Marruecos rechaza la ayuda humanitaria de Francia, pese a la catástrofe del terremoto

Puede que Mohamed VI acabe de disfrutar de unas vacaciones en Francia o que el país se enfrente con medios limitados a una de las peores catástrofes naturales de su reinado. Pero, por el momento, el monarca alauí ha declinado recibir la ayuda ofrecida por el presidente francés, Emmanuel Macron, de equipos y material útil para las labores de desescombro y rescate de las víctimas del terremoto que asoló Marruecos el viernes por la noche.

Frente a las cajas destempladas con París, la ayuda oficial que España ha proporcionado ha saltado a las portadas de varios diarios digitales marroquíes, mientras los telediarios mostraban imágenes de los soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de los integrantes de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid que se han desplazado este domingo a Marruecos.

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Macron ya formuló su oferta el sábado por la mañana y la reiteró el domingo desde la cumbre del G20 en Nueva Delhi. Francia "ha movilizado al conjunto de sus equipos técnicos y de seguridad para poder intervenir cuando las autoridades de Marruecos lo consideren útil", declaró, para añadir que "en el mismo momento en que esta ayuda sea solicitada, será desplegada". "Estamos listos, pero son las autoridades marroquíes las que deben decidirlo en función de su evaluación sobre el terreno, para que se haga de manera ordenada", concluyó. Con su insistencia, ignorada por casi toda la prensa marroquí, Macron quiere dejar claro ante la inmigración musulmana que su mano está tendida a Marruecos.

La relación de París con Rabat pasa por una mala racha desde julio de 2021, cuando se descubrió que el móvil de Macron y los de otros miembros de su gabinete estaban infectados con el programa de software espía Pegasus, presuntamente utilizado por los servicios secretos marroquíes. Pero aun así, en El Elíseo estaban convencidos de que las autoridades marroquíes pedirían su apoyo tras el terremoto. Francia es, pese a todo, el país con más vínculos con Marruecos, aunque solo sea por el número de inmigrantes que acoge.

Sus militares y bomberos están además mejor equipados y poseen más experiencia que cataríes o emiratíes. Hablan un idioma que muchos marroquíes también conocen y con el que se pueden comunicar fácilmente. Entre las víctimas del terremoto hay además, por ahora, cuatro franceses muertos y 15 heridos, aunque puede que sean más.

A última hora de la noche del domingo, el Ministerio del Interior marroquí publicó un comunicado en el que explica que solo acepta las ofertas de "países amigos" y cita a cuatro, empezando por España. Los otros son el Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Da así a entender que Francia ya no figura en esa categoría, en la que tampoco incluye a Israel. Se tomó esta decisión, precisa, "tras una cuidadosa evaluación de las necesidades sobre el terreno, y teniendo en cuenta que la falta de coordinación podría ser contraproducente".

"Extremadamente grave"

Horas antes, la periodista Samira Sitaïl, exdirectora de la televisión pública marroquí 2M y considerada portavoz oficiosa de las autoridades de Marruecos, arremetió contra Macron en BFM TV, la cadena informativa francesa con más audiencia. "Considero [sus palabras] como una llamada a la rebelión del pueblo marroquí", afirmó, refiriéndose a la oferta del presidente. "Está diciendo a los marroquíes: queremos ayudaros, pero vuestro Gobierno no nos deja ayudaros", añadió. "Lo considero extremadamente grave y habrá que corregirlo", concluyó.

El veto marroquí incluye también a las ONG francesas. "Nos hubiese gustado subir a un avión (...), pero desgraciadamente no hemos obtenido el acuerdo del Gobierno marroquí", se lamentaba Arnaud Fraisse, fundador de Socorristas Sin Fronteras, en France-Inter, la radio pública. "No comprendemos esta situación de bloqueo", añadía.

Algunos no esperaron, sin embargo, un permiso para desplazarse a Marruecos. En estos casos, no fueron devueltos a su llegada. Casc Appui, una asociación de bomberos de Lyon, desembarcó en Marrakech en la madrugada del domingo, según informó la prefectura del departamento del Ródano. Se presentaron en la sede local de Protección Civil y les asignaron de inmediato una zona para trabajar, a 50 kilómetros de la ciudad. Sin anunciar su viaje, otras ONG francesas, a veces con miembros de origen marroquí, también estaban en camino.

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La crisis entre Francia y Marruecos empezó en julio de 2021, cuando la investigación del consorcio periodístico Forbidden Stories desveló que el móvil de Macron, el de su primer ministro y los de 14 miembros de su Gobierno habían sido infectados con el programa malicioso Pegasus, utilizado por los servicios secretos marroquíes, según la prensa parisina. La crisis continuó cuando Rabat dejó de aceptar la repatriación de muchos inmigrantes irregulares a los que Francia quería expulsar del país. El mandatario francés tomó entonces la decisión, en septiembre de 2021, de reducir a la mitad los visados Schengen expedidos a los marroquíes y, de paso, también a los argelinos.

El más reciente motivo de tirantez entre París y Rabat guarda relación con España. Francia fue en 2007 el primer país en dar su respaldo al plan de autonomía propuesto por la diplomacia marroquí para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, pero lo hizo en unos términos algo menos contundentes que los empleados en marzo de 2022 por el presidente Pedro Sánchez en la carta que envió a Mohamed VI.

Las autoridades marroquíes presionan ahora a Macron para que vaya más allá en su apoyo, como lo hizo Sánchez o, incluso, como el expresidente Donald Trump. Este reconoció, en diciembre de 2020, la soberanía de Marruecos sobre esa antigua colonia española, una decisión que su sucesor en la Casa Blanca mantuvo aunque no la desarrolló.