un 'longseller' con 700.000 libros vendidos desde el año 2000

Foto: Todas las portadas de 'Los renglones torcidos de Dios'. (EC Diseño)
Todas las portadas de 'Los renglones torcidos de Dios'. (EC Diseño)

Cuando Pere Gimferrer entró por la puerta de la editorial Planeta en 1982 como editor, Torcuato Luca de Tena ya estaba allí. Y, además, vendiendo como un auténtico bestseller su novela Los renglones torcidos de Dios, que se había publicado en 1979 y tenía enganchados a los lectores españoles. Así al menos lo recuerda el propio Gimferrer a este periódico: "Lo que me dijeron cuando entré es que era uno de los que sigue manteniéndose con buena salud en ventas y en la consideración de nuestro equipo comercial". Lo más sorprendente es que esta historia de psiquiátricos y locura sigue siendo un superventas 43 años después y, sobre todo, en este 2022 cuando se ha convertido en el libro más vendido del año en formato de bolsillo, según la editorial. En cifras: 50.000 ejemplares desde el pasado septiembre y más de 700.000 desde el año 2000, según los datos que ha podido recabar El Confidencial. "A una venta anual de unos 20.000 ejemplares al año", afirman desde Planeta. Pocas novelas españolas pueden decir lo mismo.

Por supuesto, le ha ayudado la reciente adaptación al cine del director Oriol Paulo y Guillem Clua, también coguionistas, y que se puede ver estos días en Netflix con Bárbara Lennie y Eduard Fernández de protagonistas. Esa relación cine-libro suele funcionar. Sin embargo, es una novela que tiene su propio tirón, como asegura a este periódico la editora de Planeta, Eva Romero, que destaca que la ambientación, "en un sanatorio mental durante el franquismo, en una sociedad muy distinta a la actual, donde la mujer necesita autorización del marido para casi todo", pero en el que entra una mujer como Alice Gould, "extraordinaria, fuerte, culta, dotada de una gran inteligencia y con una personalidad magnética", y que lo hace "haciéndose pasar por enferma mental con el objetivo de resolver un crimen", resulta todavía poderoso. A eso se suma, "el hecho de no saber nunca si podemos fiarnos de lo que nos cuenta la protagonista. Es un recurso narrativo muy atractivo, porque desconcierta al lector". En este sentido, la editora apunta a que Luca de Tena fue un visionario puesto que, "si bien este recurso hoy se utiliza en muchos thrillers, en los años setenta era muy novedoso en novelas de intriga".

placeholder La última edición del 'longseller' 'Los renglones torcidos de Dios'
La última edición del 'longseller' 'Los renglones torcidos de Dios'

El personaje de Gould también fue para el director y guionista Paulo una de las claves para que aceptara el encargo que le habían ofrecido Warner y Atresmedia. Un encargo que, por otra parte, se ha hecho esperar décadas, ya que, quien tenía los derechos del libro, el productor de cine Ángel Blasco, ha querido preservarlos y protegerlos hasta que hubiera una película que resultara del agrado de la familia Luca de Tena, como ha sido en este caso, según la respuesta recibida por Paulo. "Pero sí, me consta que ha habido otros intentos", ratifica el director a El Confidencial.

"Cuando entré [en 1982] era uno de los que sigue manteniéndose con buena salud en ventas y consideración del equipo comercial"

Gould era, ciertamente, un personaje muy jugoso. Esa mujer que no sabes si realmente sufre un trastorno mental o dice la verdad. "Yo había leído la novela porque mi abuela era una gran lectora de policiacos y fue ella quien me descubrió de alguna manera el libro", cuenta Paulo, quien enseguida cayó rendido ante la protagonista. "Recuerdo la novela por ese personaje y cómo vuelve loco al lector y al resto de personajes. Creo que ahí está el éxito de la novela, en su ambigüedad. Es un personaje muy ambiguo, muy dual, que te coloca como lector en un punto en el que cuando crees que es blanco te salen con negro y al revés", añade.

El paso del tiempo

Torcuato Luca de Tena, periodista que llegó a dirigir el ABC, el periódico de su familia en los años cincuenta y sesenta, estaba inmerso en el mundo periodístico, pero también le apasionaba la literatura. En 1958 ya había tenido éxito con Edad prohibida, sobre la adolescencia y el amor, y había sido premio Planeta en 1961 con La mujer de otro. Se le daban bien los lectores, pero también es cierto que hacía cosas que no eran tan habituales, como ingresar en el psiquiátrico de Conxo de Santiago de Compostela para documentarse sobre la psiquiatría, enfermedades mentales y tratamientos de la época. Todo eso, más los elementos del thriller, hicieron de la novela una bomba, ya que, si hoy todo el tema de la salud mental, aunque mucho más normalizado, todavía resulta un debate, imaginemos a finales de los años setenta cuando aún eran los locos de atar y los del manicomio (y aún se usaba esta palabra).

placeholder El escritor Torcuato Luca de Tena.
El escritor Torcuato Luca de Tena.

Del tema de la enfermedad mental y los psiquiátricos, él mismo llegó a señalar en distintas entrevistas que era el tema más apasionante para un escritor, si bien con un razonamiento que, hoy en día, resulta de otra época (y un poco sonrojante) porque el ser humano ha dejado de ser el centro de todas las cosas. "Es un tema apasionante, puesto que lo que distingue al ser humano del resto de las especies es su inteligencia, y cuando la inteligencia está dañada, el hombre es inferior a las demás especies", afirmó el escritor.

De hecho, aunque la ambientación tiene mucha vigencia, son chocantes algunas cuestiones como ciertos tratamientos que se exponen y que hoy nos parecen una barbaridad, como la terapia de choque insulínico que consistía en administrar a los pacientes psicóticos grandes dosis de insulina para inducirles a un coma hipoglucémico. Sin embargo, resulta atractivo la pléyade de personajes con diferentes trastornos que aparecen en la novela. "El autor se tomó muy en serio el trabajo de documentación antes de escribir el libro, llegando incluso a recluirse voluntariamente y de incógnito en un psiquiátrico parecido al que aparece en la novela, durante 18 días. Allí vivió como un paciente más, pasando por los mismos trámites y compartiendo las mismas rutinas que los enfermos. Esto es lo que permite que la ambientación esté tan lograda", manifiesta la editora Romero. De hecho, en el libro tienen más peso los perfiles psicológicos de los personajes que en la película.

"Lo que distingue al ser humano del resto de las especies es su inteligencia, y cuando la inteligencia está dañada, el hombre es inferior"

Y, aunque algunas escenas resulten chocantes por el paso del tiempo, para Paulo el escritor también quiso abrir la puerta a la nueva psiquiatría, "que es la que nos ha llevado a que a día de hoy toda la visión sobre la salud mental esté mucho más normalizada. Queda mucho camino por recorrer, pero la novela ya abre esa puerta a un mundo de psiquiatras que quieren cambiar las cosas, aunque es verdad que en 1979 todavía no se distinguía lo que era un paciente con una patología de otra. Y eso era un cóctel peculiar".

Un escritor de una época

Es apasionante sumergirse hoy en la hemeroteca para conocer qué se decía en los cenáculos culturetas y secciones de periódicos sobre el éxito de Los renglones torcidos de Dios a finales de los setenta y principios de los ochenta. Las ventas comerciales no se las podía quitar nadie. Pero si bien Luca de Tena era uno de los grandes bestsellers del momento, también tenía sus detractores, en gran parte por venir de una de las familias conservadoras más conocidas en el periodismo.

El crítico Miguel García Posada llegó a escribir en su obituario en El País, en 1999, que sus novelas eran "literatura espectacular para cierta mentalidad conservadora", de lo cual era ejemplo Los renglones torcidos de Dios. “Ha sido un muy cualificado representante de una literatura de visión y formas ultraconservadoras y manieristas, y bastante al margen de la evolución real de la literatura, que se sustentó en su momento en amplias audiencias”, añadía, asumiendo, no obstante, que "hoy, para qué engañarnos, esta literatura comercial sigue contando con autores y público". Ocurría en 1999 y veinte años después de su muerte. De su teatro —Luca de Tena también fue un afanoso dramaturgo— Eduardo Haro Tecglen escribió que era "una chapuza". Sin temblarle la mano y sin cortarse.

"Mis novelas no tienen nada que ver con mi biografía, mis ideas políticas, sociales o religiosas. En mis libros carezco de ideas"

Luca de Tena, que contaba con el aplauso de los lectores, no se amilanaba ante las críticas, que sabía que tenían un dardo ideológico. "Mis novelas no tienen nada que ver con mi biografía, mis ideas políticas, sociales o religiosas. En toda mi producción literaria, yo carezco de ideas; las ideas son de los personajes y los personajes son tipos que cada uno piensa a su manera. Es un juicio que carece de contacto con la realidad de mi obra y de mi intención. Si alguien dice que mis obras tienen una ideología conservadora y reflejan el mundo de la burguesía se debe a que escribo artículos periodísticos y tengo una actuación política concreta, pero estas actividades están separadas de mi producción literaria", señaló tras el estreno de El extraño mundo de Nacho Larrañaga, en marzo de 1979. Poco después llegaría su gran pelotazo novelístico. Ese, con todas las críticas, perdura hasta hoy.

Cuando Pere Gimferrer entró por la puerta de la editorial Planeta en 1982 como editor, Torcuato Luca de Tena ya estaba allí. Y, además, vendiendo como un auténtico bestseller su novela Los renglones torcidos de Dios, que se había publicado en 1979 y tenía enganchados a los lectores españoles. Así al menos lo recuerda el propio Gimferrer a este periódico: "Lo que me dijeron cuando entré es que era uno de los que sigue manteniéndose con buena salud en ventas y en la consideración de nuestro equipo comercial". Lo más sorprendente es que esta historia de psiquiátricos y locura sigue siendo un superventas 43 años después y, sobre todo, en este 2022 cuando se ha convertido en el libro más vendido del año en formato de bolsillo, según la editorial. En cifras: 50.000 ejemplares desde el pasado septiembre y más de 700.000 desde el año 2000, según los datos que ha podido recabar El Confidencial. "A una venta anual de unos 20.000 ejemplares al año", afirman desde Planeta. Pocas novelas españolas pueden decir lo mismo.

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