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Moncloa prepara una reforma estructural de Exteriores y de toda la carrera diplomática
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Moncloa prepara una reforma estructural de Exteriores y de toda la carrera diplomática

El Gobierno prepara una profunda reforma del cuerpo diplomático. Una estrategia ambiciosa, aunque difusa, para adaptar el país a la nueva realidad pospandemia

Foto: La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. (EFE)
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. (EFE)
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El Gobierno se prepara para acometer una reforma integral del cuerpo diplomático, según avanza el plan Estrategia de Acción Exterior 2021-2024 que el ministerio de Arancha González Laya tiene previsto llevar hoy al Consejo de Ministros. Una estrategia ambiciosa, aunque difusa, con la que Moncloa pretende dar respuesta a la nueva realidad geopolítica que emerge tras la pandemia e impulsar el giro hacia la política internacional que prepara el presidente Pedro Sánchez.

El borrador, al que ha tenido acceso El Confidencial, habla de una transformación que sirva para crear un servicio exterior “moderno y ágil” con el que "aspirar a un papel más relevante" en el plano internacional. Las ideas plasmadas en el documento recuerdan a lo que muchas voces críticas llevan años reclamando para modernizar el Ministerio de Exteriores, así como las embajadas y consulados repartidos por todo el mundo.

El Gobierno establece la necesidad de incrementar los recursos, unida a la obligación de gestionarlos mejor y de vencer inercias del pasado. “España aspira sin complejos a asumir un mayor liderazgo internacional y europeo. Ello implica una mayor capacidad de iniciativa y estar a la vanguardia en los temas y espacios en los que existan vacíos y oportunidades”, refiere el texto.

Entre las principales novedades, Moncloa se compromete a aprobar un nuevo reglamento para la carrera diplomática —la actual normativa es de 1993—, a impulsar una nueva ley de cooperación internacional para reemplazar la vigente de 1998 y a reformar la ley electoral para facilitar el voto del creciente padrón de españoles en el extranjero.

El plan llega justo cuando Sánchez se prepara para intensificar su agenda internacional a la vuelta de las elecciones catalanas, convirtiendo la diplomacia en una de las prioridades de su legislatura una vez la pandemia empiece a remitir con el avance de las vacunas.

“España tiene un gran activo para impulsar su acción exterior a través de la figura y la tracción de la jefatura del Estado y de la presidencia del Gobierno como los mejores embajadores de los principios y prioridades que desgrana esta estrategia”, avanza el texto, de más de 100 páginas, elaborado por el equipo de Arancha González Laya, bajo la batuta del secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz, y con el consenso y la colaboración de todo el Consejo de Ministros.

placeholder Manuel Muñiz, secretario de Estado para la España Global. (Carmen Castellón)
Manuel Muñiz, secretario de Estado para la España Global. (Carmen Castellón)

Más y mejor pagados (pero evaluados)

El objetivo de lograr una diplomacia “moderna, ágil y coherente” pasa, según el documento, por reforzar la plantilla, tanto en el ministerio como en las legaciones, que actualmente asciende a 5.452 personas. De estas, 940 son diplomáticos de carrera, una cifra que según el análisis nos deja “en la retaguardia” de nuestra área de influencia, por detrás de países como Francia (2.134), Alemania (1.703), Reino Unido (1.503) o Italia (977). Por ello, el informe recomienda “como mínimo” mantener y “en la medida de lo posible” aumentar las plazas del cuerpo, que han caído un 6% en la última década.

También promete mejorar los salarios y condiciones del personal “con el fin de retener y atraer talento, incluyendo funcionarios de otros cuerpos superiores y técnicos, tanto generales como específicos”, en un ministerio con un presupuesto de 1.658 millones de euros para 2021 (1.852 millones, sumando las partidas del Instituto Cervantes y la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo).

Foto: Embajada de España en Washington. (SimonP/Wikipedia)

En paralelo a esta ampliación de recursos y capacidad, la idea es reformar todo el sistema “actualizando los métodos de trabajo, condiciones y la operativa del propio ministerio”. Para ello, además de reorganizar la carrera diplomática, plantea introducir nuevos métodos de evaluación más concreta para los diplomáticos por desempeño y objetivos y reforzar la Escuela Diplomática para convertirla en un “centro de formación continua y especializada del personal que compone el Servicio Exterior”.

El documento especifica que se eliminarán “las barreras socioeconómicas en el sistema de preparación y acceso a la carrera diplomática”, un asunto polémico, ya que la entrada al cuerpo diplomático español ha sido tradicionalmente un proceso complicado y costoso. Esto ha alimentado las sospechas de nepotismo y elitismo, ahuyentando a muchos perfiles talentosos de uno de los cuerpos de élite del país, según llevan años criticando los que piden un cambio de rumbo en el servicio de exteriores.

El plan también recoge la aspiración de una “política exterior feminista” en la que, vagamente, plantea incorporar “el enfoque de género de manera tranversal” a la acción exterior española. Entre los objetivos, está aumentar la presencia de mujeres en puestos diplomáticos, que actualmente tan solo ocupan el 28% de esas codiciadas plazas. También el ministerio se compromete a impulsar una mayor digitalización de los servicios consulares y diplomáticos, para lo que pedirán financiación de los fondos de recuperación europeos. El plan incluye el desarrollo de una nueva web y otras sin mucho detalle, como lograr una “autonomía cognitiva” en materia de relaciones internacionales con el uso de inteligencia artificial, ‘big data’ y otras tecnologías.

Foto: La ministra española de Asuntos Exteriors, Arancha González Laya. (EFE)

"Redespliegue consular" mirando a Asia

Otra de las novedades del plan estratégico afecta a la red de atención consular que da servicio a los casi tres millones de españoles en el extranjero y a 19 millones de viajeros que se desplazan fuera de nuestras fronteras cada año. “Nuestro país debe garantizar una protección y asistencia consular de calidad”, indica el texto.

En concreto, se habla de un “redespliegue en el exterior” teniendo en cuenta factores como “los lugares donde hay una colectividad española importante, una demanda significativa de visados o la promoción de la apertura de nuevos espacios de mercado de turistas y negocios para España, especialmente importantes en zonas de creciente vitalidad, como la región Asia-Pacífico, o ciertas áreas de África”.

La necesidad de reformar la acción consular se justifica hablando del “mayor proceso de repatriación de nuestra historia democrática”, que tuvo lugar durante la crisis del coronavirus. Introduce además conceptos como la “igualdad efectiva” en la protección y asistencia consular, lo que significa que se “prestará especial atención a la ciudadanía española en el exterior que se encuentre en una situación de especial vulnerabilidad (...) como las víctimas de violencia de género”.

Foto:  Imagen: EC

Además, en este punto, se habla de la “reforma necesaria” de la ley electoral para simplificar los requisitos de participación —una promesa de vieja data—, un impulso a los consejos de residentes españoles en el extranjero para reforzar su papel institucional y apoyo a las asociaciones de españoles en el exterior. “Esfuerzos para conectar mejor con la ciudadanía española en el exterior, haciéndose eco de sus necesidades al tiempo que se aprovecha su enorme talento y capital humano de cara a nuestras prioridades como país”, explica el texto.

Nueva arquitectura institucional

El dosier ejecutivo reitera en las páginas el compromiso —alcanzado por el PSOE y Podemos en el acuerdo de coalición— de destinar el 0,5% de la renta nacional bruta a cooperación internacional para el desarrollo al final de la legislatura —actualmente está en el 0,21%—. “La acción exterior española seguirá apostando por la cooperación, reforzando sus medios, mejorando su coherencia y desarrollando las sinergias necesarias con los actores, públicos y privados, que operan en este sector”, explica el informe.

Para ello, el ministerio quiere materializar “una nueva visión” de la cooperación, que pasa por tramitar una nueva ley y otras reformas que supondrán un “cambio en profundidad de la arquitectura institucional de la cooperación española” y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), que será reforzada con “medios humanos y financieros”.

Foto:  Miguel Ángel Hernández, frente al Mercado de la Cebada de Madrid. (Javier Bocanegra)

Para lograr los objetivos propuestos, el ministerio aspira a una acción política más “integral y cohesionada”, ante la atomización de los intereses de los numerosos actores institucionales con presencia en el exterior. Y será el propio ministerio el encargado de liderar este esfuerzo rector, proponiendo reforzar su papel y su influencia como coordinador de esta agenda.

Las acciones abarcan desde dar más importancia a la política exterior en el Gobierno central, impulsando el Consejo de Política Exterior, a establecer un contacto más regular y directo con ministerios y gobiernos autonómicos para orquestar la acción exterior —por canales tanto formales como informales—. “La realidad no se organiza en función de las divisiones administrativas de los Estados: requerimos visión de conjunto y ejecución conjunta”, justifica el borrador, que además apunta a potenciar el papel exterior del Parlamento (diplomacia parlamentaria) y una “interlocución más directa” con aquellas ciudades con más proyección internacional.

Todo, como parte de un ideal bautizado “ecosistema español en el exterior”, en el que se aspira a capitalizar la influencia de empresas, universidades y centros de investigación, ONG y otros agentes sociales en el extranjero. “A través de la figura del embajador en misión especial para la ciudadanía española global, se pondrá más énfasis en este colectivo, haciéndole partícipe activo de la acción exterior española: facilitaremos la internacionalización y el aprovechamiento de las oportunidades que se abren en el exterior para nuestros ciudadanos residentes en España y conectaremos más y mejor con nuestros ciudadanos en el extranjero”, concluye.

El Gobierno se prepara para acometer una reforma integral del cuerpo diplomático, según avanza el plan Estrategia de Acción Exterior 2021-2024 que el ministerio de Arancha González Laya tiene previsto llevar hoy al Consejo de Ministros. Una estrategia ambiciosa, aunque difusa, con la que Moncloa pretende dar respuesta a la nueva realidad geopolítica que emerge tras la pandemia e impulsar el giro hacia la política internacional que prepara el presidente Pedro Sánchez.

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