Cabreo y frustración en Twitter España: "O Elon Musk envía un burofax o de aquí no me muevo"

"Llevamos casi un mes en un limbo surrealista. Los e-mails que nos llegan de EEUU no son vinculantes legalmente. Hasta que Musk, un abogado o alguien me envíe un burofax o una comunicación oficial de que estoy despedido, de aquí no me muevo". Así explica a este diario uno de los 26 empleados que aún quedan en Twitter España la extraña situación que viven desde que Elon Musk anunciara el despido del 50% de la plantilla mundial a principios de noviembre. El magnate luego dio un ultimátum la semana pasada para que el resto de trabajadores decidiera si quería irse o quedarse... y aceptar "largas horas de trabajo". "Si respondías, es que te quedabas. Si no respondías, te ibas. Vamos, el puto juego del calamar", dice frustrado y enfadado tras pedir no publicar su identidad. "Cualquier cosa que digamos nos puede perjudicar".

La situación en Twitter España, donde continúan 26 trabajadores con acceso pleno a e-mail y todas las herramientas online, es de impotencia, cabreo e incredulidad. "Jamás nos habíamos imaginado acabar así. Emocionalmente, está siendo muy muy duro. Twitter ha sido una compañía de 10, con unos líderes de 11", explica otro trabajador. La plantilla al completo había acordado encerrarse sobre sí misma y no hablar con los medios. "Me consta que varios estaban muy molestos con lo que se ha venido publicando, muchas cosas eran falsas", explica una fuente que ha estado en contacto permanente con ellos. Sin embargo, después de casi un mes de incertidumbre, algunos han decidido compartir detalles a cuentagotas de lo que están viviendo.

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Miles de empleados en todo el mundo decidieron no responder al ultimátum enviado la semana pasada por Elon Musk; es decir, abandonaron por su propio pie la compañía con tres meses de indemnización. En España, solo dos dimitieron, pero siguen yendo a la oficina hasta solucionar el papeleo. Antes de la compra, Twitter tenía en nómina a más de 7.500 personas a nivel mundial, pero ahora se calcula que solo quedan unas 2.700. El problema es que, en los países europeos en los que la empresa tiene oficinas (Irlanda, Francia, Reino Unido, Bélgica, Italia y España), las plantillas continúan sin saber cuándo van a ser despedidas de manera oficial o qué indemnizaciones van a recibir. La legislación laboral es muy diferente en cada uno de esos países, así que la compañía ha tenido que contratar abogados laboralistas para cumplir las leyes locales y evitar multas y demandas.

En España, Twitter ha contratado al prestigioso bufete Sagardoy Abogados para el ERE de toda la plantilla, según confirman varias fuentes conocedoras del proceso. Pese a ello, de momento no ha habido ninguna comunicación oficial a los trabajadores. El despacho está elaborando los documentos necesarios para llevar a cabo un ERE de este tipo, entre ellos, informes y memorias que expliquen los motivos del despido, cifras con la situación económica de la empresa y los criterios que se han seguido para tomar la decisión. Con alguien como Elon Musk al otro lado y una compañía en caos, no es sencillo. Contactados por este diario, portavoces de Sagardoy Abogados han declinado realizar declaraciones.

"Se debe iniciar un proceso de negociación de 15 días con los empleados, que a su vez deben nombrar un comité de tres representantes, bien elegidos entre ellos mismos o bien con la ayuda de los sindicatos representativos del sector. Esto da lugar a una serie de documentos que la empresa debe presentar en los organismos correspondientes. Es un procedimiento largo y se debe cumplir a rajatabla", explica a este diario Fernando Luján, abogado laboralista y Secretario Confederal de UGT, quien ha estado siguiendo de cerca la situación de la plantilla de Twitter España.

Todo apunta a que el ERE y la comunicación con los trabajadores se llevarán a cabo finalmente durante la próxima semana, de forma que el proceso podría estar finalizado por completo justo antes de Navidad. Está por ver si quedará algún empleado en España, pero las fuentes consultadas, entre ellas agencias que hasta hace poco negociaban campañas de publicidad con Twitter, señalan que es muy poco probable. "Lo lógico es que concentren toda la actividad en Irlanda. España era un país importante en usuarios e ingresos, pero viendo cómo están desmantelando el resto de oficinas en Europa, parece que también van a cerrar aquí", señala un directivo conocedor de la situación en la oficina que Twitter mantiene en la Castellana de Madrid.

Esta semana, el jefe de Twitter Francia, Damien Viel, anunció que abandonaba la red social. "Se acabó", dijo en un tuit, después de siete años en la compañía. La situación de la plantilla allí es similar a la de España. Las leyes laborales obligan a una negociación con los trabajadores y a anunciar los despidos con varias semanas de antelación. El proceso al completo puede durar semanas e incluso meses. Musk también ha cerrado la oficina en Bruselas. Era una de las más pequeñas pero a la vez fundamental, ya que sus empleados se encargaban de asegurar el cumplimiento de las leyes europeas en materia de moderación de contenidos, reglas aún más estrictas tras la entrada en vigor este verano de la directiva de servicios digitales (DSA).

"Me preocupan las noticias de los despidos masivos en Twitter Europa", ha reconocido al FT Věra Jourová, vicepresidente de la UE responsable de desinformación. "Si quieres tomar medidas efectivas contra la desinformación y la propaganda, necesitas recursos. Especialmente en el contexto de la guerra de desinformación contra Rusia. Espero que Twitter respete las leyes en Europa". A juzgar por el desmantelamiento de la oficina de Bruselas, y la decisión de volver a aceptar las cuentas vetadas por infringir las normas de uso de Twitter, Musk no parece tan preocupado.

Mientras se tramitan los despidos en España y el resto de Europa, Musk se enfrenta a un éxodo creciente de anunciantes, especialmente en EEUU. Más del 33% de las 100 primeras marcas que pagaban por aparecer en la plataforma lo han dejado de hacer en las últimas dos semanas. Firmas tecnológicas, fabricantes de coches como Jeep o marcas como Mars llevan sin mostrar un solo anuncio desde el pasado 7 de noviembre. A eso se une la retirada "indefinida" de Twitter Blue, el sistema de verificación de pago (8 $/mes), por ser un coladero de fallos y permitir la suplantación de identidad. Musk no deja de repetir que las cifras de usuarios de Twitter baten récords diarios. Sin suficientes anunciantes ni empleados, de poco va a servir.