Naufragio mortal: Grecia teme que cientos de niños y mujeres estuvieran atrapados en la bodega

"Es una tragedia humana". Así ha definido el ex primer ministro griego y ahora principal líder de la oposición en Grecia, Alexis Tsipras, uno de los naufragios más mortíferos en las aguas del Mediterráneo en los últimos años. Al menos 79 migrantes han perdido la vida este miércoles tras hundirse un pesquero con cientos de personas a bordo en el mar Jónico, según ha informado la Guardia Costera de Grecia, que no descarta que "aumente el número de fallecidos" en las próximas horas. Grecia teme que cientos de mujeres y niños hayan podido hundirse junto al barco al estar atrapados en la bodega.

El número de desaparecidos sigue creciendo y algunos de los supervivientes dicen que se cuentan por centenares. "No se sabe el número exacto con certeza, pero lo que sí sabemos seguro es que es muy grande", ha lamentado Nikos Alexiou, portavoz de la Guardia Costera helénica.

El barco naufragó a unos 87 kilómetros de la ciudad de Pylos, en la región de Peloponeso (sur) pasadas las 02:04 de la madrugada. Frontex, la agencia europea de la guardia de fronteras y costas, detectó la embarcación el martes 09:47 UTC e informó inmediatamente a las autoridades competentes griegas e italianas, según han informado en un comunicado.

A partir de ese momento, fueron varias las veces en las que la Guardia Costera griega se puso en contacto con la embarcación. Sin embargo, las personas que se encontraban a bordo rechazaron la oferta de ayuda, expresando su deseo de continuar el viaje rumbo a Italia, dicen los guardacostas.

También se acercó un barco con bandera maltesa que proporcionó comida y agua sobre las seis de la tarde, de acuerdo con la BBC. Y, de repente, todo cambió. A las 01:40 horas uno de los migrantes avisó a los guardacostas griegos de que el motor se había averiado. Apenas 10 minutos después, la embarcación volcó y tardó entre 10 y 15 minutos en hundirse. "El motor se paró y se hundió en minutos", explicaba uno de los supervivientes a varios medios griegos.

Sin noticias de un centenar de mujeres y niños

Hasta el momento, 104 personas han sido rescatadas con vida, la mayoría de ellas procedentes de Pakistán, Egipto, Siria y Palestina. Prácticamente, todos hombres de entre 16 y 40 años. Los medios locales hablan de entre 500 y 700 inmigrantes a bordo de la embarcación de 30 metros de eslora. Nueve barcos, entre ellos una fragata de la Armada griega, y un helicóptero continúan las operaciones de búsqueda en la zona. "Las cosas están difíciles. A medida que pasa el tiempo, disminuyen las posibilidades", ha explicado una portavoz de la Guardia Costera griega.

"Es probable que no sepamos nunca cuántas personas exactamente iban a bordo de la embarcación", ha dicho el portavoz de la Guardia Costera, Nikos Alexíu. En el interior del barco se encontraban alrededor de 100 menores de edad, así como muchas mujeres, según un testimonio de uno de los supervivientes. Por el momento, no se sabe nada de ellos. Se teme que se hundieran con el barco, en una de las zonas marítimas más profundas del Mediterráneo.

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Alarm Phone, una red transeuropea de apoyo a las operaciones de rescate, ha criticado que, a pesar de ser conscientes de la situación, "no se pusiera en marcha ninguna operación de rescate". En esto también coinciden las agencias de Naciones Unidas, que consideran que esta tragedia pudo haberse evitado, por lo que han vuelto a reclamar medidas concretas que permitan "salvar vidas" en el Mediterráneo.

La OIM pide "vías seguras y regulares"

Para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sucesos de este tipo "refuerzan la urgencia de que haya acciones concretas y completas de los Estados (de la UE)", de tal manera que existan, por ejemplo, "vías seguras y regulares" para poder llegar a Europa sin arriesgar la vida.

La OIM tenía registrados hasta este miércoles 48 muertes de migrantes en la zona oriental del Mediterráneo, cifra que se disparará una vez se haya contabilizado el último naufragio. Desde el año 2014, han perecido en esta zona cerca de 2.300 personas, según las estimaciones recogidas por la organización.

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El Ministerio de Migración griego ha culpado a las redes internacionales de contrabando de poner en peligro la vida de los migrantes y refugiados. En los últimos meses, el actual Ejecutivo ha endurecido su discurso contra la inmigración con vistas a las elecciones previstas para este año. Uno de los ejemplos más llamativos ocurrió en febrero, cuando el país heleno reforzó la frontera con Turquía ante una posible oleada de refugiados tras el terremoto. El pasado 19 de mayo, este país volvió a ser objeto de críticas después de que se publicara un vídeo en el New York Times que mostraba cómo las autoridades llevaban a migrantes hasta el mar y los dejaban abandonados en una balsa.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho que estaba profundamente entristecida por la tragedia. Hace una semana, los ministros del Interior lograron un acuerdo para una postura común sobre la reforma del pacto migratorio de la Unión Europea.

Cada año, mueren cientos de personas intentando cruzar el Mediterráneo, una de las rutas más peligrosas del mundo. La inmensa mayoría de esos migrantes pasan por Libia en su viaje hacia Europa. "Esto ha contribuido al desarrollo en Libia de redes bien asentadas y resilientes de tráfico y trata de personas", de acuerdo con el Consejo de la UE.

Grecia es una de las principales puertas de entrada en la Unión Europea de refugiados que proceden principalmente de Oriente Medio, Asia y África. En la embarcación, que había partido con destino a Italia desde el este de Libia, iban tres personas que han sido interrogadas bajo la sospecha de ser presuntos traficantes de personas. La investigación continúa, al mismo tiempo que las esperanzas de encontrar más supervivientes del naufragio disminuyen.

Ante este suceso, miles de griegos se congregaron en el centro de Atenas y en varias ciudades del país para protestar de forma pacífica ante la muerte de los migrantes, durante la tarde del jueves. Sin embargo, poco después de que comenzara la marcha, los manifestantes tuvieron que disolver la concentración debido a la violenta actuación policial.

Los antidisturbios cargaron contra las personas que se encontraban en las calles y utilizaron gases lacrimógenos, contra los cócteles molotov que lanzaron grupos anarquistas, para dispersar la concentración. También se han producido varias detenciones. Según la Policía griega, unas 8.000 personas protestaron en el centro de Atenas en contra de las políticas migratorias de la Unión Europea (UE) y de Grecia que, según denuncian, han convertido al bloque en una "fortaleza" y al Mediterráneo en un "mar de muertos".