Los 80 cazas 'made in France' que dejan fuera de juego al F-35 de EEUU y al Eurofighter

El pasado 3 de diciembre, el presidente francés, Emmanuel Macron, firmó en Abu Dabi uno de los acuerdos más importantes de venta de armamento a Emiratos Árabes Unidos. Aunque ya corría algún rumor durante la pasada edición de la feria aeronáutica de Dubái (Dubai Airshow), donde se pudo ver algún detalle indicador, lo cierto es que este contrato, con unas enormes implicaciones en materia de defensa y economía, ha pillado de sorpresa por su magnitud, implicaciones y porque está pendiente la venta de aviones F-35. El protagonista de todo esto: el avión de combate Rafale.

El contrato firmado comprende 80 aviones de combate Rafale y 12 helicópteros Eurocopter H-225M Caracal, estos últimos fabricados por Airbus Helicopter (donde el Gobierno francés es accionista), por un importe global que alcanza los 19.200 millones de dólares (17.000 millones de euros). Se trata del mayor contrato jamás logrado con el Rafale, el avión diseñado y producido por Dassault Aviation, una importante empresa mayoritariamente francesa y una de las grandes a nivel mundial. Su volumen de negocio ronda los 7.300 millones de euros anuales.

TE PUEDE INTERESAR

La geopolítica del F-35: el caza más caro y avanzado de EEUU pone en jaque a Israel

Juanjo Fernández

Emiratos: gran cliente de EEUU

La relativa sorpresa de esta adquisición ha surgido por la parte del comprador, pues Emiratos andaba enfrascado en la adquisición de aviones F-35 norteamericanos. Tradicionalmente, este país ha sido siempre un magnífico cliente de Estados Unidos, quien ha surtido de todo tipo de material a sus fuerzas armadas. De hecho, disponen en la actualidad de 56 F-16E como principal avión de combate, a lo que se añadirían ocho enormes aviones de transporte C-17, otros ocho C-130 Hercules, 30 helicópteros AH-64D Apache (y hay otra decena pendiente de llegar) y 28 helicópteros pesados CH-47 Chinook, más un buen número de aeronaves ligeras de diverso tipo.

A este material norteamericano habría que sumar las partidas de material europeo, su otro gran proveedor, cuyo principal exponente son los 44 Mirage 2000 (más 15 biplazas de entrenamiento) franceses y los seis aviones cisterna A330-300 MRTT, de los cuales tres se acaban de firmar y se entregarán en los próximos años. Ya era sabido que los cazas franceses, en servicio desde 1998, se iban a reemplazar en breve, pero se suponía que ese cambio se iba a hacer por los nuevos aviones F-35A que se estaban negociando con Estados Unidos.

De momento, las fuentes oficiales emiratíes han dicho que los Rafale reemplazarán a los Mirage, pero surgen dudas sobre la viabilidad de la venta de cazas estadounidenses. Varios motivos sostienen esta hipótesis. El más evidente es que el volumen de F-35 que se negociaba (50 unidades) más la cifra de Mirage 2000 (44) se aproxima bastante a la cifra encargada de Rafale, lo que podría llevarnos a pensar que estos últimos no solo van a sustituir a los veteranos Mirage.

Además, están las presiones de Israel. Pese a que las relaciones entre Emiratos y el Estado judío se han normalizado hasta un punto impensable hace años —y una prueba evidente es la participación israelí por primera vez en el Dubai Airshow–, la realidad es que a los israelíes les preocupa mucho que un país árabe tenga en su arsenal el F-35, algo que para ellos es parte de la 'ventaja técnica' (el famoso 'Qualitative Military Edge' o QME) que Estados Unidos se comprometía a mantener como garantía de su capacidad defensiva.

Por último, también hay un posible enfriamiento de las conexiones entre Emiratos y Estados Unidos causado por el cambio de Administración y, quizás lo más trascendente, el incremento de acuerdos comerciales con China. Sobre todo, a raíz del descubrimiento de que los chinos estaban construyendo unas instalaciones portuarias sospechosas en el puerto de Khalifa (Abu Dabi).

¿Es el F-35 el gran perdedor?

No se sabe a ciencia cierta cuáles son las intenciones del Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ni si la firma de este contrato millonario con Francia afectará a otras adquisiciones de material americano, pero se han sembrado dudas sobre en qué situación queda la venta del caza de quinta generación que antes se daba por segura. Sin embargo, también hay argumentos que sostienen la idea de que la venta de F-35 seguirá adelante.

El primero es que las relaciones de Emiratos con Estados Unidos son demasiado importantes como para que se deterioren así como así. Una cosa es un desencuentro y otra muy distinta un contrato de más de 10.000 millones de dólares como el del F-35. Para Emiratos, el caza de Lockheed es mucho más que un avión de combate: supone disponer de la mejor tecnología y superar en este campo a todos sus vecinos, Arabia Saudí incluida.

TE PUEDE INTERESAR

El F-35 está muy cerca de lanzar bombas nucleares: por qué este paso lo cambia todo

Juanjo Fernández

Además, Emiratos no solo compra una tecnología de defensa, sino también un posicionamiento político y un estatus de 'amigo de confianza', algo muy importante para ellos. También está el hecho de que siempre han contado con dos proveedores, el principal es Estados Unidos, pero Francia está en segundo lugar. De seguir con esta política, no hay que descartar que el pedido de los F-35 se consolide.

Por último, y aunque suene ostentoso, Emiratos tiene muchísimo dinero para gastar en defensa y en lo que quiera. Las entregas de los Rafale no comenzarán hasta el 2027 y perfectamente se podrían solapar con la llegada del avión americano. Con probabilidad, el ritmo de entregas de ambos aviones no será demasiado elevado, por lo que esa doble adquisición permitiría un relevo rápido de los Mirage y convertiría a la fuerza aérea de Emiratos en la más potente de la zona.

También se ha hablado del Eurofighter como el 'otro perdedor'. En realidad, no ha sido así porque Airbus ni siquiera hizo campaña de su avión y, para la compañía europea, las ventas a Emiratos se orientan a otros productos. Aun así, también es verdad que ambos, Rafale y Eurofighter, son aviones similares en tecnología y capacidades y, quieran o no sus fabricantes, suenan como competidores directos en casi todos los concursos que se celebran. No cabe duda de que, de alguna manera, los éxitos de uno ensombrecen al otro.

El Rafale

Los orígenes del Rafale se remontan a finales de los años 70 y van ligados al Eurofighter. En la búsqueda de un nuevo y futuro avión de combate, Francia se unió al grupo de países que formaron parte del consorcio que iba a desarrollar el que después se denominó EFA o European Fighter Aircraft. Pero como las relaciones entre estos socios —cuando está además metido el Reino Unido— suelen acabar mal (salvo honrosas excepciones), Francia abandonó el proyecto dados los 'diferentes puntos de vista' y se puso a desarrollar un avión por su cuenta.

TE PUEDE INTERESAR

Una 'ciudad' nuclear: Francia arranca la construcción de su nuevo superportaaviones

Juanjo Fernández

Una de estas discrepancias fue la exigencia (francesa) de un papel de liderazgo en el diseño. Otra fue el hecho de que la marina gala necesitaba un avión naval para operar en sus portaaviones, pero no el resto de socios (Reino Unido, Italia, Alemania y España). Detalles, por cierto, que hoy vuelven a aparecer cuando se habla del FCAS. El proyecto europeo acabó con el Eurofighter volando por vez primera en 1994 y el francés con el Rafale haciendo lo propio en 1991.

Se trata de un buen avión que tuvo características polivalentes desde el primer momento y que entró en servicio con l’Armée de l’Air en 2001. Es una aeronave bimotor, propulsado por dos SNECMA M-88, con planta alar delta (la especialidad de Dassault) con 'canards' (planos en la parte delantera). Tiene un peso máximo al despegue de 24.500 kilogramos, además de una envergadura de casi 11 metros y una longitud de 15,27, cualidades muy similares a las del Eurofighter.

Su capacidad de carga de armas es de más de 9 toneladas y puede portar una gran variedad de bombas y misiles. Para combate aéreo dispone de misiles Magic (guiado IR), MBDA MICA (IR o Radar) y Meteor, un magnífico misil de dirigido por radar activo y largo alcance. Como armamento de ataque a tierra puede utilizar bombas guiadas por láser (toda la variedad GBU) así como misiles tales como el Apache (misil de crucero antipista), el SCALP-EG (versión francesa del Storm Shadow) o el Exocet para misiones antibuque. Cuenta con electrónica de primera, radar AESA Thales RBE2-AA, suite de guerra electrónica SPECTRA y sistemas optrónicos de Thales.

Un avión caro, pero con éxito de ventas

Los aviones vendidos son de la versión F4, la más moderna y capaz, que se encuentra aún en fase de desarrollo y en la que se han invertido más de 2.000 millones de euros. Con la compra, Emiratos se convierte en el mayor usuario del Rafale y el primero en disponer del F4 después de Francia. También supone un éxito mayúsculo de la industria militar francesa, un negocio siempre bien apoyado por la diplomacia gala, ya que últimamente este modelo no deja de cosechar éxitos.

TE PUEDE INTERESAR

Asesinos de barcos: estos son los misiles antibuque de la OTAN que usa España

Juanjo Fernández

Se consiguieron ventas a Croacia —12 aviones que llegarán en 2024—, Egipto —24 en servicio más 54 encargados, aunque no serán de la versión moderna—, Grecia —23 pendientes de entrega—, 36 a India —ya les han llegado 29— y 36 a Qatar, que aún tiene que recibir una docena. Son ventas importantes, a pesar de ser un avión muy caro.

Las cifras del contrato con Emiratos hablan por sí solas. Si a los 19.200 millones de dólares le quitamos el coste de los 12 helicópteros Caracal (a unos 60 millones cada uno), sale un coste unitario para el Rafale de cerca de 230 millones de dólares. Eso sí, hay que tener en cuenta que la fecha de entrega es a partir de 2027 y que llegarán con 'todo', como armas, recambios, simuladores o soporte.

Entre unas cosas y otras, y salvo por el mazazo del fiasco de la venta de submarinos a Australia, lo cierto es que últimamente Francia casi siempre gana. Es lo bueno de tener dos competidores en casa. Si vende Dassault, gana por ser empresa francesa; y si vende Airbus, también lo hace al estar participada por el Gobierno francés y contar con gran implantación industrial en su territorio. No es de extrañar que luego se abogue tanto por el material europeo: una venta de armas nunca es solo una venta de armas.