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Coordenadas | Los armenios de Nagorno-Karabaj se rinden tras el ataque de Azerbaiyán
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La peor escalada desde 2020

Coordenadas | Los armenios de Nagorno-Karabaj se rinden tras el ataque de Azerbaiyán

Azerbaiyán ha llevado a cabo una operación militar en el Alto Karabaj después de meses de tensiones y del bloqueo del corredor humanitario que conecta la zona con Armenia

Foto: Fotografía de la ofensiva militar de Azerbaiyán en el Alto Karabaj. (EFE/EPA/Sargsyan OC Media)
Fotografía de la ofensiva militar de Azerbaiyán en el Alto Karabaj. (EFE/EPA/Sargsyan OC Media)

Las autoridades armenias en el Alto-Karabaj han anunciado un acuerdo con Azerbaiyán para retirar las fuerzas de la zona disputada con Bakú. El pacto ha tenido lugar un día después de la acción militar del Gobierno azerbaiyano, que calificó como una "operación terrorista" después de semanas de advertencias por una posible escalada. Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán iniciaron este martes una serie de bombardeos de artillería y drones en el disputado Nagorno-Karabaj, que supuso el estallido más importante en la región desde el alto al fuego de 2020.

Las autoridades armenias denunciaron la muerte de 25 muertos y más de 100 heridos por los bombardeos de Azerbaiyán y en redes sociales se publicaron varios vídeos de edificios de viviendas que fueron víctimas de los ataques de artillería. Horas después de los ataques, las autoridades de Bakú afirmaron que no se retirarían de la zona y no darían por finalizada la operación hasta que las fuerzas armenias de Nagorno-Kareabaj se rindieran.

Foto: Foto de archivo de un pueblo en la región de Nagorno-Karabaj (Reuters/Artem Mikryukov)

Finalmente, este ha sido el destino de los habitantes de la zona montañosa. Según los primeros detalles del acuerdo, el Gobierno armenio en Nagorno-Karabaj debe retirar todas las unidades restantes de la fuerza de paz rusa, que suponen cerca de 2.000 unidades del Kremlin que llegaron a la zona dentro una misión de mantenimiento de la paz. Además, se ha obliga a la autoproclamada República de Artsaj —como los armenios llaman a Nagorno Karabaj— a la disolución y el desarme de las formaciones armadas.

Por último, "los derechos armenios se discutirán en una reunión entre representantes de la población armenia local y representantes de las autoridades centrales de la República de Azerbaiyán", que tendrá lugar este jueves. "Teniendo en cuenta el llamamiento de los representantes de los residentes armenios de Karabaj, que se recibió a través del contingente de mantenimiento de la paz ruso, se llegó a un acuerdo para suspender las medidas antiterroristas", señaló el Ministerio azerbaiyano de Defensa. Por su parte, las autoridad de la República de Artsaj anunciaron que la poca reacción de los actores internacionales han sido el motivo por el cuals e han visto forzados a garantizar la seguridad de la población en la zona.

En breve

La tensión aumentó a primera hora del martes, cuando dos civiles y cuatro militares azerbaiyanos murieron por el impacto de minas terrestres en los vehículos en los que viajaban. Este tipo de accidentes no son insólitos en el Alto-Karabaj, que fue altamente minado durante el conflicto a principios de los años noventa. Desde entonces, cientos de civiles precedentes de Azerbaiyán han resultado heridos o han muerto por las minas terrestres.

Sin embargo, Bakú acusó de "actos terroristas" a "grupos subversivos" y justificó el ataque por "el bombardeo sistemático de las posiciones del Ejército" por parte de fuerzas armenias. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyán, calificó la acción militar como una "operación terrestre de limpieza étnica" contra la comunidad armenia. Además, convocó al consejo de seguridad del país y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU y a Rusia, con presencia militar en el Alto-Karabaj, que tomen "medidas claras e inequívocas para poner fin a la agresión azerbaiyana".

Foto: Un soldado armenio, en un pueblo de Nagorno-Karabaj. (Reuters/Artem Mikryukov)

Los temores de "limpieza étnica" sobrevuelan desde el año pasado por el corredor de Lachin, que conecta la zona montañosa con Armenia y cuyo control fue recuperado por Azerbaiyán en la guerra de 2020. En diciembre del año pasado, activistas azerbaiyanos bloquearon el tráfico por completo, lo que ha provocado una crisis humanitaria porque no pueden entrar ni alimentos ni medicamentos en la zona donde vive una mayoría armenia.

Rusia ha mantenido desplegados a cerca de 2.000 soldados en la región disputada como dentro de una misión de mantenimiento de paz. Tras el ataque, el Ministerio de Asuntos Exteriores desmintió que el Kremlin hubiera sido avisado con antelación de la operación militar de Azerbaiyán, como barajaron algunas informaciones, e instó a ambos países a respetar el alto al fuego acordado hace tres años.

Contexto

Nagorno-Karabaj es una región montañosa reconocida internacionalmente como territorio de Azerbaiyán, pero tiene una población mayoritariamente armenia. El inicio de las tensiones entre las comunidades data de 1918, pero permanecieron soterradas durante décadas de control soviético. Tras la caída de la URSS, la región de unos 150.000 habitantes declaró su independencia y desde entonces se ha gobernado a sí misma —con apoyo de Armenia— como la no reconocida República de Artsaj.

Desde entonces, Bakú reclama el control físico del territorio, mientras que Ereván defiende los intereses de la autoproclamada república. El conflicto, que incluye aristas territoriales, étnicas, identitarias y energéticas, permanece enquistado desde la guerra del Alto Karabaj (1988 y 1994), un conflicto separatista que dejó más de 30.000 muertos.

Tras la guerra, los armenios se hicieron con el control de Nagorno-Karabaj, así como siete provincias azerbaiyanas. En 2020, Azerbaiyán lanzó una ofensiva para recuperar los territorios, un objetivo que se logró tras seis semanas de combate. La guerra finalizó con un alto al fuego con mediación de Rusia y un papel de observador de Turquía como aliado de Azerbaiyán.

Según los términos del acuerdo, Armenia debía retirar sus tropas de las zonas que rodean los territorios de Nagorno Karabaj y Rusia enviaría un contingente de "fuerzas de mantenimiento de paz". Desde entonces, las fuerzas azerbaiyanas tomaron el control del corredor de Lachin bloqueado a finales del año pasado. Este ha sido el principal motivo de la escala de tensión de los últimos meses, así como la acusación de que Bakú estaba acumulando tropas en la zona por parte de Ereván.

Actores

En noviembre de 2020, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, que llevaba en ese entonces dos años en el poder, anunció que había aceptado poner fin a la guerra con Azerbaiyán en el Nagorno-Karabaj bajo unos términos que eran "increíblemente dolorosos para mí personalmente y para nuestro pueblo".

Desde el bloqueo del corredor de Lachin, Pashinyan ha alertado en varias ocasiones de una escalada del conflicto y alertó sobre el peligro de “limpieza étnica” contra la comunidad armenia en la zona. Sin embargo, el premier ha recibido críticas por parte de la oposición por la gestión del conflicto y fue acusado de traicionar a los armenios después del acuerdo de paz acordado hace tres años.

placeholder Nikol Pashinyan, primer ministro de Armenia. (Reuters)
Nikol Pashinyan, primer ministro de Armenia. (Reuters)

En este contexto, Nikol Pashinyan alertó después de los bombardeos de este martes del peligro de los llamamientos para llevar a cabo un “golpe de Estado". "Como era de esperar, se escuchan llamamientos desde diferentes lugares, incluso a un golpe de Estado. (...) Es muy importante que la ley y el orden funcionen plenamente en Armenia y se mantenga la estabilidad, pues la violación de la ley, el orden y la estabilidad es el objetivo de las fuerzas que buscan actuar contra el país", dijo.

Además, ha pedido a la población que mantenga la compostura y evite caer en provocaciones. Sin embargo, las declaraciones no fueron bien recibidas por una parte de la población armenia, que se manifestó delante de la sede del gobierno armenio en Ereván para pedir la dimisión del primer ministro. "¡Nikol traidor!" o "¡Nikol, dimisión!", fueron algunas de las proclamas de los manifestantes, quienes también gritaron "¡Artsakh, Artsakh!", el nombre dado por los armenios al Nagorno-Karabaj.

Foto: Nikol Pashinián y Vladímir Putin en una imagen de archivo. (EF/Michael Klimentyev/Sputnik Kremlin Pool)

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, alertó meses antes de la acción armada que Armenia no estaba, según su Gobierno, cumpliendo con sus responsabilidades. Una antesala para una escalada del conflicto que se une a otras declaraciones polémicas de Aliyev: "El principal enemigo de Azerbaiyán son los armenios de todo el mundo".

El presidente, con Turquía como valedor, tiene una posición mucho más cómoda en el conflicto. Además de una superioridad militar, Ilham Aliyev cuenta con altos índices de popularidad después de recuperar los territorios de Nagorno-Karabaj en 2020. Sin embargo, la pobreza y la corrupción siguen azotando el país, que ha sido señalado por la represión contra las libertades civiles en los últimos años, dice Freedom House.

Ilham Aliyev relevó como presidente a su padre Heydar en 2003 y consiguió su último mandato en 2018 en unas elecciones que, según los observadores occidentales, no cumplieron con los estándares democráticos. En los últimos años, especialmente después del inicio de la guerra de Ucrania, Aliyev ha fortalecido las relaciones con países europeos y se ha convertido en un importante actor energético regional.

El aliado más importante de Aliyev es Recep Tayyip Erdogan. En una reciente visita a Nagorno-Karabaj, el presidente turco afirmó que le gustaba mucho lo que estaba viendo. "¿Está el hotel en esa dirección?”, dijo señalando el territorio disputado "No, no. ¡Pero lo habrá!”, respondió su homólogo azerbaiyano.

Estambul ha demostrado en varias ocasiones su apoyo a Bakú en el conflicto, y reafirmó hace pocos meses que el Gobierno turco está dispuesto a abrir un consulado en la ciudad de Shusha —o Shushi para los armenios—, la segunda ciudad más importante del territorio.

Las tensiones con Ereván van, de hecho más allá del conflicto territorial y se remontan al genocidio contra el pueblo armenio, en el que 1,5 millones de personas fueron asesinadas por el Imperio otomano a principios del siglo XX. Aunque Turquía reconoce que mucha gente murió durante aquella época, rechaza calificar el suceso de genocidio, argumentando que el número de muertos está inflado y que fueron consecuencia de disturbios civiles durante el colapso del Imperio.

Foto: Vladímir Putin, en la cumbre de la Commonwealth de Estados Independientes (CIS) con el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, en diciembre de 2022. (EFE/Pool/Alexei Danichev)

Vladímir Putin es la otra cara del conflicto. En 2020, el presidente ruso se convirtió en uno de los actores clave de la guerra en el Nagorno-Karabaj. Después de semanas de conflicto militar, Vladímir Putin fue el mediador en el alto el fuego acordado entre las dos partes en 2020. Tres años después, ese Kremlin capaz de negociar un pacto de paz parece muy lejano.

La guerra de Ucrania ha debilitado la cooperación de Rusia con Armenia, dos de los países que forman parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) junto a Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. Durante años, estos países han sido aliados acérrimos del Kremlin y todos están obligados a ayudarse los unos a los otros en caso de ataque.

Sin embargo, Nikol Pashinyan, el premier armenio, sostiene que Moscú les ha defraudado en la nueva escalada de tensiones con Azerbaiyán. "La catastrófica invasión rusa de Ucrania significa que Armenia ya no puede confiar en Moscú como garante de su seguridad, mientras crece el temor a una vuelta al conflicto abierto con Azerbaiyán", dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, en una entrevista reciente.

Por otro lado, Rusia ha criticado las últimas decisiones del Gobierno de Ereván, como el inicio de unos ejercicios militares con Estados Unidos que han sido interpretados como un acercamiento a Occidente y a la OTAN. Además, la primera dama armenia, Anna Akobyan, viajó recientemente a Ucrania para entregar ayuda humanitaria y se hizo una foto con el enemigo número uno de Rusia, Volodímir Zelenski.

¿Y qué pasa ahora?

Los bombardeos en Stepanakert han sido interpretados como una de las escaladas más peligrosas desde 2020, y la comunidad internacional pidió un alto al fuego. “Pedimos el cese inmediato de las hostilidades y que Azerbaiyán detenga las actuales actividades militares... Existe una necesidad urgente de volver al diálogo entre los armenios de Bakú y Karabaj. Esta escalada militar no debe utilizarse como pretexto para forzar el éxodo de la población local”, dijo Josep Borrell, jefe de política exterior de la UE, en un comunicado.

Los analistas ya predijeron que Azerbaiyán aumentaría la presión en Nagorno-Karabaj hasta que los armenios abandonasen el territorio. "Se trata potencialmente de un ultimátum [de Azerbaiyán]: a menos que se disuelva, habrá más de esto y básicamente devorará el espacio controlado por las autoridades de facto", dijo Laurence Broers, director del programa del Cáucaso, a The Guardian.

Foto: Ara Malikian (EFE)

Este jueves, tendrá lugar la reunión para establecer los derechos de los armenios en la zona disputada. Sin embargo, algunas voces a favor de Armenia han señalado que el acuerdo es unilateral y que las autoridades de Bakú se han aprovechado de la debilidad militar de las autoridades armenios en el Nagorno-Karabaj.

Para saber más…

Mientras en Armenia y Azerbaiyán se reanudaban las ofensivas militares sobre la región separatista de Nagorno-Karabaj, a miles de kilómetros, en Madrid, varios centenares de armenios se manifestaban contra el conflicto, contra Azerbaiyán y contra su principal aliado, Turquía. "Armenia quiere paz, Turquía genocidio", "Erdogan terrorista", coreaban este martes armenios residentes en España, venidos en autobuses desde Barcelona, Sevilla o Zaragoza. Al frente de la manifestación, que llegó hasta el Congreso de los Diputados, y bajo una pancarta que decía "Turquía y Azerbaiyán terroristas. Artsaj es Armenia", están dos caras reconocidas, aunque tras sendas mascarillas: Hovik Keuchkerian, que encarna a Bogotá en la serie española La Casa de Papel, y el violinista Ara Malikian, que habla con El Confidencial en una entrevista sobre el papel de los artistas y la cultura cuando lo que suena en el aire es el silbido de un misil.

Para seguir el hilo

Este hilo (en inglés) de Laurence Broers, director del Programa Cáucaso y profesor asociado del programa Rusia y Eurasia en Chatham House, repasa el inicio de las hostilidades y analiza los elementos que están influyendo en la crisis.

Las autoridades armenias en el Alto-Karabaj han anunciado un acuerdo con Azerbaiyán para retirar las fuerzas de la zona disputada con Bakú. El pacto ha tenido lugar un día después de la acción militar del Gobierno azerbaiyano, que calificó como una "operación terrorista" después de semanas de advertencias por una posible escalada. Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán iniciaron este martes una serie de bombardeos de artillería y drones en el disputado Nagorno-Karabaj, que supuso el estallido más importante en la región desde el alto al fuego de 2020.

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