La UE, sobre la rebelión de Prigozhin: "La guerra está agrietando la estructura de poder de Rusia"
Los ministros de Asuntos Exteriores analizan la breve rebelión de Prigozhin y sus efectos sobre el conflicto en Ucrania, donde Kiev mantiene su contraofensiva
En Bruselas siempre ha habido un escenario que se ha estado barajando en distintas discusiones y que siempre ha generado preocupación en algunos sectores: los efectos colaterales de un desplome del régimen de Vladimir Putin. Y la conclusión a la que se solía llegar era que la Unión conocía más o menos a Putin, pero que desconoce por completo qué tipo de líder podría aparecer tras un derrumbe descontrolado de su régimen. Emmanuel Macron, presidente francés, siempre ha insistido, de forma más o menos clara, en que debía ofrecerse una salida honrosa a Moscú, precisamente ante el riesgo que provoca la aparición de un perfil desconocido al frente de una potencia nuclear.
Ese riesgo se ha materializado tras la breve rebelión de Yevgeny Prigozhin, líder del grupo de mercenarios Wagner, que está sometido a distintas sanciones por parte de la Unión Europea por sus acciones en Ucrania, donde ha jugado un papel fundamental en Bajmut, pero también en otros países como Libia. Además, el grupo está presente ahora en el Sahel, una zona crítica para la Unión Europea. Horas después de que Prigozhin decidiera poner fin a su rebelión, los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete han abordado la cuestión en una reunión en Luxemburgo.
"Lo que ha pasado este fin de semana demuestra que la guerra contra Ucrania está agrietando el poder de Rusia y afectando a su sistema político", ha señalado Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, explicando que por eso es importante, "más que nunca", seguir apoyando a Kiev. De hecho, los ministros aprobarán una nueva ampliación del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz con el que la UE está financiando el envío de armamento a Ucrania por parte de los Estados miembros.
Pero el jefe de la diplomacia europea también se ha hecho eco de esa tradicional preocupación que existe en Bruselas con los riesgos de un desplome descontrolado del régimen. "No es bueno ver que un poder nuclear como Rusia puede entrar en una fase de inestabilidad política, es algo que se tiene que tener en cuenta", ha señalado Borrell a su entrada a la reunión de ministros.
"El monstruo que Putin creó con Wagner está mordiéndole ahora", ha añadido el Alto Representante. Por su parte Tobias Billström, ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, el país que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, ha señalado que se está monitoreando la situación de cerca pero que será necesario hacer más análisis para llegar a conclusiones sobre lo que ha ocurrido en Rusia en los últimos días.
"Este es un asunto interno de Rusia, y aunque todos nos damos cuenta de que los desarrollos internos de Rusia van a tener consecuencias en términos de seguridad es todavía un poco pronto para hacer un análisis profundo de esto", ha insistido Billström, que durante las horas más tensas del fin de semana mantuvo un tono muy cauteloso. El sueco sí ha señalado que esta es una rebelión producto de que "Rusia está perdiendo la guerra".
Lars Lokke Rasmussen, ministro de Asuntos Exteriores danés, ha señalado que es "muy difícil predecir nada" y que le "han sorprendido una y otra vez durante el último año y medio". Rasmussen cree que el incidente ha dejado a Putin "como mínimo debilitado de alguna manera". "Ojalá eso tenga un impacto en la voluntad del resto del mundo para discutir una situación de post-guerra en Ucrania", ha señalado el danés. Este mismo fin de semana asesores de seguridad nacional de Ucrania, los socios del G7, la Unión Europea y algunos países que no han apostado por apoyar a Kiev, como India o China, han celebrado un encuentro en Copenhague (Dinamarca).
"Lo que desde luego han demostrado los acontecimientos de este fin de semana es que hay divisiones profundas dentro de Rusia", ha explicado por su parte José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España. "Hay que ser muy cautos y muy prudentes para ver cuál es el recorrido2, ha añadido el ministro.
Durante este fin de semana Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, era menos cauteloso: "Durante 100 años, los lituanos han vivido en la frontera de la brutal banditocracia de Moscú, sabiendo que es sólo cuestión de tiempo antes de la siguiente implosión caótica. No estamos distraídos. Vemos claramente a través del caos. El objetivo, como siempre, es la victoria y la justicia para Ucrania. El momento es ahora", señaló.
Este lunes por la mañana Landsbergis ha vuelto a ser de los ministros más vocales. "Lo que han demostrado los últimos días es que no tenemos que pensar en un cambio de régimen en Rusia. No tenemos que planearlo. Los rusos son perfectamente capaces de hacerlo solos", ha explicado a su llegada a la reunión. "Todo lo que tenemos que hacer es seguir concentrados en Ucrania y redoblar nuestro apoyo", ha añadido.
Para Landsbergis el incidente muestra la necesidad de "reforzar la seguridad en el frente oriental" porque "Rusia es un vecino impredecible y peligroso". "Ha tomado un día a un destacamento estar a 200 kilómetros de Moscú, así que imaginen cuán rápido pueden hacerlo cruzando Bielorrusia y apareciendo en la frontera de Lituania", ha añadido el ministro, cuyo país será sede de la próxima reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN el 11 y 12 de julio.
Los ministros también mantendrán una conversación con Dmitró Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, que informará a sus colegas comunitarios sobre los avances en la contraofensiva ucraniana. Además, los Veintisiete hablarán de otros asuntos, como las relaciones con América Latina a escasas semanas de la primera cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en ocho años.
Por su parte, Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, ha señalado que la rebelión muestra el "gran error estratégico" que cometió Vladímir Putin cuando decidió lanzar la invasión de Ucrania. "Los acontecimientos del fin de semana son un asunto interno de Rusia. Pero también constituyen otra demostración del gran error estratégico que el presidente Putin cometió con su anexión ilegal de Crimea y la guerra contra Ucrania", ha señalado Stoltenberg desde Lituania, país que organizará la cumbre de la OTAN.
En Bruselas siempre ha habido un escenario que se ha estado barajando en distintas discusiones y que siempre ha generado preocupación en algunos sectores: los efectos colaterales de un desplome del régimen de Vladimir Putin. Y la conclusión a la que se solía llegar era que la Unión conocía más o menos a Putin, pero que desconoce por completo qué tipo de líder podría aparecer tras un derrumbe descontrolado de su régimen. Emmanuel Macron, presidente francés, siempre ha insistido, de forma más o menos clara, en que debía ofrecerse una salida honrosa a Moscú, precisamente ante el riesgo que provoca la aparición de un perfil desconocido al frente de una potencia nuclear.