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Una muralla destruida dos veces para explicar el dolor del terremoto en Marruecos
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Una reconstrucción que no acaba

Una muralla destruida dos veces para explicar el dolor del terremoto en Marruecos

Gracias al temblor sufrido en 1960, la muralla de la ciudad costera de Agadir pudo resistir mejor el seísmo que asoló Marruecos el pasado viernes. Pero no ha salido indemne

Foto: Muralla de Agadir. (Francisco Sarrio Volpi)
Muralla de Agadir. (Francisco Sarrio Volpi)

A un par de kilómetros del centro de Agadir, en lo alto de una montaña, se levanta la kasbah (un tipo de edificación fortificada) de la ciudad. A lo largo de los siglos, las murallas de uno de los fuertes más deseados por los conquistadores han visto pasar decenas de ejércitos. Romanos, holandeses, portugueses... Y ahora, sin espadas ni escudos, también dos seísmos que asolaron Marruecos durante la madrugada del pasado viernes. Más de 2.900 personas han muerto, mientras que las cifras de heridos sobrepasan los 5.500.

En Agadir, la muralla sufrió el primer temblor en 1960, cuando un fuerte terremoto de 5,8 en la escala de Richter provocó la muerte de alrededor de 15.000 personas. Un tercio de la población que vivía en la ciudad. Más de 60 años después de que el devastador terremoto dejara en ruinas uno de los símbolos históricos del país, el sitio ha vuelto a resquebrajarse. "No hemos salido de una reconstrucción y entramos en otra", apunta uno de trabajadores del paraje histórico.

Foto: Un joven graba cómo un camión recoge los escombros tras el terremoto en el centro de Marrakech. (Francisco Sarrio Volpi)

El ingeniero se escurre entre las verjas que anuncian el cierre de uno de los puntos más turísticos de esta ciudad costera marroquí. Después de pasar toda la mañana controlando la zona damnificada, el joven apunta que, aproximadamente, 50 metros del muro se desprendieron alrededor de las 23:10 hora local del pasado 8 de septiembre. En la parte más baja de la colina, una decena de comerciantes describe que el fuerte estruendo alertó a vecinos y comunidades locales. "Salí corriendo de mi tienda y vi caer uno de los muros. Por un momento, pensamos que los restos caerían montaña abajo", cuenta uno de los vecinos.

"Vi caer uno de los muros. Por un momento, pensamos que los restos caerían montaña abajo"

Los locales que trabajan en la reconstrucción de la muralla no han salido de una obra y, ahora, se meten en otra. En 2020, Mohamed VI implementó el Programa de Desarrollo Urbano de Agadir como parte de su visión de desarrollo en Marruecos. Además de mejorar las condiciones de vida de la ciudad, el rey buscaba promover su alto atractivo entre los visitantes nacionales e internacionales. "Hemos tenido que cerrar el lugar por posibles derrumbamientos, en los próximos días empezaremos, de nuevo, la reconstrucción", señala uno de los ingenieros civiles de la kasbah de Agadir.

Un pasado turbulento

Tras el terremoto de 1960, la kasbah de Agadir Oufella quedó atormentada por los recuerdos de las víctimas que fallecieron durante el desastre natural. El paraje histórico, que había quedado desamparado hasta los planes de rehabilitación de Mohamed VI en 2020, era y continúa siendo una de las mayores atracciones históricas para los lugareños y aquellos curiosos que quieran aprender sobre el patrimonio de Agadir. La región de la ciudad es la sexta economía más grande del país y alberga el 6,7% del producto interior bruto.

placeholder Una vista de la muralla asolada en 1960. (Francisco Sarrio Volpi)
Una vista de la muralla asolada en 1960. (Francisco Sarrio Volpi)

Como no había habido terremotos graves antes de 1960, la construcción en la ciudad se había realizado sin tener en cuenta la actividad sísmica. Hoy, en cambio, los edificios que se habían derrumbado en aquel momento se han vuelto a construir sobre estructuras de hormigón armado. "Gracias al anterior terremoto, Agadir no ha sufrido grandes destrozos como Marrakech. Esta vez, una gran parte de la ciudad estaba preparada", señala el ingeniero que vigila las murallas de la kasbah.

Lo cierto es que no fue hasta 2022 cuando se consiguió aprobar el proyecto de reconstrucción de la kasbah. Y con él, otros planes de promoción cultural y valorización del patrimonio de la ciudad como el desarrollo de la plaza Memoria de la Ciudad de Agadir, la creación de un museo del patrimonio amazigh así como la reconstrucción de la antigua sede del Banco Al-Maghrib. El terremoto de 1960 no consiguió tumbar el corazón cultural de Agadir. Y hoy, tras el seísmo más fuerte de la historia del país, tampoco volverá a sucumbir.

El caos en la calma

En Taghazhout, otra de las zonas que sintieron el seísmo durante la noche del 8 de septiembre, mujeres y niños han acampado varias noches en la zona más elevada de la ciudad. Desde allí, aseguran tener miedo de posibles réplicas y acuñan no recibir información e indicaciones por parte de las autoridades de la zona. "Vivimos en un cuarto piso, si volvemos a nuestra casa y vuelve a temblar todo, no sé si podremos salir a tiempo", relata una de las mujeres que, junto a sus dos hijas, se resguarda del sol y el calor.

A las voces locales, se unen las de turistas extranjeros, en su mayoría holandeses y alemanes, que han decidido salir de la ciudad. Durante las altas horas de la madrugada del sábado 9 de septiembre, decenas de grupos de jóvenes cargados con mochilas y tablas de surf esperaban en una fila de taxis que ocupaba una gran parte de la principal calle de Taghazhout.

placeholder La ciudad de Agadir. (Francisco Sarrio Volpi)
La ciudad de Agadir. (Francisco Sarrio Volpi)

La costa de Agadir es popularmente conocida por la cultura de surf y por las decenas de escuelas que hoy se levantan entre sus calles. "Imagina vivir aquí todo el año con una temperatura veraniega y con la única preocupación de surfear y disfrutar. Este terremoto ha provocado el caos en la calma", cuenta uno de los surfistas locales.

"Este terremoto ha provocado el caos en la calma"

Casi una semana después del seísmo, los rescatistas locales, oficiales y equipos de ayuda internacional continúan buscando a gente entre los escombros. Casi 1.500 personas han muerto solamente en la provincia de Al Haouz, donde el terremoto ha sido más devastador. Muchas de las provisiones están llegando a las montañas del Atlas, aunque las dificultades siguen estando en los lugares más altos de las cordilleras. Alrededor de 14 carreteras regionales continúan cerradas al paso de los coches de asistencia humanitaria y otras sufren desprendimientos de rocas.

A un par de kilómetros del centro de Agadir, en lo alto de una montaña, se levanta la kasbah (un tipo de edificación fortificada) de la ciudad. A lo largo de los siglos, las murallas de uno de los fuertes más deseados por los conquistadores han visto pasar decenas de ejércitos. Romanos, holandeses, portugueses... Y ahora, sin espadas ni escudos, también dos seísmos que asolaron Marruecos durante la madrugada del pasado viernes. Más de 2.900 personas han muerto, mientras que las cifras de heridos sobrepasan los 5.500.

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