Zelenski apela a México para conseguir apoyo en la región más reacia a apoyar a Ucrania

Si por algo ha destacado la postura de México en la guerra de Ucrania ha sido por la ambivalencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Por un lado, ha cuestionado el envío de armas a Kiev y, por el otro, ha votado a favor de resoluciones de la ONU para condenar la anexión de cuatro territorios por parte de Rusia. En su primer discurso en la Cámara de Diputados, Volodímir Zelenski ha pedido al Gobierno mexicano que haga lo que no ha hecho hasta ahora: ponerse del lado de Kiev en el conflicto.

El presidente, a diferencia de comparecencias anteriores, no ha pedido apoyo militar para la guerra. En este caso, Zelenski ha pedido a México que le respalde con el apoyo la fórmula ucraniana de la paz propuesta por Kiev en la reunión del G20 en Indonesia para poner fin a la agresión. "Llamamos a todos los países a juntarse por los esfuerzos globales por la implementación de la fórmula ucraniana de la paz, y los invito a escoger qué punto de la fórmula de la paz le permitirá a México mostrar su liderazgo", dijo ante los legisladores mexicanos.

TE PUEDE INTERESAR

La 'receta para la paz' de Zelenski en el G20: 10 puntos para acabar con la guerra en Ucrania

El Confidencial

Además, el líder ucraniano pidió ayuda a México para organizar una cumbre en América Latina. "Ucrania ya propuso a América Latina organizar una cumbre especial y mostrar su unidad y principios globales. Creo que con la ayuda de México eso sería mucho más rápido", explicó en su comparecencia.

En este caso, la ayuda económica y militar para frenar la guerra quedó en un segundo plano y Zelenski apeló al derecho internacional para intentar que México se convierta en un aliado. "Nadie en el mundo puede estar por encima de la vida humana. Nadie en el mundo tiene derecho a arruinar la paz. Nadie en el mundo puede ser más igual que el derecho internacional. Estoy seguro de que Ucrania y México son solidarios".

Como ha hecho en otros discursos dirigidos a otros países, el mandatario ha comparado la invasión rusa con un acontecimiento histórico o social del país. En este caso, hizo una breve alusión a la violencia en México. "Señoras y señores del pueblo de México, ¿acaso no estamos unidos por el sueño de la seguridad y la tranquilidad en las calles de todas nuestras ciudades?, ¿será que no condenamos igual a los que matan a gente civil y a los que queman las casas? Somos iguales en no aceptar el mal", expuso. "Ucranianos y mexicanos sufrimos por igual cuando vemos vidas inocentes arrebatadas por una violencia cruel, donde la paz verdadera podría reinar", añadió.

La ambivalencia de López Obrador

Ante la Cámara de Diputados, Zelenski también cuestionó a los mandatarios que no han visitado Ucrania y no han visto en primera persona la destrucción en el país tras la invasión. "Hay algunos líderes que no han visitado Ucrania ni una sola vez y simplemente para lograr algún populismo dicen que Ucrania no está lista para la paz", dijo.

El cuestionamiento se enmarca en la política del Gobierno de México con respecto a la guerra, marcada hasta ahora por la neutralidad. Andrés Manuel López Obrador ha condenado la invasión de Ucrania pero, al mismo tiempo, puso en duda el apoyo militar a Ucrania después de que Alemania confirmara el envío de los carros de combate Leopard 2. El líder mexicano también ha reiterado la necesidad de integrar un "comité de mediación" formado por varios mandatarios y ha criticado la propuesta de un grupo de eurodiputados para que Zelenski fuera galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

"Con todo respeto del Parlamento Europeo, proponiendo como candidato a Nobel de la Paz al presidente de Ucrania, independientemente si participamos a favor de uno o de otro, ¿cómo uno de los actores en el conflicto de la guerra va a recibir el Nobel de la Paz?", declaró en octubre pasado.

TE PUEDE INTERESAR

Condenas, aplausos y equilibrismos: América Latina, fragmentada ante la invasión rusa

Gael Montiel. Ciudad de México

Paralelamente, el Gobierno de México votó a favor de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas para condenar la anexión ilegal de cuatro zonas del este de Ucrania por parte de Rusia y en las que se exigió a Vladímir Putin que pague por las reparaciones de los daños que ha provocado a causa de la guerra de Ucrania.

Después del mensaje de Volodímir Zelenski, su homólogo mexicano volvió a distanciarse. El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) de López Obrador emitió un breve comunicado en el que afirmó que el discurso tuvo lugar por invitación de un grupo de amistad del Congreso entre los dos países. "La reunión del grupo de amistad México-Ucrania no representa una posición consensuada de la Cámara baja", dijo.

La región más "alejada" de la guerra

Mientras Zelenski emitía su discurso, Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, finalizaba una visita de cinco días a América Latina para reunir apoyos al Kremlin. Lavrov ha visitado Venezuela y Nicaragua, los únicos dos países que han manifestado su apoyo a Putin en la guerra, a pesar de que no han enviado ayudas concretas. La visita ha concluido en Cuba, que hasta ahora se ha abstenido en las votaciones de la ONU contra la anexión de los territorios ocupados por Rusia en el este de Ucrania.

América Latina es una de las regiones más reacias a posicionarse a favor o en contra de la guerra. A pesar de que la invasión ha tenido un impacto económico, para una gran parte de la población es un conflicto lejano. La mayoría de países se han mantenido neutrales y se han negado a imponer sanciones a Rusia, aunque tampoco han justificado la guerra ni han enviado ayudas a Moscú.

TE PUEDE INTERESAR

La guerra de Ucrania desata una batalla geoestratégica por los recursos clave de América Latina

Héctor Estepa. Bogotá

El único líder latinoamericano que ha mostrado abiertamente el apoyo a Ucrania ha sido el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, que visitó a Zelenski en julio del año pasado.

En su nuevo intento por aumentar la implicación de América Latina en la guerra, el presidente ucraniano ha intentado cambiar de estrategia y cambiar la petición de ayuda militar o económica por un apoyo político y hasta simbólico. "Estamos separados por nueve horas y más de 10.000 kilómetros. Hemos recorrido diferentes caminos estatales y hablamos diferentes idiomas. Pero también tenemos algo que nos permite entendernos: nuestro corazón".